/ viernes 28 de junio de 2024

Crónica del poder / Solución a la crisis de policías municipales, enfoque de pacificación

Hace 25 o 30 años o si usted prefiere 4 o 5 sexenios, etapa de normalidad en materia de seguridad, estabilidad social y condiciones de confianza ciudadana y de la sociedad, la presencia de un policía preventivo en la esquina, por los barrios y colonias, en los espacios públicos como plazas y jardines, en los eventos deportivos o espectáculos artísticos, a la gente les generaba tranquilidad, se evitaban alteraciones o altercados, su vigilancia era respetuosa y respetable, para muchos niños y jóvenes eran como héroes sociales y numerosos aspiraban a ser policías en sus municipios. Hoy Zacatecas está muy lejos de ese ambiente y escenario, pero más cercano a la pacificación y el optimismo.

Con el advenimiento de las instituciones defensoras de los Derechos Humanos, el policía preventivo, al mismo tiempo que era observado y conminado a ejercer su labor sin abuso ni violencia física, algunos eran los más señalados por detenciones arbitrarias, maltrato físico y verbal, abuso de autoridad, amenazas, retención ilegal e intimidaciones; pero también actuaban en condiciones muy lamentables de trabajo, eran mal pagados, 2 o 3 mil pesos al mes, inestabilidad laboral, sin capacitación, sin los instrumentos indispensables para ejercer sus funciones, lo que ponía en riesgo las políticas de seguridad pública; en muchas ocasiones los policías sufrían vejaciones de superiores, pero los más se entregaban con pasión y entusiasmo a servir a la gente y no se vivían los fenómenos de violencia e inseguridad que actualmente se han soportado.

Para éstos momentos de avance en el proceso de pacificación por la disminución de homicidios dolosos y reducción de los índices delincuenciales, a partir del anuncio del gobernador David Monreal Ávila, de que en Fresnillo malignamente estigmatizado como el municipio de mayor percepción de inseguridad en el país, tiene un déficit de policías de 228 elementos, solo 72 están en la nómina, de esa dimensión es la ausencia, cuando la ONU recomienda sean 300, de manera que la vigilancia en el Mineral se realiza bajo la coordinación del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Frente a esta grave realidad, el Mandatario informó a la población sobre convocatoria abierta para reclutar elementos para formar parte de las corporaciones municipales y cubrir el déficit de 600 en los 58 municipios.

Manuel Eduardo Flores Sonduk, secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, al ser entrevistado por nuestra reportera Paola Covarrubias, detalló que en Guadalupe faltan 203 elementos para cubrir el estándar; a Calera le urgen 47, a Jerez le faltan 44 y Loreto requiere de 21 elementos, testimonios municipales que ilustran la crisis de policías preventivos en los municipios, factor que hace más notable que el estado se vea envuelto en escenarios de violencia mortal y que por consecuencia los gobiernos federal y estatal salen al paso y refuerzan.

Ya se construyen soluciones para superar ese déficit que aparece letal, la convocatoria a reclutamiento contempla sueldo de 14 mil pesos mensuales y un seguro de vida por más de 1 millón 200 mil pesos, entre otras prestaciones; éste es otro enfoque de la estrategia de pacificación, lograr la dignificación de los policías preventivos con sueldos decoroso y suficientes, con vocación de servicio y permanente capacitación, un verdadero sistema de formación policial que sea evaluado para mejores resultados en seguridad, como así lo exige la sociedad.

Hace 25 o 30 años o si usted prefiere 4 o 5 sexenios, etapa de normalidad en materia de seguridad, estabilidad social y condiciones de confianza ciudadana y de la sociedad, la presencia de un policía preventivo en la esquina, por los barrios y colonias, en los espacios públicos como plazas y jardines, en los eventos deportivos o espectáculos artísticos, a la gente les generaba tranquilidad, se evitaban alteraciones o altercados, su vigilancia era respetuosa y respetable, para muchos niños y jóvenes eran como héroes sociales y numerosos aspiraban a ser policías en sus municipios. Hoy Zacatecas está muy lejos de ese ambiente y escenario, pero más cercano a la pacificación y el optimismo.

Con el advenimiento de las instituciones defensoras de los Derechos Humanos, el policía preventivo, al mismo tiempo que era observado y conminado a ejercer su labor sin abuso ni violencia física, algunos eran los más señalados por detenciones arbitrarias, maltrato físico y verbal, abuso de autoridad, amenazas, retención ilegal e intimidaciones; pero también actuaban en condiciones muy lamentables de trabajo, eran mal pagados, 2 o 3 mil pesos al mes, inestabilidad laboral, sin capacitación, sin los instrumentos indispensables para ejercer sus funciones, lo que ponía en riesgo las políticas de seguridad pública; en muchas ocasiones los policías sufrían vejaciones de superiores, pero los más se entregaban con pasión y entusiasmo a servir a la gente y no se vivían los fenómenos de violencia e inseguridad que actualmente se han soportado.

Para éstos momentos de avance en el proceso de pacificación por la disminución de homicidios dolosos y reducción de los índices delincuenciales, a partir del anuncio del gobernador David Monreal Ávila, de que en Fresnillo malignamente estigmatizado como el municipio de mayor percepción de inseguridad en el país, tiene un déficit de policías de 228 elementos, solo 72 están en la nómina, de esa dimensión es la ausencia, cuando la ONU recomienda sean 300, de manera que la vigilancia en el Mineral se realiza bajo la coordinación del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal. Frente a esta grave realidad, el Mandatario informó a la población sobre convocatoria abierta para reclutar elementos para formar parte de las corporaciones municipales y cubrir el déficit de 600 en los 58 municipios.

Manuel Eduardo Flores Sonduk, secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, al ser entrevistado por nuestra reportera Paola Covarrubias, detalló que en Guadalupe faltan 203 elementos para cubrir el estándar; a Calera le urgen 47, a Jerez le faltan 44 y Loreto requiere de 21 elementos, testimonios municipales que ilustran la crisis de policías preventivos en los municipios, factor que hace más notable que el estado se vea envuelto en escenarios de violencia mortal y que por consecuencia los gobiernos federal y estatal salen al paso y refuerzan.

Ya se construyen soluciones para superar ese déficit que aparece letal, la convocatoria a reclutamiento contempla sueldo de 14 mil pesos mensuales y un seguro de vida por más de 1 millón 200 mil pesos, entre otras prestaciones; éste es otro enfoque de la estrategia de pacificación, lograr la dignificación de los policías preventivos con sueldos decoroso y suficientes, con vocación de servicio y permanente capacitación, un verdadero sistema de formación policial que sea evaluado para mejores resultados en seguridad, como así lo exige la sociedad.