Zacatecas es un estado de tradición migrante. El desarrollo de Estados Unidos ha sido un polo de atracción para nuestras paisanas y paisanos que buscan mejore condiciones de vida. Prácticamente e imposible que quienes vivimos aquí no conozcamos algún pariente o alguna amistad que haya cruzado la frontera norte. De hecho, en el último censo elaborado por el INEGI, 42 por ciento de las personas encuestadas afirmaron que su principal razón para ir a la Unión Americana es la de reunirse con su familia.

No es coincidencia que 96 de cada 100 paisanas y paisanos que dejan el país tengan como destino Estados Unidos, pues no sólo se trata de la nación que más migrantes atrae en todo el mundo, también se trata de una nación con la que hemos establecido relaciones comerciales especialmente estrechas en tiempos difíciles como los que hoy se viven en el mundo.

En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, ambas naciones llevaron a cabo el programa “Bracero”, con el fin de solventar la carencia de mano de obra agrícola en nuestro vecino país del norte debido al reclutamiento militar. Con el paso del tiempo, debido a distintos factores, como el envejecimiento de la población estadounidense, la mano de obra inmigrante ha mantenido su demanda, pero las condiciones han dejado de estar reguladas por los Estados, dejando un vacío que ocuparon los grupos criminales de tráfico de personas y un mercado laboral abusivo ante la incertidumbre jurídica.

En ese mismo año, se firmó un tratado bilateral para dar a nuestro país vecino la exclusividad de toda la producción mexicana exportable de materiales estratégicos para la guerra, a cambio de que Estados Unidos vendiera a México productos necesarios para su desarrollo industrial, dando lugar al periodo conocido como Industrialización por sustitución de importaciones, que tenía como propósito (cuyo cumplimiento es cuestionable), el de acabar con la dependencia de la economía enclave, desarrollando el sector secundario nacional.

En el contexto actual de la invasión rusa a Ucrania, el presidente López Obrador ofreció a su homólogo estadounidense Joe Biden 5 puntos clave para la integración y desarrollo regional, destacando dos de ellos por su similitud con los antes mencionados.

Por una parte, propuso un plan conjunto de inversión pública y privada para producir bienes estratégicos que actualmente se importan desde otros continentes, a fin de acabar con esta dependencia contemporánea surgida con el auge industrial de los llamados “Cuatro tigres asiáticos” (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur), y de otros fenómenos similares.

Además, y como punto principal de la agenda mexicana, el presidente AMLO hizo hincapié en la urgencia de garantizar trabajo y estancia legal en suelo estadounidense a las y los migrantes, respetando salarios, derechos laborales y condiciones dignas, logrando apuntalar el desarrollo de Estados Unidos con la fuerza laboral latina, cuyas remesas son el principal ingreso de la economía mexicana.

Como lo ha demostrado reiteradamente, el presidente López Obrador tiene una visión de futuro con un gran sentido histórico. Como mencionó en su más reciente visita a la Casa Blanca: la historia es la maestra de la vida.