/ miércoles 8 de abril de 2020

¡No te confundas!

Las instituciones bancarias han establecido una serie de beneficios o facilidades temporales para que los usuarios puedan diferir los pagos de sus créditos al consumo, a la vivienda y también a los créditos comerciales para mejorar su liquidez para mitigar los efectos asociados a la contingencia derivada del COVID-19.

Los apoyos deben considerarse como un alivio temporal de liquidez. Se trata de diferimientos, no de condonaciones. Por ésta razón, los usuarios deben acercarse a los bancos con los cuales tienen sus contratos, para que se verifique su situación en lo particular.

Dicho apoyo consiste básicamente en un periodo de gracia de 4 o hasta 6 meses, transcurrido dicho plazo deberás comenzar a pagarlo. Cada institución analizará caso por caso ya que se tienen que cumplir determinados requisitos por parte del acreditado, para ser sujeto del beneficio que se solicita.

Esta medida flexible se aplicarán a los siguientes préstamos: crédito automotriz, personal, de nómina, tarjetas de crédito y microcréditos. Para acceder a un apoyo de diferimiento de los pagos de un crédito, el usuario debe comunicarse con la institución financiera con la que tiene contratado el crédito para conocer los requisitos que se deben cumplir, entre los que se encuentran: que la cuenta esté en cartera vigente al 28 de febrero de 2020.

Asimismo, se debe acreditar que el usuario se ha visto afectado directamente como resultado de la situación que vive el país por la epidemia causada por el virus COVID-19. Que el crédito tenga una vigencia de vida, es decir, que ya se lleven ciertas mensualidades pagadas, generalmente más de la mitad del plazo originalmente establecido. Esto depende del criterio de cada Banco.

Es importante reiterar que las medidas de apoyo que los bancos podrán aplicar son de manera discrecional, esto es, no es obligatorio para los Bancos aceptar todas las solicitudes que les hagan los usuarios.

En lo general, lo que harán los bancos es renovar o reestructurar los créditos con un plazo de gracia de 4 meses, con posibilidades de extenderlos por 2 meses más, siempre y cuando este proceso se realice dentro de los 120 días naturales siguientes al 28 de febrero de 2020; esto es a partir del saldo insoluto que se tenía en febrero.

En casos particulares y a discreción de los Bancos las reestructuras o renovaciones podrán incluir quitas, condonaciones, bonificaciones o descuentos sobre el saldo del crédito, que permitan menores pagos o mensualidades

La renovación de estos créditos no será reportada por los Bancos como créditos vencidos ante las Sociedades de Información Crediticia, es decir, ante el Buró de Crédito o Círculo de Crédito. Esto es, no implicarán un deterioro o una mala nota en el historial crediticio de los acreditados, que los pudiera afectar posteriormente. En el caso particular de las Tarjetas de Crédito, el saldo que no se pague, sigue generando intereses de forma normal con la misma tasa hasta que se liquide en su totalidad.

Es importante que el usuario pregunte a su Banco: Cuál va a ser su saldo insoluto, es decir, cuánto se va a pagar después de transcurrido el plazo. Si va a continuar pagando la misma mensualidad, ésta va a aumentar o podría disminuir. Si van a aplicar una nueva tasa, o bien cuál va a ser el tratamiento que la institución financiera le dé a los intereses. Conviene estar seguro que, en su caso, la nueva tasa sea fija y no variable.

En el proceso de la reestructuración del crédito, es conveniente que el acreditado pregunte si podrá volver a utilizar el nuevo crédito o ya no, particularmente en el caso de tarjeta de crédito. Si el Banco le hará llegar una carta o documento con la reestructura acordada, para que se conozcan con claridad los nuevos términos y condiciones del crédito. Si se tiene la oportunidad, si puede realizar pagos anticipados del nuevo crédito.

La CONDUSEF sugiere a los usuarios analizar si verdaderamente necesitan reestructurar el crédito, porque sus ingresos o flujo de dinero que venían recibiendo regularmente ha disminuido por efectos de la situación que el país atraviesa por la epidemia.

Las instituciones bancarias han establecido una serie de beneficios o facilidades temporales para que los usuarios puedan diferir los pagos de sus créditos al consumo, a la vivienda y también a los créditos comerciales para mejorar su liquidez para mitigar los efectos asociados a la contingencia derivada del COVID-19.

Los apoyos deben considerarse como un alivio temporal de liquidez. Se trata de diferimientos, no de condonaciones. Por ésta razón, los usuarios deben acercarse a los bancos con los cuales tienen sus contratos, para que se verifique su situación en lo particular.

Dicho apoyo consiste básicamente en un periodo de gracia de 4 o hasta 6 meses, transcurrido dicho plazo deberás comenzar a pagarlo. Cada institución analizará caso por caso ya que se tienen que cumplir determinados requisitos por parte del acreditado, para ser sujeto del beneficio que se solicita.

Esta medida flexible se aplicarán a los siguientes préstamos: crédito automotriz, personal, de nómina, tarjetas de crédito y microcréditos. Para acceder a un apoyo de diferimiento de los pagos de un crédito, el usuario debe comunicarse con la institución financiera con la que tiene contratado el crédito para conocer los requisitos que se deben cumplir, entre los que se encuentran: que la cuenta esté en cartera vigente al 28 de febrero de 2020.

Asimismo, se debe acreditar que el usuario se ha visto afectado directamente como resultado de la situación que vive el país por la epidemia causada por el virus COVID-19. Que el crédito tenga una vigencia de vida, es decir, que ya se lleven ciertas mensualidades pagadas, generalmente más de la mitad del plazo originalmente establecido. Esto depende del criterio de cada Banco.

Es importante reiterar que las medidas de apoyo que los bancos podrán aplicar son de manera discrecional, esto es, no es obligatorio para los Bancos aceptar todas las solicitudes que les hagan los usuarios.

En lo general, lo que harán los bancos es renovar o reestructurar los créditos con un plazo de gracia de 4 meses, con posibilidades de extenderlos por 2 meses más, siempre y cuando este proceso se realice dentro de los 120 días naturales siguientes al 28 de febrero de 2020; esto es a partir del saldo insoluto que se tenía en febrero.

En casos particulares y a discreción de los Bancos las reestructuras o renovaciones podrán incluir quitas, condonaciones, bonificaciones o descuentos sobre el saldo del crédito, que permitan menores pagos o mensualidades

La renovación de estos créditos no será reportada por los Bancos como créditos vencidos ante las Sociedades de Información Crediticia, es decir, ante el Buró de Crédito o Círculo de Crédito. Esto es, no implicarán un deterioro o una mala nota en el historial crediticio de los acreditados, que los pudiera afectar posteriormente. En el caso particular de las Tarjetas de Crédito, el saldo que no se pague, sigue generando intereses de forma normal con la misma tasa hasta que se liquide en su totalidad.

Es importante que el usuario pregunte a su Banco: Cuál va a ser su saldo insoluto, es decir, cuánto se va a pagar después de transcurrido el plazo. Si va a continuar pagando la misma mensualidad, ésta va a aumentar o podría disminuir. Si van a aplicar una nueva tasa, o bien cuál va a ser el tratamiento que la institución financiera le dé a los intereses. Conviene estar seguro que, en su caso, la nueva tasa sea fija y no variable.

En el proceso de la reestructuración del crédito, es conveniente que el acreditado pregunte si podrá volver a utilizar el nuevo crédito o ya no, particularmente en el caso de tarjeta de crédito. Si el Banco le hará llegar una carta o documento con la reestructura acordada, para que se conozcan con claridad los nuevos términos y condiciones del crédito. Si se tiene la oportunidad, si puede realizar pagos anticipados del nuevo crédito.

La CONDUSEF sugiere a los usuarios analizar si verdaderamente necesitan reestructurar el crédito, porque sus ingresos o flujo de dinero que venían recibiendo regularmente ha disminuido por efectos de la situación que el país atraviesa por la epidemia.