Pasadas las elecciones y la algarabía del triunfo ahora si toca sentarse a pensar en COMO cumplir con todos los compromisos que se hicieron en campaña, estoy segura que los integrantes del gabinete propuesto por AMLO se están mordiendo las uñas ante este panorama; gobernar no es fácil, en un país que actualmente destina 40% de sus ingresos recabados en impuestos a pago de la deuda y sus intereses, el resto (60%) es destinado para el pago de toda la operación del gobierno, políticas públicas y programas.
El asunto del incremento de la pensión a adultos mayores (al doble) y dar un salario mensual a ninis, es casi imposible de realizar, a menos que se adquiera más deuda, o aumentar de manera importante los impuestos, lo cual AMLO prometió que no pasaría; por otro lado, bajar el precio de la gasolina no es posible por la sencilla razón de que el precio no lo asignaMéxico, sino que es un precio internacional, además de que nuestro consumo es mayormente de gasolina importada, este asunto lo reiteró, el próximo secretario de hacienda de AMLO Carlos Urzua.
Yo espero por el bien de México, queAMLO recule algunas promesas inviables, por el bien de todos, sobre todo de los pobres, ya que las medidas populistas solo hacen más pobres a los pobres y aumentan su número.
Es indudable que México necesita un cambio, gobiernos eficientes, y legisladores competentes y honestos, lo cual la ciudadanía ve esa posibilidad en el próximo gobierno, yo como muchos, espero se cumpla, por el bien de nuestro país, así mismo deseamos que quién esté con la ilusión de recibir dinero de manera mensual, sin trabajar, piense que la mejor opción es procurar mayor generación de empleos y una mejor educación, misma que deberá de ser abierta y para todos, pero no otorgando facilidades para que accedan a espacios, sin hacer un mínimo esfuerzo (examen de admisión), quienes ganan lugares sin que les cueste no lo valoran y generalmente son estudiantes mediocres, que llegan al grado de exigir se les acredite sin demostrar que son aptos.
México debe cambiar, pero con orden, y mucho cuidado, planear con una visión de largo plazo, no a seis años, prever que crezcamos de manera constante y sobre todo NO ENDEUDAR MÁS A NUESTRO PAÍS. México debe cambiar y este puede ser el momento; no justifiquemos que no se haga porque los pasados gobiernos no lo hicieron, eso no es aceptable, y menos ahora que la ciudadanía se volcó a votar de manera masiva en pro de un proyecto llamado MORENA y que los mexicanos exigirán que se les cumpla. PARA REFLEXIONAR
