La orden franciscana del Convento de Guadalupe continúa impulsando el proceso de canonización de Fray Antonio Margil de Jesús, por lo que se convoca a los feligreses a que pidan un favor o milagro por intercesión del también conocido como “el eterno caminante”.
Fray Antonio Margil de Jesús, fue misionero y evangelizador, además de fundador de los Colegios de Propaganda Fide de Querétaro, Guatemala y de Guadalupe, Zacatecas.
Nació en Valencia, España, el 18 de agosto de 1657, recibió el hábito de franciscano el 22 de abril de 1673 y murió en fama de santidad el 6 de agosto de 1726 en el Convento de San Francisco de la Ciudad de México.
Fray Miguel Encarnación, del Convento de Guadalupe, informó que desde que Fray Margil de Jesús murió, las autoridades civiles, eclesiásticas y religiosas lo consideraron como un santo. Por lo que, desde entonces se promueve la canonización, aunque tras un decreto de Roma, se indicó que sería hasta los 70 años después que se podía iniciar el proceso.
Tras cumplirse este lapso de tiempo, se retomó esta iniciativa, pero tampoco se logró darle continuidad. Fue hasta el siglo pasado cuando inició este proceso de canonización que hasta la fecha no se ha concretado.
“Nos falta ese milagro” dijo Fray Miguel Encarnación, al detallar que por ahora, lo que queda es esperar y seguir en actividad de difusión; recientemente se ha logrado difundir una pintura del Margil de Jesús, cuando llegó a los 30 años de edad a México y una reseña histórica.
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Se han repartido 21 mil folletos y 30 mil oraciones, “Dios tiene su tiempo y sabe cuándo, por lo pronto a nosotros nos toca hacer la promoción” apuntó, al asegurar que la canonización puede durar más años, sin conocer cuándo se pueda realizar.
Comentó que San Francisco en menos de dos años ya era santo, mientras que San Antonio de Padua, al año también se convirtió en santo. En este caso, van más de 300 años y aún no se canoniza.
Por lo pronto, dijo que se seguirá convocando a la población a que comparta sus experiencias, si es que han sido favorecidos con un milagro de Fray Margil de Jesús, y lo extiendan por escrito haciéndolo llegar al Convento de Guadalupe.
