/ miércoles 23 de diciembre de 2020

Última reflexión del año

Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimiento y las grandes estrategias

Albert Einstein

Al llegar el término de este atípico año 2020 muchas personas estamos reflexionando sobre el impacto del mismo en nuestras vidas, pues a quienes les ha tocado sufrir situaciones difíciles de enfermedad o muertes de seres queridos sin duda ha marcado su existencia. Es necesario que reflexionemos sobre lo bueno y malo pues solo así se aprende y se obtiene experiencia. Está comprobado que ante la crisis se crece, pero también sucumben los más débiles y aquellos que no se prepararon para enfrentarla. En este año tuvimos las peores cifras de muertes ocasionadas por el embate de la Covid 19, sumado a esto la creciente inseguridad que no ha dado tregua a nuestro país.

El mundo entero debe prepararse para emerger de esta contingencia que aún no cede, falta un largo tiempo para que suceda, derivado de ello vendrán las secuelas económicas y sociales las cuales llevará muchos años resarcirlas.

Nuestra sociedad está siendo azotada duramente y no estábamos preparados para enfrentarlo, posiblemente en el futuro el ser humano aprenda a estar listo para próximas contingencias, ya sean sanitarias incluso meteorológicas que han resultado del mal cuidado que hemos tenido de nuestros ecosistemas y recursos naturales, que se están agotando de manera irremediable.

La naturaleza grita un “ya basta” ante tanto abuso, el cambio climático no ha sido suficiente para llamar la atención de la humanidad, urge un llamado más enérgico para mover la conciencia del hombre, (habitante nocivo de este planeta), sin embargo el resultado hasta hoy no ha sido exitoso. Por otro lado en el tema de la contingencia sanitaria se percibe una total indiferencia en muchos sectores de la población los cuales viven esta “nueva realidad” como si nada pasara, y por ello sigue creciendo el número de muertes y contagios los cuales ya colapsaron al sistema de salud en nuestro país, provocando también pérdidas económicas considerables.

Sin duda este virus ha provocado grandes daños no solo a la salud, también a la economía generando un aumento en la desigualdad social, ya que quiénes sufren más el embate de este virus son los más pobres y vulnerables.

Nuestro sistema de salud exhibió sus debilidades debido a la incompetencia de los propios gobiernos, lo que no ha permitido que salgamos bien librados hasta este este momento.

Es importante que todos apliquemos acciones de disciplina y cuidados extremos para evitar daños mayores, pues solo haciendo cadenas de valor podremos superar de manera colectiva este problema sanitario. El próximo 2021 pudiera ser el año de la resurrección y de la esperanza, sin embargo eso no se dará “mágicamente” conlleva un cambio de paradigmas en todas las actividades básicas del humano, ya que nuestra realidad ha cambiado radicalmente. Para reflexionar


Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimiento y las grandes estrategias

Albert Einstein

Al llegar el término de este atípico año 2020 muchas personas estamos reflexionando sobre el impacto del mismo en nuestras vidas, pues a quienes les ha tocado sufrir situaciones difíciles de enfermedad o muertes de seres queridos sin duda ha marcado su existencia. Es necesario que reflexionemos sobre lo bueno y malo pues solo así se aprende y se obtiene experiencia. Está comprobado que ante la crisis se crece, pero también sucumben los más débiles y aquellos que no se prepararon para enfrentarla. En este año tuvimos las peores cifras de muertes ocasionadas por el embate de la Covid 19, sumado a esto la creciente inseguridad que no ha dado tregua a nuestro país.

El mundo entero debe prepararse para emerger de esta contingencia que aún no cede, falta un largo tiempo para que suceda, derivado de ello vendrán las secuelas económicas y sociales las cuales llevará muchos años resarcirlas.

Nuestra sociedad está siendo azotada duramente y no estábamos preparados para enfrentarlo, posiblemente en el futuro el ser humano aprenda a estar listo para próximas contingencias, ya sean sanitarias incluso meteorológicas que han resultado del mal cuidado que hemos tenido de nuestros ecosistemas y recursos naturales, que se están agotando de manera irremediable.

La naturaleza grita un “ya basta” ante tanto abuso, el cambio climático no ha sido suficiente para llamar la atención de la humanidad, urge un llamado más enérgico para mover la conciencia del hombre, (habitante nocivo de este planeta), sin embargo el resultado hasta hoy no ha sido exitoso. Por otro lado en el tema de la contingencia sanitaria se percibe una total indiferencia en muchos sectores de la población los cuales viven esta “nueva realidad” como si nada pasara, y por ello sigue creciendo el número de muertes y contagios los cuales ya colapsaron al sistema de salud en nuestro país, provocando también pérdidas económicas considerables.

Sin duda este virus ha provocado grandes daños no solo a la salud, también a la economía generando un aumento en la desigualdad social, ya que quiénes sufren más el embate de este virus son los más pobres y vulnerables.

Nuestro sistema de salud exhibió sus debilidades debido a la incompetencia de los propios gobiernos, lo que no ha permitido que salgamos bien librados hasta este este momento.

Es importante que todos apliquemos acciones de disciplina y cuidados extremos para evitar daños mayores, pues solo haciendo cadenas de valor podremos superar de manera colectiva este problema sanitario. El próximo 2021 pudiera ser el año de la resurrección y de la esperanza, sin embargo eso no se dará “mágicamente” conlleva un cambio de paradigmas en todas las actividades básicas del humano, ya que nuestra realidad ha cambiado radicalmente. Para reflexionar