La renuncia intempestiva a la candidatura por el Distrito Federal III con sede en Zacatecas, de quien fuera rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Alfredo Femat Bañuelos (2004-2008) y la visita del candidato a la presidencia de la República por Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, creemos, que, políticamente, marcaron la agenda de la semana. Atrás de cada evento hay toda una estrategia de fondo, es bastante claro, solo aten cabos y verán. Dicho de otra manera, en política, si bien hay ocurrencias, también hay cosas de fondo y, esto aplica para ambos personales.
En plena campaña electoral y en medio de turbulencias que la oposición provoca, se advierte que Claudia Sheinbaum Pardo insiste en fortalecer la transformación que como presidenta de México (la primera mujer que podría lograrlo) pretende continuar y con visión estratégica toma decisiones, que, aunque pueden generar costo político, demuestra que ejerce el poder con liderazgo, en donde perfila rasgos y señales de lo que puede ser su gobierno, como así se interpreta el relevo que ha inducido en el tercer distrito electoral federal con cabecera en Zacatecas, al convencer al petista Alfredo Femat Bañuelos a ceder la candidatura a la diputación al apagado Ulises Mejía Haro (que con esta noticia se reactivó). Insistir, atrás de todo esto se está fraguando toda una estrategia… ¿Cuál será?
Si lo hubiera querido, el Comisionado Nacional del Partido del Trabajo en Zacatecas pudo negarse bajo el razonable y justo argumento al haber vencido en todas las encuestas, superado las impugnaciones interpuestas por el mismo ahora sucesor y sobre todo, porque más que sus correligionarios y aliados Soledad Luévano Cantú, en el primer distrito de Fresnillo; Julia Olguín Serna, del segundo distrito por Jerez; y Ana Luisa del Muro, del cuarto distrito de Guadalupe, Alfredo Femat Bañuelos había realizado cotidianas jornadas de acercamiento y consolidación de apoyos electorales, desde la capital del estado hasta los municipios del semidesierto, pasando por la región frijolera de Río Grande, intensa campaña, total cobertura e integral movilización de grupos, sectores, liderazgos urbanos y rurales, logrando identidad, confianza y asegurado refrendo de reelección. Dos meses de presencia permanente para vaticinar victoria electoral el 2 de junio, así este ahora el resucitado Ulises Mejía Haro. Subrayar, atrás, de todo esto, hay una intencionalidad muy clara.
A nosotros no nos la pegan…
A nosotros no nos la pegan: no se trató de un acto de generosidad, sino de lealtad a la candidata presidencial, que, en su comunicación política con el dirigente estatal del Partido del Trabajo, le abrió expectativas para incorporarlo a su equipo en lo que resta de campaña y en la gestión presidencial. Ahora y una vez superados los trámites ante el Instituto Nacional Electoral, Ulises Mejía Haro tiene solo 25 días para cruzar el distrito una y otra vez, para reconocer las necesidades y reclamos de la gente y retomar las propuestas y soluciones que ya Femat Bañuelos les había presentado y en esa perspectiva asumirlos como reto y desafío a vencer y convencer a la ciudadanía, además de contemplar que los adversarios, Raymundo Moreno Romero, de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, del PAN, PRI y PRD; y Elvira Quintero Fernández, de Movimiento Ciudadano, han resultado ser bastante malos. Al interior de la colación hay mucha desilusión. Saben que se equivocaron de candidatos.
Si Mejía Haro retoma y da continuidad a la estratégica jornada de Femat Bañuelos, el tercer distrito no estará en riesgo de derrota para MORENA y aliados (las encuestas así lo dicen), hasta el momento la victoria se atisbaba tajante, con creatividad, discurso vigoroso, contenido de veracidad y compromisos, el relevo puede garantizar el mismo resultado de triunfo para la cuarta transformación y para cumplir el Plan C, de mayorías en el Senado y en la Cámara de Diputados.
En el mismo viernes anterior del impactante cambio de jinete a medio río del tercer distrito de MORENA, otra vez irrumpió por Zacatecas el candidato a la presidencia de México de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, para insistir en la eficaz y gran resultante estrategia ante la juventud estudiosa de las universidades e instituciones de educación superior e ingresó al seno de la Universidad Autónoma de Durango, Campus Zacatecas, para provocar algarabía, detonar el sano y más alegre bullicio, pero sobre todo, expresar sus renovadoras ideas, reiterar sus propuestas de respaldo total a sistema de becas a los universitarios e incluso trazar ya una necesaria y urgente reforma fiscal integral. La Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), lamentablemente, no quiso abrirle las puertas para un encuentro con los alumnos.
Máynez, Máynez, Máynez
El zacatecano que aspira a suceder en el Palacio Nacional al presidente Andrés Manuel López Obrador, se sintió en su casa y bien protegido y más apoyado por los universitarios, sin dejar de lamentar que, en la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas le hayan cerrado las puertas. Sin embargo, la huella de la movilización sustentada en los ciudadanos, en las mujeres y hombres jóvenes, quedó estampada y se puede reconocer que efectivamente, avanza ya asciende en las encuestas y se coloca más competitivo ante sus adversarias Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
En resumidas cuentas, no se puede subestimar que como zacatecano, Jorge Álvarez Máynez, además de dar un impulso sin precedente a la juventud que se muestra indiferente, indecisa y desinteresada en la política y decepcionada de los partidos, ha reafirmado liderazgo e influencia entre sus candidatos a las gubernaturas, el Senado, diputaciones federales, locales y presidencias municipales. Así pues, Álvarez Máynez dejo atizado el escenario naranja e hizo el compromiso de regresar para cerrar bien y en forma más integradora e innovadora su campaña electoral. Incluso, no es descabellado pensar, que el político termine en segundo en varios estados del país, entre ellos, su natal Zacatecas, aunque, ya para ganar primera magistratura del país, ya no hay condiciones, la verdad. Tampoco dijimos tanto.
Nos leemos la próxima semana.
