Este texto es en solidaridad de los alumnos, docentes y padres de familia del Colegio Cervantes. También sobre el fallecimiento de Fernanda, alumna del ITAM.
“No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, y ese es el suicidio”, escribió Albert Camus. Se estima que a nivel mundial el suicidio es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años. Anualmente 800 mil personas deciden quitarse la vida. ¿Qué nos orilla a tomar esta decisión?
Sobre la muerte de Fernanda ocurrido hace un mes, generó la solidaridad por parte de la comunidad estudiantil en repudio a las irracionales exigencias de los docentes del ITAM. En su cuenta de Twitter, su madre reveló que “la causa de su muerte fue un prolongado ataque de epilepsia que su cuerpo no resistió”, producto del estrés. “Mi hija detestaba ese ambiente donde la empatía y la bondad de dichos profesores era inexistente”.
El mundo actual está regido por las banales pretensiones y excesos que llevan al límite nuestras vidas y nuestra felicidad, orillando al estrés, depresión, suicidio, ansiedad e incluso la dependencia al alcohol y los estupefacientes.
En nuestro país, el 17% de las personas presentan al menos un trastorno mental y sólo se atiende un 16% de las personas que tienen algún problema de salud mental. El Instituto Nacional de Psiquiatría revela que a nivel nacional sólo hay 5 mil psiquiatras.
Lo más lamentable es que México no cuenta con una ley que proteja el bienestar emocional de los mexicanos.
Este texto es sobre la responsabilidad de actuar en consecuencia, de tal manera que he presentado en el Senado de la República la iniciativa para crear la Ley General de Salud Mental, la cual busca crear los mecanismos adecuados para la promoción, prevención, evaluación, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y fomento de la salud mental en todas las instituciones de salud pública de los distintos órdenes de gobierno y el sector privado.
De igual manera, la iniciativa prevé la creación de un Plan Nacional de Salud Mental y que las principales instituciones de psiquiatría y neurología sean parte del Consejo Nacional de Salud Mental.
Por otro lado, he propuesto una iniciativa de ley para que todos los planteles de educación básica cuenten con profesionales de la salud mental, con la finalidad de prevenir hechos como los ocurridos en Torreón. Este proyecto de ley busca a su vez erradicar el abuso sexual, acoso escolar, embarazo en adolescentes y conductas antisociales.
Urge atención inmediata, de no hacerlo, estaremos violando el derecho a la salud mental, un derecho humano.
