El Centro Histórico de Zacatecas cumple tres décadas como uno de los sitios que integran la lista del Patrimonio Mundial por su excepcional valor cultural, histórico y arquitectónico.
El 11 de diciembre de 1993, en Sesión del Comité del Patrimonio de la UNESCO, celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, se anunció la inscripción de la ciudad mexicana de origen minero, fundada en 1546.
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La declaratoria abarcó un total de 110 hectáreas divididas en 127 manzanas con 456 edificios de relevancia, en su mayoría de los siglos XVIII y XIX, ubicados en la escarpada ladera de un estrecho valle en el que sobresale el cerro de La Bufa.
A 30 años de aquel acontecimiento, la transformación de la vida cotidiana, económica y cultural de la capital ha sido evidente y ha traído nuevos retos que van desde la sustentabilidad turística, hasta un despoblamiento gradual y la proliferación de inmuebles abandonados y deteriorados.
Retos del presente y el futuro
El cronista del estado de Zacatecas, Federico Priapo Chew destaca que esta fecha tan significativa debe ser aprovechada para la reflexión: “Debemos pensar sobre el origen de nuestro patrimonio y reflexionar sobre hacia dónde lo queremos llevar”.
En entrevista, enfatizó que la atención se debe enfocar en cómo preservar los bienes heredados por las generaciones actuales y cómo “adecuarlos a las circunstancias del presente con sus nuevas tecnologías para evitar su gentrificación y su deterioro”.
El cronista recalcó la importancia de “pensar en una ciudad inteligente, pero que mantenga su esencia histórica y patrimonial, además de generar conciencia de preservación y de cuidado”.
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Templos tan relevantes como la catedral Basílica o el templo de Santo Domingo; los jardines Independencia y Benito Juárez, así como espacios culturales y turísticos como el teatro Fernando Calderón y una larga lista de museos, merecen atención “porque cada uno de ellos conlleva una historia y es parte de la identidad de cada zacatecano”.
Por su parte, el director del Centro INAH Zacatecas, Carlos Alberto Torreblanca, recuerda que entre los criterios que permitieron la inscripción de Zacatecas, está su arquitectura que es testigo de su florecimiento cultural y económico que durante la colonia influyó en la evolución del centro y norte de América.
“Múltiples retos”
Alberto Torreblanca reconoce que el Centro Histórico enfrenta varios retos en materia de conservación, como los que provoca el despoblamiento ocasionado por factores como la falta de estacionamientos, el aumento de la actividad comercial, la apertura de antros y el constante desbasto de agua.
La Junta de Monumentos y Zonas Típicas tiene el registro de 170 fincas abandonadas y en riesgo de colapso. La titular del organismo, Raquel Ciceley Toribio Rivas, mencionó que tras la inscripción de Zacateas en la lista del Patrimonio Mundial, el turismo creció, lo que repercutió en la dinámica cotidiana de sus pobladores.
“Son 30 años de que ha aumentado el turismo en la ciudad a partir de este nombramiento, esto es a nivel internacional; todo mundo se entera que Zacatecas está en el mapa y hay gente que quiere venir a conocer la ciudad”.
Reconoce que este desarrollo tiene efectos colaterales como el repunte de la demanda de espacios de Airbnb o la búsqueda de espacios para instalar negocios comerciales y de servicios turísticos, relegando el uso habitacional.
Toribio Rivas comentó que se requiere un centro histórico digno, primero para los zacatecanos y después para los visitantes, por lo que es necesario reforzar “el sentido de apropiación”.
