/ domingo 6 de octubre de 2019

La promesa incumplida

Era el 12 de junio del año 2016.

Ese día Alejandro Tello Cristerna acudió a las oficinas del Instituto Electoral de Estado de Zacatecas (IEEZ), cuyo titular entregó la Constancia de Mayoría que lo acreditó como gobernador electo de la entidad.

Con el documento en las manos, en su primer discurso, se comprometió a incluir en su equipo de trabajo a hombres y mujeres de talento, y reiteró su compromiso de campaña de que “habrá rostros nuevos, gente que nunca ha trabajado en el gobierno”, tal como se lee en la nota de MVS Noticias de esa fecha.

Más aún, el 12 de septiembre del 2016, en su discurso de toma de posesión, a sus amigos les pidió comprensión y les aclaró que el gobierno “no es una agencia de colocaciones”, y se comprometió a realizar un minucioso análisis de cada perfil y pidió, entonces, que le permitieran gobernar sin lastimar a Zacatecas.

Todo esto viene a cuento porque ahora que comienza a hacer verdadera crisis el sistema educativo estatal, y que no existen las fuentes de financiamiento para salvar el grave déficit en esta materia que alcanza los casi dos mil millones de pesos, y ahora que las dos secciones del SNTE en la entidad, están exigiendo que se deje de “culpar a los maestros por el desfalco que existe en la entidad”; el gobernador ha nombrado un equipo bastante mediocre en la conducción del sistema educativo estatal.

La secretaria de Educación, Gema Mercado, prácticamente se quedó sola y aislada en medio de un equipo que más que operación educativa, lo que sabe hacer es operación política. En síntesis, el gobernador no cumplió con lo prometido aquel 12 de junio del 2016.

En los nombramientos en la SEDUZAC ni rostros nuevos, ni gente que no ha trabajado en el gobierno. Una promesa incumplida.

Esto dibuja perfectamente el brazo político en el que han convertido a la Secretaría de Educación de Zacatecas. Con ellos, no creo que se genere una condición para superar el grave déficit financiero al que ellos mismos contribuyeron.

Poco alentador luce el panorama con esos rostros, ya que tienen como prioridad el 2021 para tratar de recuperar el poder para el proyecto alonsista.

La Secretaría de Educación se convirtió en todo, menos en la dependencia que regula y norma la vida y condiciones de los trabajadores del magisterio.

El rumbo de la educación se perdió. No hay perfiles técnicos, pedagógicos y mucho menos capacitados en la administración de la educación. Los perfiles son políticos y no responden al interés del gobierno de Alejandro Tello. Su interés está en Fernando Villalpando y en la impunidad.

Era el 12 de junio del año 2016.

Ese día Alejandro Tello Cristerna acudió a las oficinas del Instituto Electoral de Estado de Zacatecas (IEEZ), cuyo titular entregó la Constancia de Mayoría que lo acreditó como gobernador electo de la entidad.

Con el documento en las manos, en su primer discurso, se comprometió a incluir en su equipo de trabajo a hombres y mujeres de talento, y reiteró su compromiso de campaña de que “habrá rostros nuevos, gente que nunca ha trabajado en el gobierno”, tal como se lee en la nota de MVS Noticias de esa fecha.

Más aún, el 12 de septiembre del 2016, en su discurso de toma de posesión, a sus amigos les pidió comprensión y les aclaró que el gobierno “no es una agencia de colocaciones”, y se comprometió a realizar un minucioso análisis de cada perfil y pidió, entonces, que le permitieran gobernar sin lastimar a Zacatecas.

Todo esto viene a cuento porque ahora que comienza a hacer verdadera crisis el sistema educativo estatal, y que no existen las fuentes de financiamiento para salvar el grave déficit en esta materia que alcanza los casi dos mil millones de pesos, y ahora que las dos secciones del SNTE en la entidad, están exigiendo que se deje de “culpar a los maestros por el desfalco que existe en la entidad”; el gobernador ha nombrado un equipo bastante mediocre en la conducción del sistema educativo estatal.

La secretaria de Educación, Gema Mercado, prácticamente se quedó sola y aislada en medio de un equipo que más que operación educativa, lo que sabe hacer es operación política. En síntesis, el gobernador no cumplió con lo prometido aquel 12 de junio del 2016.

En los nombramientos en la SEDUZAC ni rostros nuevos, ni gente que no ha trabajado en el gobierno. Una promesa incumplida.

Esto dibuja perfectamente el brazo político en el que han convertido a la Secretaría de Educación de Zacatecas. Con ellos, no creo que se genere una condición para superar el grave déficit financiero al que ellos mismos contribuyeron.

Poco alentador luce el panorama con esos rostros, ya que tienen como prioridad el 2021 para tratar de recuperar el poder para el proyecto alonsista.

La Secretaría de Educación se convirtió en todo, menos en la dependencia que regula y norma la vida y condiciones de los trabajadores del magisterio.

El rumbo de la educación se perdió. No hay perfiles técnicos, pedagógicos y mucho menos capacitados en la administración de la educación. Los perfiles son políticos y no responden al interés del gobierno de Alejandro Tello. Su interés está en Fernando Villalpando y en la impunidad.