Como líder genuino del Partido Morena, Andrés Manuel López Obrador no cesa en hacer llamados a establecer la democracia en el país, pero tal parece que los únicos que no lo entienden ni atienden, son los morenistas que insisten en permanecer en el pasado con sus viejas formas de hacer política, continúan sus enfrentamientos, promueven conflictos, aceleran antagonismos y con diferencias que parecen irreconciliables, y hasta con violencia verbal anulan toda posibilidad de alcanzar la convivencia fraternal y la más sólida unidad.
Entre sus aliados, hay voces con autoridad política y moral, como el diputado Javier Calzada, que al ver esos críticos escenarios de discrepancias y polarización, ha exhortado a la izquierda a relegar interese personales e impulsar la unidad, porque cuando han habido fracturas, otros partidos han triunfado y "hoy tenemos una ideología más sólida y congruente y tenemos al Presidente López Obrador, como un referente que hace historia", de manera que nadie puede hacer caso omiso sobre este auténtico liderazgo y salir del marasmo para encarar con todas las fuerzas el desafío electoral que se viene por Zacatecas y la recuperación del poder para la izquierda.
Se atisba pues, que las fisuras resaltan en todos los horizontes, desde lo nacional a lo estatal, en ese partido que no alcanza a consolidar, todavía no hay convencimiento de que los únicos senderos que deben aprovechar para construir canales de interlocución política, son el diálogo, el debate de las ideas, la concertación, los consensos y acuerdos, para así convivir con respeto y en democracia, el más amplio cauce hacia la Cuarta Transformación que quieren alcanzar.
El dirigente nacional del partido en el poder, Alfonso Ramírez Cuéllar, ya adelanta que Morena gobernará Zacatecas, pero en las actuales condiciones de confrontación interna, se duda puedan lograr el objetivo de conquistar el Palacio de Gobierno, ahora en manos del PRI y sus aliados. El paisano de Río Grande primero tendrá que conciliar, armonizar, unir a todos los grupos o se los lleva la fregada, por no decir que al rancho del Presidente, a "La Chingada".
El gran problema de Morena en Zacatecas, son liderazgos carentes de confianza y credibilidad, no solo entre los correligionarios y aliados, sino en la sociedad, porque cuando levantan la voz, no impactan y menos convencen, porque lo hacen para denigrar, injuriar o descalificar a otros liderazgos del mismo partido, pero que piensan diferente, como así ocurre con los diputados locales Jesús Padilla, Omar Carrera, Héctor Menchaca y Mónica Borrego, que no tienen canal de comunicación con el dirigente estatal Fernando Arteaga, pero sí lo descalifican al señalar que "no representa al partido en Zacatecas".
Ataques al monrealismo morenista
También se suceden como otro testimonio de la fracturación morenista, ya que atizan el rompimiento y para lograrlo, han instrumentalizado una filtración de audio donde el Senador Ricardo Monreal sugiere sacar del equipo promotor de su hermano David, a personajes como Pedro de León, Julieta del Río, Cuauhtémoc Calderón y Javier Reyes Romo; y la censura que la Senadora Soledad Luévano hace de los diputados locales morenistas, a los que acusa de arrimarse primero a Ulises Mejía y ahora con oportunismo se acercan al movimiento monrealista. Éstos son sólo algunos botones de muestra, porque otros actores como José Narro Céspedes, también ahuyentan la unidad en su partido. Así pues, no falta mucho para que su líder nacional los llame a ajustar cuentas y cancelar caprichos.
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