/ domingo 31 de enero de 2021

Elecciones en la UAZ

El proceso electoral de la Universidad Autónoma de Zacatecas llega a su final, y agudiza la incertidumbre respecto a la validez del sistema digital que fue aprobado para experimentar una nueva forma de elegir a las autoridades de la institución.

Lo obsoleto y caduco del modelo de elección del rector contrasta con la avanzada idea de que se elija de manera eficaz mediante un modelo que aún no ha sido probado.

La legitimidad de la Comisión Electoral Universitaria, que a lo largo de este proceso electoral, dio muestras de su actuar poco serio e imparcial, al no dejar participar en la contienda a dos candidatos de las unidades de Derecho y Ciencias de la Tierra, está en duda.

Los argumentos inconsistentes, evidencian el sesgo electoral a favor de un candidato a la rectoría.

El proceso electoral es extraordinario y no se puede alegar incumplimiento a la convocatoria, porque de entrada debió celebrarse en el mes de mayo del año 2020.

La pandemia obligó a posponer la elección y ahora los funcionarios universitarios, que por mandato de ley debieron separarse del cargo meses antes de la contienda, solo pidieron licencia 48 horas antes de registrarse como aspirantes a los distintos cargos. La Comisión Electoral no midió con la misma severidad a cada uno de los aspirantes.

Ahora el Instituto Nacional Electoral pone en duda la legitimidad de la elección, toda vez que solicitó al Instituto Electoral del Estado, transparentar la auditoría al sistema electrónico electoral de la UAZ, toda vez que el IEEZ que emitió un dictamen que no tiene nombre, firma y cargo.

La lectura, por lo tanto, es que existe un grave riesgo de legitimidad y eventualmente de legalidad en el resultado electoral, ya que el Instituto Nacional Electoral tiene graves dudas de la transparencia del sistema. Y si eso no se transparenta antes del viernes, la credibilidad se vuelve polvo.

Se observa un sistema electoral vulnerable que supone una creciente falta de legitimidad y además es un sistema electrónico excluyente y que vulnera derechos humanos.

Para poder votar el cinco de febrero, todos los universitarios, maestros, estudiantes y trabajadores, se ven obligados a registrarse en el sistema para obtener una credencial digital; posteriormente, mediante el uso de una computadora que tenga cámara, acceder a padrón para verificar que está debidamente habilitado para emitir su voto y posteriormente votar mediante el uso de la credencial digital y en el que se dice, queda garantizada la secrecía del voto.

Un alto número de estudiantes no tiene una computadora para acceder a sus clases, menos va a tener posibilidades de registrarse para votar. El abstencionismo será más grande y la legitimidad de las autoridades electas quedará en entredicho. La UAZ en una encrucijada.

El proceso electoral de la Universidad Autónoma de Zacatecas llega a su final, y agudiza la incertidumbre respecto a la validez del sistema digital que fue aprobado para experimentar una nueva forma de elegir a las autoridades de la institución.

Lo obsoleto y caduco del modelo de elección del rector contrasta con la avanzada idea de que se elija de manera eficaz mediante un modelo que aún no ha sido probado.

La legitimidad de la Comisión Electoral Universitaria, que a lo largo de este proceso electoral, dio muestras de su actuar poco serio e imparcial, al no dejar participar en la contienda a dos candidatos de las unidades de Derecho y Ciencias de la Tierra, está en duda.

Los argumentos inconsistentes, evidencian el sesgo electoral a favor de un candidato a la rectoría.

El proceso electoral es extraordinario y no se puede alegar incumplimiento a la convocatoria, porque de entrada debió celebrarse en el mes de mayo del año 2020.

La pandemia obligó a posponer la elección y ahora los funcionarios universitarios, que por mandato de ley debieron separarse del cargo meses antes de la contienda, solo pidieron licencia 48 horas antes de registrarse como aspirantes a los distintos cargos. La Comisión Electoral no midió con la misma severidad a cada uno de los aspirantes.

Ahora el Instituto Nacional Electoral pone en duda la legitimidad de la elección, toda vez que solicitó al Instituto Electoral del Estado, transparentar la auditoría al sistema electrónico electoral de la UAZ, toda vez que el IEEZ que emitió un dictamen que no tiene nombre, firma y cargo.

La lectura, por lo tanto, es que existe un grave riesgo de legitimidad y eventualmente de legalidad en el resultado electoral, ya que el Instituto Nacional Electoral tiene graves dudas de la transparencia del sistema. Y si eso no se transparenta antes del viernes, la credibilidad se vuelve polvo.

Se observa un sistema electoral vulnerable que supone una creciente falta de legitimidad y además es un sistema electrónico excluyente y que vulnera derechos humanos.

Para poder votar el cinco de febrero, todos los universitarios, maestros, estudiantes y trabajadores, se ven obligados a registrarse en el sistema para obtener una credencial digital; posteriormente, mediante el uso de una computadora que tenga cámara, acceder a padrón para verificar que está debidamente habilitado para emitir su voto y posteriormente votar mediante el uso de la credencial digital y en el que se dice, queda garantizada la secrecía del voto.

Un alto número de estudiantes no tiene una computadora para acceder a sus clases, menos va a tener posibilidades de registrarse para votar. El abstencionismo será más grande y la legitimidad de las autoridades electas quedará en entredicho. La UAZ en una encrucijada.