/ miércoles 15 de mayo de 2019

Al maestro con cariño

Escribo estas líneas previo al día del maestro, baso estas en un importante libro titulado “El maestro Ideal” en el cual se dice que el maestro tiene varias virtudes como lo es ser impulsor es decir un iniciador del avance.

Una persona que ayuda a sus alumnos a dejar lo viejo para que lo nuevo pueda ser experimentado, es un impulso que se esfuerza en conocer, en el caso de cada alumno, que creencias y costumbres conserva éste que en la actualidad se oponen al progreso y lo ayuda a desecharlas o cambiarlas por otras más adecuadas. Para realizar esta función, el maestro debe percibir lo que útil y que tal vez perjudicial en una determinada etapa del desarrollo y también lo que puede ser útil y beneficioso.

El maestro es una autoridad, alguien que sabe y tiene conciencia de ello, debe saber; no todas las cosas, naturalmente, ni tampoco sabe por completo una cosa, ya que eso es imposible, pero debe saber mucho. La tradición de más de un millar de años lo espera; el mismo término lo exige, el maestro debe ser capaz de decir “no se” pues, a menudo, esto será cierto y para el maestro la verdad es de gran valor. Pero no tiene que ser necesario para él decirlo y reconocerlo. El maestro prudente no niega o menosprecia lo que sabe, mi tampoco miente o simula sabe cuándo no sabe. La clave aquí es un equilibrio efectivo, como ocurre con frecuencia, es la sinceridad o integridad.

Es también el maestro un narrador por su propia naturaleza está en el preocuparse por sí mismo y hacer preguntas sobre la existencia y su relación con ella. Sería imposible que para él aparecer en su ambiente y saber cómo referirse a ella adecuadamente, es saber algo desde sus comienzos y aunque una explicación no puede cambiar el hecho de que es y conocer cómo y cuándo sucede que es una criatura de la tierra.

La enseñanza está relacionada estrechamente con la personalidad, las variadas actividades del maestro tienen una realidad y un significado cuando están expresadas en una personalidad individual, además actúa sobre ésta y la influyen considerablemente. La enseñanza no siempre daña o deforma la personalidad, sólo una completa compresión de la naturaleza de su trabajo confortará al maestro mientras se esfuerza por aumentar sus capacidades se advierte en las páginas del libro, apoyándose en sus propias y amplias experiencias en la enseñanza. Los autores describen y evalúan los variados y cada vez más numerosos papeles que el maestro debe asumir si ha de tener éxito en su tarea; los de guía, modelo, investigador, creador, actor, estudiante, y evaluador son sólo unos pocos de esos papeles. Los vastos e ilustrantes ejemplos son alusiones y analogías que exponen y seducen al formador de conciencias, un tema por demás interesante en estos actuales tiempos de cambio donde ya se verá la profesionalización y preparación del docente en esta nueva reforma educativa recién aprobada en el país y en Zacatecas.

Mi reconocimiento a todos aquellos maestros que me han formado a lo largo de mi vida académica y profesional y que trato al menos de dignificar con el trabajo de la enseñanza a diario en aula, para lograr en nuestros alumnos seres cada vez más críticos y preparados de cara los desafíos que enfrentan los nuevos tiempos. (Las ideas corresponden al libro titulado: el maestro ideal, autores Earl V. Pullias, James D. Young bajo el sello de la editorial Pax México).

Escribo estas líneas previo al día del maestro, baso estas en un importante libro titulado “El maestro Ideal” en el cual se dice que el maestro tiene varias virtudes como lo es ser impulsor es decir un iniciador del avance.

Una persona que ayuda a sus alumnos a dejar lo viejo para que lo nuevo pueda ser experimentado, es un impulso que se esfuerza en conocer, en el caso de cada alumno, que creencias y costumbres conserva éste que en la actualidad se oponen al progreso y lo ayuda a desecharlas o cambiarlas por otras más adecuadas. Para realizar esta función, el maestro debe percibir lo que útil y que tal vez perjudicial en una determinada etapa del desarrollo y también lo que puede ser útil y beneficioso.

El maestro es una autoridad, alguien que sabe y tiene conciencia de ello, debe saber; no todas las cosas, naturalmente, ni tampoco sabe por completo una cosa, ya que eso es imposible, pero debe saber mucho. La tradición de más de un millar de años lo espera; el mismo término lo exige, el maestro debe ser capaz de decir “no se” pues, a menudo, esto será cierto y para el maestro la verdad es de gran valor. Pero no tiene que ser necesario para él decirlo y reconocerlo. El maestro prudente no niega o menosprecia lo que sabe, mi tampoco miente o simula sabe cuándo no sabe. La clave aquí es un equilibrio efectivo, como ocurre con frecuencia, es la sinceridad o integridad.

Es también el maestro un narrador por su propia naturaleza está en el preocuparse por sí mismo y hacer preguntas sobre la existencia y su relación con ella. Sería imposible que para él aparecer en su ambiente y saber cómo referirse a ella adecuadamente, es saber algo desde sus comienzos y aunque una explicación no puede cambiar el hecho de que es y conocer cómo y cuándo sucede que es una criatura de la tierra.

La enseñanza está relacionada estrechamente con la personalidad, las variadas actividades del maestro tienen una realidad y un significado cuando están expresadas en una personalidad individual, además actúa sobre ésta y la influyen considerablemente. La enseñanza no siempre daña o deforma la personalidad, sólo una completa compresión de la naturaleza de su trabajo confortará al maestro mientras se esfuerza por aumentar sus capacidades se advierte en las páginas del libro, apoyándose en sus propias y amplias experiencias en la enseñanza. Los autores describen y evalúan los variados y cada vez más numerosos papeles que el maestro debe asumir si ha de tener éxito en su tarea; los de guía, modelo, investigador, creador, actor, estudiante, y evaluador son sólo unos pocos de esos papeles. Los vastos e ilustrantes ejemplos son alusiones y analogías que exponen y seducen al formador de conciencias, un tema por demás interesante en estos actuales tiempos de cambio donde ya se verá la profesionalización y preparación del docente en esta nueva reforma educativa recién aprobada en el país y en Zacatecas.

Mi reconocimiento a todos aquellos maestros que me han formado a lo largo de mi vida académica y profesional y que trato al menos de dignificar con el trabajo de la enseñanza a diario en aula, para lograr en nuestros alumnos seres cada vez más críticos y preparados de cara los desafíos que enfrentan los nuevos tiempos. (Las ideas corresponden al libro titulado: el maestro ideal, autores Earl V. Pullias, James D. Young bajo el sello de la editorial Pax México).