/ domingo 10 de octubre de 2021

Combatir la corrupción

Durante décadas hemos sido testigos del avance de la corrupción, pero como sociedad la hemos normalizado a tal extremo, que cuando se comete un acto ilícito, seguimos conviviendo con la impunidad y la indolencia de la autoridad como algo tan cotidiano que dejó de ser relevante en el discurso de las instituciones.

Por ejemplo, en materia del derecho penal, el 94 por ciento de los delitos no se denuncian, lo que alienta la impunidad en todos los órdenes, y no se denuncia porque la confianza en el ministerio público apenas alcanza el seis por ciento. Según reveló en su reciente estudio la organización “México Evalúa”.

Estas cifras revelan la poca credibilidad en el ministerio público y en general en todas las instituciones del gobierno, por lo que la corrupción ha ido avanzando a tal grado, que se ha convertido, hasta nuestros días en el principal problema de tipo social.

Hablar de políticos en primer momento es igual a pensar en corrupción en cualquiera de sus manifestaciones.

En Zacatecas, con la llegada al poder ejecutivo de David Monreal, se abrió una ventana de oportunidad para el combate a la corrupción y ejemplificar, con hechos, que la honestidad puede ser el distintivo de la actual forma de ejercer el gobierno.

La semana que concluye, David Monreal le ha pedido a los sectores de la población que si conocen actos o hechos de corrupción que de inmediato se los hagan saber.

El mandatario estatal debe saber que existen, al menos en tema educativo, un sinnúmero de irregularidades y actos de corrupción cometidos en el Gobierno de Alejandro Tello y ejecutados por sus secretarias de educación Gema Mercado y Lourdes de la Rosa.

Esas plazas de las que habló el gobernador el viernes pasado, son las que efectivamente ocupan operadores políticos del PRI, especialmente actores como Otilio Rivera, Juan Francisco Cuevas Arredondo y Daniel Rodríguez Lemus.

Sin duda que en su momento, la operadora de todo ello, Ana Lilia Rojas, quien era la directora de Capital Humano, podrá abrir la caja de pandora. Y los documentos obran en poder del autor.

Para David Monreal, asumir el costo político que significó retrasar, por la falta de recursos, como él mismo dijo, el pago a los trabajadores de la educación de la nómina estatal, puede ser el parteaguas para legitimar su gobierno y cimentar el combate a la corrupción.

Lo que debe hacer es que las autoridades competentes ya no expliquen públicamente nada de lo anterior, sino que acudan a las instancias respectivas y denunciar a todos los involucrados en los actos corruptos.

Esa sola acción, puede ser el nuevo rumbo que Zacatecas espera. Y si el gobernador quiere documentos, con gusto los ponemos a su disposición.

Durante décadas hemos sido testigos del avance de la corrupción, pero como sociedad la hemos normalizado a tal extremo, que cuando se comete un acto ilícito, seguimos conviviendo con la impunidad y la indolencia de la autoridad como algo tan cotidiano que dejó de ser relevante en el discurso de las instituciones.

Por ejemplo, en materia del derecho penal, el 94 por ciento de los delitos no se denuncian, lo que alienta la impunidad en todos los órdenes, y no se denuncia porque la confianza en el ministerio público apenas alcanza el seis por ciento. Según reveló en su reciente estudio la organización “México Evalúa”.

Estas cifras revelan la poca credibilidad en el ministerio público y en general en todas las instituciones del gobierno, por lo que la corrupción ha ido avanzando a tal grado, que se ha convertido, hasta nuestros días en el principal problema de tipo social.

Hablar de políticos en primer momento es igual a pensar en corrupción en cualquiera de sus manifestaciones.

En Zacatecas, con la llegada al poder ejecutivo de David Monreal, se abrió una ventana de oportunidad para el combate a la corrupción y ejemplificar, con hechos, que la honestidad puede ser el distintivo de la actual forma de ejercer el gobierno.

La semana que concluye, David Monreal le ha pedido a los sectores de la población que si conocen actos o hechos de corrupción que de inmediato se los hagan saber.

El mandatario estatal debe saber que existen, al menos en tema educativo, un sinnúmero de irregularidades y actos de corrupción cometidos en el Gobierno de Alejandro Tello y ejecutados por sus secretarias de educación Gema Mercado y Lourdes de la Rosa.

Esas plazas de las que habló el gobernador el viernes pasado, son las que efectivamente ocupan operadores políticos del PRI, especialmente actores como Otilio Rivera, Juan Francisco Cuevas Arredondo y Daniel Rodríguez Lemus.

Sin duda que en su momento, la operadora de todo ello, Ana Lilia Rojas, quien era la directora de Capital Humano, podrá abrir la caja de pandora. Y los documentos obran en poder del autor.

Para David Monreal, asumir el costo político que significó retrasar, por la falta de recursos, como él mismo dijo, el pago a los trabajadores de la educación de la nómina estatal, puede ser el parteaguas para legitimar su gobierno y cimentar el combate a la corrupción.

Lo que debe hacer es que las autoridades competentes ya no expliquen públicamente nada de lo anterior, sino que acudan a las instancias respectivas y denunciar a todos los involucrados en los actos corruptos.

Esa sola acción, puede ser el nuevo rumbo que Zacatecas espera. Y si el gobernador quiere documentos, con gusto los ponemos a su disposición.