Vestir de una forma apropiada es una de las principales enseñanzas que todos debemos aprender. Bien sea para ir a una boda o bien, como en este caso, para ir al gimnasio.
Cada centro deportivo tiene sus reglamentos, pero hay ciertas reglas que toda persona con una buena educación debe tener en cuenta cuando utiliza o comparte espacios públicos o comunes, que es conveniente seguir para sacarle provecho al entrenamiento y para una mejor convivencia.
Es importante no romper las siguientes reglas, aunque los encargados del gimnasio o entrenador no te proporcionen el protocolo de comportamiento.
1. Saludos. No saludes de beso o de mano mientras estés entrenando.
2. Aseo e higiene. Un gimnasio o un espacio donde se practica un deporte o algún tipo de ejercicio físico suele tener un "olor" especial, pero una persona bien aseada no tiene porqué generar un olor tan potente que moleste a los demás. No hay que descuidar este punto de tanta importancia.
3. Aparatos. Los aparatos y otros elementos del gimnasio o recinto hay que dejarlos siempre en buen estado y en su "posición" o lugar original. Limpios y bien colocados.
4. Expresividad. Evita hacer jadeos o cualquier ruido por esfuerzo, lo cual llega a ser molesto. En este caso se recomienda hacer profundas inhalaciones y exhalaciones.
5. Conversaciones. Si tenemos o hacemos amigos en el gimnasio, está perfecto pero no debemos quedarnos a platicar en los pasillos, o cerca de lugares donde podamos molestar, entorpecer el paso de otros.
6. Uso moderado y racional. No es correcto abusar del tiempo de uso de algún aparato por el que esté esperando otra persona o excederse en el tiempo de uso de una regadera, de un lavabo, etcétera.
7. Más respeto. Cuidado con molestar a otras personas con miradas demasiado insistentes, gestos poco educados, por no decir obscenos o groseros e incluso, pasar del gesto al contacto físico.
8. Puntualidad. Si estamos apuntados a alguna actividad de grupo que tiene un horario determinado hay que ser puntuales. Por favor, no es nada educado hacer esperar a los demás participantes por nosotros, o interrumpir la clase por no llegar a tiempo.
9. Colaborar. Si ya tenemos más experiencia, podemos ser de gran ayuda para una persona que deambula por el gimnasio o que no sabe cómo se utiliza un determinado aparato "echarle una mano".
Recuerda que tu personalidad y educación las reflejas en todos los ámbitos de tu vida y el gym no es la excepción.