/ miércoles 10 de abril de 2024

¿De dónde vienen las armas?

La semana pasada estuvo movida e intensa. El asesinato de candidatos y la violencia política, el primer debate presidencial y la irrupción a la Embajada de México en Quito, Ecuador, fueron situaciones que agitaron la opinión pública y sacudieron el tablero político. En esta ocasión abordaré el tema de la violencia política a manos del crimen organizado porque la violencia nos está afectando a todas y todos. Ante estas situaciones preocupantes la pregunta que nos tenemos que plantear es ¿De dónde vienen las armas con la que se está cometiendo esos asesinatos?

En su primer día de campaña como candidata a Presidenta Municipal de Celaya, Guanajuato, Gisela Gaytán fue asesinada en presencia de simpatizantes y su equipo de campaña. Este crimen sacudió a la opinión pública porque reveló la creciente violencia contra candidatos, servidores públicos y políticos en medio del presente proceso electoral. Violencia política que se acentúa particularmente en los municipios debido a que los cárteles buscan con ello amenazar e influir en las autoridades y los candidatos con el objetivo de controlar territorios.

En el actual proceso electoral se han registrado al menos 23 aspirantes asesinados entre el 1 de septiembre de 2023 y el 1 de abril de 2024. Además se han registrado atentados, secuestros, amenazas e intimidaciones contra servidores públicos, políticos y candidatos. De acuerdo con la consultora Integralia, hasta el 1 de abril se han registrado 300 incidentes de violencia política, asociadas a 399 víctimas, es decir, un promedio de 1.8 víctimas diarias.

La pregunta fundamental es ¿De dónde vienen las armas con las que se asesinan a ciudadanos, empresarios, activistas, políticos y candidatos? ¿De dónde vienen las armas que utiliza el crimen organizado para amenazar o intimidar o cometer delitos como el secuestro? Sí, vienen del tráfico ilegal de armas de Estados Unidos hacia México.

Se estima que más de 250 mil armas de fuego entran ilegalmente al país cada año. Por otra parte, en lo que va de este Gobierno de la República, las autoridades han decomisado casi 50 mil armas de fuego de alto poder que ingresaron de manera ilegal al territorio nacional. El Presidente de la República ha señalado que de esas casi 50 mil armas decomisadas, el 75% provienen del contrabando desde Estados Unidos, y la mitad de dicho porcentaje entran ilícitamente por Texas.

Precisamente, en el primer debate presidencial, las dos candidatas y el candidato reconocieron la importancia de detener el tráfico ilegal de armas para recuperar la paz y la tranqulidad. Incluso se reconoció la estrategia legal que el Gobierno de México ha desplegado contra las armerías en Estados Unidos.

Esta coincidencia además debería traducirse en aprobar la reforma para considerar el tráfico ilegal de armas como un delito grave que amerite cárcel. Si les quitamos las armas y el dinero, vamos a debilitar al crimen organizado y daremos un paso crucial para recuperar la paz y la tranquilidad en el país.

La semana pasada estuvo movida e intensa. El asesinato de candidatos y la violencia política, el primer debate presidencial y la irrupción a la Embajada de México en Quito, Ecuador, fueron situaciones que agitaron la opinión pública y sacudieron el tablero político. En esta ocasión abordaré el tema de la violencia política a manos del crimen organizado porque la violencia nos está afectando a todas y todos. Ante estas situaciones preocupantes la pregunta que nos tenemos que plantear es ¿De dónde vienen las armas con la que se está cometiendo esos asesinatos?

En su primer día de campaña como candidata a Presidenta Municipal de Celaya, Guanajuato, Gisela Gaytán fue asesinada en presencia de simpatizantes y su equipo de campaña. Este crimen sacudió a la opinión pública porque reveló la creciente violencia contra candidatos, servidores públicos y políticos en medio del presente proceso electoral. Violencia política que se acentúa particularmente en los municipios debido a que los cárteles buscan con ello amenazar e influir en las autoridades y los candidatos con el objetivo de controlar territorios.

En el actual proceso electoral se han registrado al menos 23 aspirantes asesinados entre el 1 de septiembre de 2023 y el 1 de abril de 2024. Además se han registrado atentados, secuestros, amenazas e intimidaciones contra servidores públicos, políticos y candidatos. De acuerdo con la consultora Integralia, hasta el 1 de abril se han registrado 300 incidentes de violencia política, asociadas a 399 víctimas, es decir, un promedio de 1.8 víctimas diarias.

La pregunta fundamental es ¿De dónde vienen las armas con las que se asesinan a ciudadanos, empresarios, activistas, políticos y candidatos? ¿De dónde vienen las armas que utiliza el crimen organizado para amenazar o intimidar o cometer delitos como el secuestro? Sí, vienen del tráfico ilegal de armas de Estados Unidos hacia México.

Se estima que más de 250 mil armas de fuego entran ilegalmente al país cada año. Por otra parte, en lo que va de este Gobierno de la República, las autoridades han decomisado casi 50 mil armas de fuego de alto poder que ingresaron de manera ilegal al territorio nacional. El Presidente de la República ha señalado que de esas casi 50 mil armas decomisadas, el 75% provienen del contrabando desde Estados Unidos, y la mitad de dicho porcentaje entran ilícitamente por Texas.

Precisamente, en el primer debate presidencial, las dos candidatas y el candidato reconocieron la importancia de detener el tráfico ilegal de armas para recuperar la paz y la tranqulidad. Incluso se reconoció la estrategia legal que el Gobierno de México ha desplegado contra las armerías en Estados Unidos.

Esta coincidencia además debería traducirse en aprobar la reforma para considerar el tráfico ilegal de armas como un delito grave que amerite cárcel. Si les quitamos las armas y el dinero, vamos a debilitar al crimen organizado y daremos un paso crucial para recuperar la paz y la tranquilidad en el país.