/ domingo 28 de abril de 2024

Crisis humanitaria en Zacatecas

En Zacatecas, el drama de las desapariciones forzosas ha sobrepasado cualquier umbral imaginable, superando las 4,000 víctimas en el estado. Solo en 2024, se han registrado 184 personas desaparecidas y no localizadas a nivel estatal, siendo marzo el mes más crítico con 76 casos. Fresnillo, el epicentro de esta crisis, ha reportado 13 personas privadas de su libertad solo en marzo pasado. Ante esta crisis humanitaria, la actuación de nuestras autoridades estatales, especialmente en Fresnillo, no solo ha sido insuficiente, sino también descorazonadora.

El ex presidente municipal, Saúl Monreal, y la actual presidenta municipal han brillado no por acciones decisivas o soluciones efectivas, sino por su palpable inacción y ausencia. Durante cinco años, las administraciones de Monreal han dejado un rastro de desesperanza, donde madres y familiares de los desaparecidos claman sentirse abandonados por quien debería ser su mayor soporte. La comunidad de buscadores, valientes ciudadanos, principalmente madres, que han tenido que asumir la carga de buscar a sus seres queridos ante la inercia gubernamental, merecen más que promesas vacías.

No menos preocupante es la actuación de la Fiscalía de Zacatecas. En un momento donde cada minuto cuenta y cada recurso es vital, esta institución ha decidido desviar una cantidad considerable de recursos humanos a disputas políticas en el municipio de Tlaltenango, mostrando una celeridad y eficiencia que, irónicamente, nunca vemos cuando se trata de buscar a nuestros desaparecidos. Esta decisión no solo es cuestionable, sino que muestra una desconcertante falta de prioridades ante una de las mayores crisis de nuestro estado.

La desaparición de miles de jóvenes, no es solo una estadística; es una herida abierta en el tejido social de Zacatecas que exige una respuesta mucho más firme y comprometida de parte de todos los niveles de gobierno. No podemos permitir que esta situación se normalice ni que la desidia de algunos funcionarios condene a miles de familias a un eterno dolor.

Desde el Partido Acción Nacional, hacemos un llamado urgente a redirigir esfuerzos y recursos hacia la búsqueda efectiva de los desaparecidos. Demandamos una fiscalización exhaustiva de los fondos y personal dedicados a estas tareas, asegurando que cada peso y cada hora de trabajo estén realmente destinados a devolver la paz a las familias zacatecanas. No más distracciones, no más política por encima de vidas.

Fresnillo y el estado de Zacatecas no pueden seguir siendo sinónimos de desapariciones. Es hora de que todas las autoridades, especialmente las locales que han sido electas para proteger y servir a su comunidad, asuman su responsabilidad. La juventud de Zacatecas merece un futuro seguro, y todos merecemos un gobierno que realmente actúe a la altura de las circunstancias. Esta es una crisis que no podemos, ni debemos, ignorar.

En Zacatecas, el drama de las desapariciones forzosas ha sobrepasado cualquier umbral imaginable, superando las 4,000 víctimas en el estado. Solo en 2024, se han registrado 184 personas desaparecidas y no localizadas a nivel estatal, siendo marzo el mes más crítico con 76 casos. Fresnillo, el epicentro de esta crisis, ha reportado 13 personas privadas de su libertad solo en marzo pasado. Ante esta crisis humanitaria, la actuación de nuestras autoridades estatales, especialmente en Fresnillo, no solo ha sido insuficiente, sino también descorazonadora.

El ex presidente municipal, Saúl Monreal, y la actual presidenta municipal han brillado no por acciones decisivas o soluciones efectivas, sino por su palpable inacción y ausencia. Durante cinco años, las administraciones de Monreal han dejado un rastro de desesperanza, donde madres y familiares de los desaparecidos claman sentirse abandonados por quien debería ser su mayor soporte. La comunidad de buscadores, valientes ciudadanos, principalmente madres, que han tenido que asumir la carga de buscar a sus seres queridos ante la inercia gubernamental, merecen más que promesas vacías.

No menos preocupante es la actuación de la Fiscalía de Zacatecas. En un momento donde cada minuto cuenta y cada recurso es vital, esta institución ha decidido desviar una cantidad considerable de recursos humanos a disputas políticas en el municipio de Tlaltenango, mostrando una celeridad y eficiencia que, irónicamente, nunca vemos cuando se trata de buscar a nuestros desaparecidos. Esta decisión no solo es cuestionable, sino que muestra una desconcertante falta de prioridades ante una de las mayores crisis de nuestro estado.

La desaparición de miles de jóvenes, no es solo una estadística; es una herida abierta en el tejido social de Zacatecas que exige una respuesta mucho más firme y comprometida de parte de todos los niveles de gobierno. No podemos permitir que esta situación se normalice ni que la desidia de algunos funcionarios condene a miles de familias a un eterno dolor.

Desde el Partido Acción Nacional, hacemos un llamado urgente a redirigir esfuerzos y recursos hacia la búsqueda efectiva de los desaparecidos. Demandamos una fiscalización exhaustiva de los fondos y personal dedicados a estas tareas, asegurando que cada peso y cada hora de trabajo estén realmente destinados a devolver la paz a las familias zacatecanas. No más distracciones, no más política por encima de vidas.

Fresnillo y el estado de Zacatecas no pueden seguir siendo sinónimos de desapariciones. Es hora de que todas las autoridades, especialmente las locales que han sido electas para proteger y servir a su comunidad, asuman su responsabilidad. La juventud de Zacatecas merece un futuro seguro, y todos merecemos un gobierno que realmente actúe a la altura de las circunstancias. Esta es una crisis que no podemos, ni debemos, ignorar.