/ domingo 12 de febrero de 2023

Cambiar la percepción requiere voluntad política

Para lograr un cambio gradual en la aplicación de un programa estratégico de prevención de la violencia y la inseguridad y que la población deje de sentir miedo, no basta con la llegada de Arturo Medina Mayoral a la Secretaría de Seguridad Pública, no basta tampoco que escuche a los distintos sectores de la población para modificar la conducción de la política de seguridad, se requieren otras cosas más.

S requiere de la Voluntad Política del Gobernador, ya que no solo con el cambio de persona se puede establecer un periodo de tiempo en el cual la criminalidad se presente a la baja, sino que también la sociedad se sienta segura y que disminuyan los hechos violentos de alto impacto.

Las acciones de combate y contención de la violencia, especialmente aquellas destinadas a devolver la confianza a la población, pasan sin duda, por la voluntad que David Monreal Ávila ponga en esa materia, ya que no basta con buenas intenciones, se requiere, de una estrategia y de los recursos y fortaleza policial.

La voluntad política del gobernador debe estar encaminada a fortalecer la Policía Estatal Preventiva, que requiere, cuando menos, unos 200 efectivos para lograr un estado de fuerza que verdaderamente cubra las necesidades del estado en cuanto a la vigilancia y disuasión se refiere.

Pero además se requiere que los efectivos tengan un salario que corresponda a las necesidades no solo de sus familias.

Es importante que haya voluntad política para que la Secretaría de Seguridad Pública pueda disponer de al menos 100 patrullas nuevas, totalmente equipadas y confeccionadas de tal manera, que puedan salir a dar la batalla en todos los frentes.

Se requiere equipo táctico de primera generación y por supuesto el armamento adecuado para hacer frente al potente ejercito de la delincuencia.

Para hacer frente a los grupos delincuenciales, los policías deben estar centrados en el trabajo, sin descuidar su condición familiar, y debe haber voluntad política del gobernador para otorgar becas estudiantiles a los hijos de los policías, debe haber incentivos laborales y profesionales y servicio médico de calidad.

Con lo que no cuenta ningún efectivo de ninguna corporación del Estado, es un seguro de vida que, en caso de requerirse, garantice los inmediatos gastos de las familias.

La población necesita que el gobernador entienda que sin esas condiciones, no podrá haber resultados.

La población tiene ver a su policía, preparada, capaz y fortalecida, patrullando las calles, circulando en las carreteras, instalando retenes de vigilancia y enfrentando a la delincuencia.

En lugar de mantener un fondo de contingencia de hasta por mil millones de pesos, es mejor invertir en la seguridad, de lo contrario la percepción no va a cambiar y eso es lo que más le duele al gobierno y a los ciudadanos.

Para lograr un cambio gradual en la aplicación de un programa estratégico de prevención de la violencia y la inseguridad y que la población deje de sentir miedo, no basta con la llegada de Arturo Medina Mayoral a la Secretaría de Seguridad Pública, no basta tampoco que escuche a los distintos sectores de la población para modificar la conducción de la política de seguridad, se requieren otras cosas más.

S requiere de la Voluntad Política del Gobernador, ya que no solo con el cambio de persona se puede establecer un periodo de tiempo en el cual la criminalidad se presente a la baja, sino que también la sociedad se sienta segura y que disminuyan los hechos violentos de alto impacto.

Las acciones de combate y contención de la violencia, especialmente aquellas destinadas a devolver la confianza a la población, pasan sin duda, por la voluntad que David Monreal Ávila ponga en esa materia, ya que no basta con buenas intenciones, se requiere, de una estrategia y de los recursos y fortaleza policial.

La voluntad política del gobernador debe estar encaminada a fortalecer la Policía Estatal Preventiva, que requiere, cuando menos, unos 200 efectivos para lograr un estado de fuerza que verdaderamente cubra las necesidades del estado en cuanto a la vigilancia y disuasión se refiere.

Pero además se requiere que los efectivos tengan un salario que corresponda a las necesidades no solo de sus familias.

Es importante que haya voluntad política para que la Secretaría de Seguridad Pública pueda disponer de al menos 100 patrullas nuevas, totalmente equipadas y confeccionadas de tal manera, que puedan salir a dar la batalla en todos los frentes.

Se requiere equipo táctico de primera generación y por supuesto el armamento adecuado para hacer frente al potente ejercito de la delincuencia.

Para hacer frente a los grupos delincuenciales, los policías deben estar centrados en el trabajo, sin descuidar su condición familiar, y debe haber voluntad política del gobernador para otorgar becas estudiantiles a los hijos de los policías, debe haber incentivos laborales y profesionales y servicio médico de calidad.

Con lo que no cuenta ningún efectivo de ninguna corporación del Estado, es un seguro de vida que, en caso de requerirse, garantice los inmediatos gastos de las familias.

La población necesita que el gobernador entienda que sin esas condiciones, no podrá haber resultados.

La población tiene ver a su policía, preparada, capaz y fortalecida, patrullando las calles, circulando en las carreteras, instalando retenes de vigilancia y enfrentando a la delincuencia.

En lugar de mantener un fondo de contingencia de hasta por mil millones de pesos, es mejor invertir en la seguridad, de lo contrario la percepción no va a cambiar y eso es lo que más le duele al gobierno y a los ciudadanos.