/ martes 18 de enero de 2022

Referente periodístico │ Iglesia endurece el discurso

No es vida vivir inseguros

En su homilía del domingo, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló a propósito de la violencia que vive el país y, particularmente el Estado, se pronunció, en torno enérgico, a que, como sociedad no podemos acostumbrarnos a vivir inseguros. Es evidente, que la iglesia católica está muy molesta con lo que está pasando y, me atrevo a decir, que está endureciendo su postura.

El obispo tiene razón.

La postura de la iglesia católica frente al discurso oficial, simplemente, va en un camino distinto. El líder de la grey católica de Zacatecas, en repetidas ocasiones ha cuestionado la violencia, aunque también el actuar de las autoridades. Lo hizo con Miguel Alonso Reyes, lo hizo con Alejandro Tello Cristerna y ahora lo está haciendo con la nueva gobernanza de David Monreal Ávila.

La iglesia le ha subido al tono.

Y cuando decimos que la iglesia católica ha subido el tono de su reclamo ante el fenómeno de la criminalidad, a través del obispo Noriega Barceló nos referimos a que se encuentra molesta y preocupada porque la realidad simplemente no mejora. Hoy mismo lo estamos viendo con los homicidios dolosos y el ataque a los policías municipales y de la Metropol.

La violencia continúa.

Van 8 policías muertos

Es irrefutable, señalar que 2022 comenzó violento. En medio de esta discusión sobre la criminalidad que vive Zacatecas, ayer, en el municipio de Fresnillo, otro policía fue asesinado, andaba franco. Es de llamar la atención que, en apenas una semana, se han presentado ocho ejecuciones contra los elementos de las corporaciones policíacas. Cuatro en el mineral, los otros entre Guadalupe y la capital.

Las cosas, simplemente, no van bien.

Para el Gobierno de México y el de Zacatecas, lo que estamos viendo de violencia, es una reacción a la nueva estrategia de seguridad que ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador (hoy de regreso luego de vencer al Covid por segunda ocasión). El propio gobernador, David Monreal Ávila también ha defendido esta tesis. O sea, que la criminalidad continuará.

Así se debe leer.

Apenas ayer hablamos un poco, de que el divorcio entre la sociedad y el gobierno va en aumento. Para algunos, dicho divorcio se dio hace muchas semanas atrás. Si esto es así, la postura de la iglesia católica viene a refrendar nuestra tesis. Ojalá y quienes asesoran al gobernador Monreal Ávila le informen de que hay preocupación por todos los frentes.

Aunque, el mandatario lo sabe.

El tono del discurso

Subrayar: no es la primera ocasión, que el obispo Sigifredo Noriega Barceló, aprovecha el púlpito para hacer una fuerte crítica y reflexión a los temas coyunturales que aquejan a Zacatecas. La realidad es que el jerarca de la iglesia católica lo hace con frecuencia. El distintivo que vemos ahora, es que, le ha subido más decibeles a su postura.

Anda molesto y preocupado.

A lo que queremos llegar, es que, la iglesia católica reafirma, a través de su máxima autoridad, el obispo, el malestar y preocupación de que sería un error acostumbrarse a vivir inseguros, a vivir en medio de la violencia que azota a Zacatecas. Dicho de otra manera, el jerarca, aduce que la nueva gobernanza, simplemente, no ha podido frenar al crimen organizado.

Para qué le damos vueltas.

En suma, la iglesia católica se suma a las posturas enérgicas de los empresarios, de los maestros, de los académicos, de los comerciantes, de los prestadores de servicios, de los jubilados y pensionados del Issstezac y, a otros sectores productivos que no ven resultados. En otras palabras, el rumbo de Zacatecas es poco claro, incierto, preocupante…

El 2022 será muy complicado.

Hasta mañana.

No es vida vivir inseguros

En su homilía del domingo, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló a propósito de la violencia que vive el país y, particularmente el Estado, se pronunció, en torno enérgico, a que, como sociedad no podemos acostumbrarnos a vivir inseguros. Es evidente, que la iglesia católica está muy molesta con lo que está pasando y, me atrevo a decir, que está endureciendo su postura.

El obispo tiene razón.

La postura de la iglesia católica frente al discurso oficial, simplemente, va en un camino distinto. El líder de la grey católica de Zacatecas, en repetidas ocasiones ha cuestionado la violencia, aunque también el actuar de las autoridades. Lo hizo con Miguel Alonso Reyes, lo hizo con Alejandro Tello Cristerna y ahora lo está haciendo con la nueva gobernanza de David Monreal Ávila.

La iglesia le ha subido al tono.

Y cuando decimos que la iglesia católica ha subido el tono de su reclamo ante el fenómeno de la criminalidad, a través del obispo Noriega Barceló nos referimos a que se encuentra molesta y preocupada porque la realidad simplemente no mejora. Hoy mismo lo estamos viendo con los homicidios dolosos y el ataque a los policías municipales y de la Metropol.

La violencia continúa.

Van 8 policías muertos

Es irrefutable, señalar que 2022 comenzó violento. En medio de esta discusión sobre la criminalidad que vive Zacatecas, ayer, en el municipio de Fresnillo, otro policía fue asesinado, andaba franco. Es de llamar la atención que, en apenas una semana, se han presentado ocho ejecuciones contra los elementos de las corporaciones policíacas. Cuatro en el mineral, los otros entre Guadalupe y la capital.

Las cosas, simplemente, no van bien.

Para el Gobierno de México y el de Zacatecas, lo que estamos viendo de violencia, es una reacción a la nueva estrategia de seguridad que ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador (hoy de regreso luego de vencer al Covid por segunda ocasión). El propio gobernador, David Monreal Ávila también ha defendido esta tesis. O sea, que la criminalidad continuará.

Así se debe leer.

Apenas ayer hablamos un poco, de que el divorcio entre la sociedad y el gobierno va en aumento. Para algunos, dicho divorcio se dio hace muchas semanas atrás. Si esto es así, la postura de la iglesia católica viene a refrendar nuestra tesis. Ojalá y quienes asesoran al gobernador Monreal Ávila le informen de que hay preocupación por todos los frentes.

Aunque, el mandatario lo sabe.

El tono del discurso

Subrayar: no es la primera ocasión, que el obispo Sigifredo Noriega Barceló, aprovecha el púlpito para hacer una fuerte crítica y reflexión a los temas coyunturales que aquejan a Zacatecas. La realidad es que el jerarca de la iglesia católica lo hace con frecuencia. El distintivo que vemos ahora, es que, le ha subido más decibeles a su postura.

Anda molesto y preocupado.

A lo que queremos llegar, es que, la iglesia católica reafirma, a través de su máxima autoridad, el obispo, el malestar y preocupación de que sería un error acostumbrarse a vivir inseguros, a vivir en medio de la violencia que azota a Zacatecas. Dicho de otra manera, el jerarca, aduce que la nueva gobernanza, simplemente, no ha podido frenar al crimen organizado.

Para qué le damos vueltas.

En suma, la iglesia católica se suma a las posturas enérgicas de los empresarios, de los maestros, de los académicos, de los comerciantes, de los prestadores de servicios, de los jubilados y pensionados del Issstezac y, a otros sectores productivos que no ven resultados. En otras palabras, el rumbo de Zacatecas es poco claro, incierto, preocupante…

El 2022 será muy complicado.

Hasta mañana.