/ domingo 12 de septiembre de 2021

Inicia el nuevo régimen

En el lenguaje de la política, el vocablo gabinete es de los más conocidos, utilizados y polemizados en cuanta conversación se registra hablando del tema. Especialmente en los tiempos como los que vive Zacatecas, donde, previo a que se conozcan los nombres de titulares de las dependencias, la especulación es el marco propicio para jugar al adivino o al experto analista.

El concepto Gabinete es un término extraño a lo que representa el régimen que vive nuestro país y que está, necesariamente vinculado al poder ejecutivo. Se convierte, el concepto, en la extensión de la ejecución de las políticas públicas de quien ostenta el cargo más elevado de la entidad federativa.

Zacatecas no es la excepción. Existen grupos políticos que mantienen el control de las instancias de poder. Es una élite con capacidad para sostener las pautas que permiten el funcionamiento de la sociedad y se monopoliza el régimen del Estado, en este caso, elevando el rango de los grupos sociales que forman del poder ejecutivo.

Hoy en Zacatecas, en medio de la esperanza y de la actitud de cambio que se percibe en la sociedad, la máxima figura del Gobierno es David Monreal Ávila, nuevo gobernador del estado, y lo será durante los próximos seis años. Su indiscutible preponderancia, derivará en las facultades que por ley le son reservados a su nueva investidura.

El Gobernador del Estado de Zacatecas, como cabeza del Estado y titular del Poder Ejecutivo y de la administración pública, acumulará una gran cantidad de tareas y acciones que para ejercer sus prerrogativas habrá de requerir de personas que le auxilien en las tareas de gobierno.

Vendrán secretarios de despacho, subsecretarios, directores, coordinadores y más, que habrán de ejercer las potestades e influencias de consideración necesarias para sacar del estancamiento en el que se encuentra la entidad.

El gabinete es una figura que recibe la mayor atención al momento de las designaciones o remociones de sus diferentes miembros. También suscita encontrados debates por acciones que llegan a brotar de las decisiones que surgen de sus distintas reuniones. Empero, la mecánica de su integración y funcionamiento, son aspectos donde predominan las tradiciones sobre la normatividad, especialmente por los rasgos dominantes del presidencialismo mexicano.

Hoy se debaten perfiles y nombres. Debe prevalecer la virtud de la serenidad y la actitud profesional y siempre humilde de quienes habrán de conducir junto al Titular del Poder Ejecutivo el rumbo del Estado. Zacatecas no requiere nuevos ricos, Zacatecas no necesita una nueva élite; Zacatecas requiere, como lo ha dicho el propio David Monreal Ávila gente comprometida con su pueblo y que asuma los desafíos de la nueva gobernanza con entereza y sacrificio. No hay tiempo de improvisar. Zacatecas no requiere cotos de poder, ni mafias perversas que se sirvan del poder.

En el lenguaje de la política, el vocablo gabinete es de los más conocidos, utilizados y polemizados en cuanta conversación se registra hablando del tema. Especialmente en los tiempos como los que vive Zacatecas, donde, previo a que se conozcan los nombres de titulares de las dependencias, la especulación es el marco propicio para jugar al adivino o al experto analista.

El concepto Gabinete es un término extraño a lo que representa el régimen que vive nuestro país y que está, necesariamente vinculado al poder ejecutivo. Se convierte, el concepto, en la extensión de la ejecución de las políticas públicas de quien ostenta el cargo más elevado de la entidad federativa.

Zacatecas no es la excepción. Existen grupos políticos que mantienen el control de las instancias de poder. Es una élite con capacidad para sostener las pautas que permiten el funcionamiento de la sociedad y se monopoliza el régimen del Estado, en este caso, elevando el rango de los grupos sociales que forman del poder ejecutivo.

Hoy en Zacatecas, en medio de la esperanza y de la actitud de cambio que se percibe en la sociedad, la máxima figura del Gobierno es David Monreal Ávila, nuevo gobernador del estado, y lo será durante los próximos seis años. Su indiscutible preponderancia, derivará en las facultades que por ley le son reservados a su nueva investidura.

El Gobernador del Estado de Zacatecas, como cabeza del Estado y titular del Poder Ejecutivo y de la administración pública, acumulará una gran cantidad de tareas y acciones que para ejercer sus prerrogativas habrá de requerir de personas que le auxilien en las tareas de gobierno.

Vendrán secretarios de despacho, subsecretarios, directores, coordinadores y más, que habrán de ejercer las potestades e influencias de consideración necesarias para sacar del estancamiento en el que se encuentra la entidad.

El gabinete es una figura que recibe la mayor atención al momento de las designaciones o remociones de sus diferentes miembros. También suscita encontrados debates por acciones que llegan a brotar de las decisiones que surgen de sus distintas reuniones. Empero, la mecánica de su integración y funcionamiento, son aspectos donde predominan las tradiciones sobre la normatividad, especialmente por los rasgos dominantes del presidencialismo mexicano.

Hoy se debaten perfiles y nombres. Debe prevalecer la virtud de la serenidad y la actitud profesional y siempre humilde de quienes habrán de conducir junto al Titular del Poder Ejecutivo el rumbo del Estado. Zacatecas no requiere nuevos ricos, Zacatecas no necesita una nueva élite; Zacatecas requiere, como lo ha dicho el propio David Monreal Ávila gente comprometida con su pueblo y que asuma los desafíos de la nueva gobernanza con entereza y sacrificio. No hay tiempo de improvisar. Zacatecas no requiere cotos de poder, ni mafias perversas que se sirvan del poder.