/ domingo 7 de noviembre de 2021

La “transparencia” de los diputados corruptos

Mucho tendrán que aclarar Gabriela Pinedo Morales y Jesús Padilla Estrada, hoy secretarios General de Gobierno y del Campo, respectivamente, ante la grave acusación que hizo este viernes el diputado local de su partido Ernesto González Romo, quien además deja ver que no sólo ellos, sino otros diputados que repiten como Roxana Muñoz, José Guadalupe Correa, Juan Mendoza Maldonado y otros más de la pasada legislatura, pudieron haber defraudado a los zacatecanos con al menos 200 millones de pesos.

Al no dar nombres de los 25 diputados involucrados en la compra de facturas falsas para lograr “saquear” las finanzas del Congreso del Estado, deja abierta la puerta a la especulación de que cualquiera pudo incurrir en esa situación, incluidos los otros impolutos diputados morenistas como Omar Carrera Pérez y Héctor Menchaca, quien además al ser un hombre libre y de buenas costumbres, debe aclarar si es que él no lo hizo. La verdad ante todo, juran los masones.

Esta grave acusación, de la que aún no da nombres, abre la posibilidad de que algunos de los férreos defensores de la Cuarta Transformación enfrenten la disyuntiva de asumir con responsabilidad su salida de inmediato del gobierno por no tener la calidad moral para mantener el cargo, o bien, asumir el escarnio y enfrentar la posible denuncia por delincuencia organizada y delitos fiscales, ya que puede ser el mayor escándalo de corrupción en Zacatecas.

Para lograr este propósito, los 25 diputados locales involucrados, utilizaron empresas falsas y generaron esquemas de triangulación por el orden de 200 millones de pesos, donde las empresas que facturaban, por cada 200 mil pesos, se quedaban con 20 mil pesos, devolviendo en efectivo, los 180 mil restantes a cada diputado, concretando así, el mayor fraude organizado del que se tenga memoria.

Ya lo dijo el propio diputado Ernesto González, si hay justicia, al menos, 25 de los 30 diputados de la pasada legislatura deberían terminar en la cárcel y no ejerciendo cargos en el gobierno de David Monreal.

El buen juez por su casa empieza, y si el diputado González Romo miente, entonces, todos los diputados de la pasada Legislatura, deberán hacer algo que antes no lograron, al menos en tres años, es decir el consenso y actuar en consecuencia, porque ahora depende que aclaren la situación, porque si no lo hacen de esa manera, al menos los que son secretarios de estado, obligan al gobernador a tomar una decisión, y esa es al menos moral y personal.

Gabriela Pinedo y Jesús Padilla, Héctor Menchaca y los diputados que repiten en el encargo, deben, por congruencia solicitar licencia en lo que se aclara la situación. Cero tolerancia a la corrupción dijo el gobernador David Monreal. Los queremos ver.

Mucho tendrán que aclarar Gabriela Pinedo Morales y Jesús Padilla Estrada, hoy secretarios General de Gobierno y del Campo, respectivamente, ante la grave acusación que hizo este viernes el diputado local de su partido Ernesto González Romo, quien además deja ver que no sólo ellos, sino otros diputados que repiten como Roxana Muñoz, José Guadalupe Correa, Juan Mendoza Maldonado y otros más de la pasada legislatura, pudieron haber defraudado a los zacatecanos con al menos 200 millones de pesos.

Al no dar nombres de los 25 diputados involucrados en la compra de facturas falsas para lograr “saquear” las finanzas del Congreso del Estado, deja abierta la puerta a la especulación de que cualquiera pudo incurrir en esa situación, incluidos los otros impolutos diputados morenistas como Omar Carrera Pérez y Héctor Menchaca, quien además al ser un hombre libre y de buenas costumbres, debe aclarar si es que él no lo hizo. La verdad ante todo, juran los masones.

Esta grave acusación, de la que aún no da nombres, abre la posibilidad de que algunos de los férreos defensores de la Cuarta Transformación enfrenten la disyuntiva de asumir con responsabilidad su salida de inmediato del gobierno por no tener la calidad moral para mantener el cargo, o bien, asumir el escarnio y enfrentar la posible denuncia por delincuencia organizada y delitos fiscales, ya que puede ser el mayor escándalo de corrupción en Zacatecas.

Para lograr este propósito, los 25 diputados locales involucrados, utilizaron empresas falsas y generaron esquemas de triangulación por el orden de 200 millones de pesos, donde las empresas que facturaban, por cada 200 mil pesos, se quedaban con 20 mil pesos, devolviendo en efectivo, los 180 mil restantes a cada diputado, concretando así, el mayor fraude organizado del que se tenga memoria.

Ya lo dijo el propio diputado Ernesto González, si hay justicia, al menos, 25 de los 30 diputados de la pasada legislatura deberían terminar en la cárcel y no ejerciendo cargos en el gobierno de David Monreal.

El buen juez por su casa empieza, y si el diputado González Romo miente, entonces, todos los diputados de la pasada Legislatura, deberán hacer algo que antes no lograron, al menos en tres años, es decir el consenso y actuar en consecuencia, porque ahora depende que aclaren la situación, porque si no lo hacen de esa manera, al menos los que son secretarios de estado, obligan al gobernador a tomar una decisión, y esa es al menos moral y personal.

Gabriela Pinedo y Jesús Padilla, Héctor Menchaca y los diputados que repiten en el encargo, deben, por congruencia solicitar licencia en lo que se aclara la situación. Cero tolerancia a la corrupción dijo el gobernador David Monreal. Los queremos ver.