/ miércoles 19 de septiembre de 2018

¿Quienes ayudaron a López Obrador y a Oralia López?

Las pasadas elecciones históricas, para la renovación de los tres poderes del gobierno de la República, en las que se produjo un Tsunami atípico volcado en las urnas por los electores, continúa siendo objeto de analistas, del porqué del fenómeno, para lo cual se manejan diferentes hipótesis y variables, algunas muy obvias:

López Obrador realizó una precampaña durante 20 años, recorrió prácticamente todo el país haciendo la talacha conviviendo con gente de comunidades rurales, con líderes, con mafias sempiternas, con campesinos de la sierra, con indígenas, jóvenes, estudiantes, universitarios, empresarios, organizaciones políticas, religiosas, entre otras.

Zacatecas no fue privativo de los “baños de pueblo”, del Peje; por ejemplo degustó las clásicas gorditas de “Las Cazuelas”, en la colonia popular de Tres Cruces, en la zona conurbada con Guadalupe; se mezcló con la gente como un comensal más sin distingos protocolarios, la estrategia y la táctica, fue sumar votos y funcionó. Este fue el plan para llegar a Los Pinos.

Por otra parte, capitalizó los hartazgos del partido en el poder, “decía la mafia”, el cinismo de algunos gobernadores que vaciaron las arcas de sus entidades ante la pobreza de los de abajo; aquí caben todos los partidos políticos, o sea ellos le dieron parte del triunfo.

En ese lapso en busca de la presidencia en elecciones panistas consideró que le “robaron la elección”, por lo que se colocó “La Banda Presidencial” y nombró su gabinete itinerante. Como no fue legal, más bien un “show”, para darle color a los procesos electorales; de otro modo se cometería un delito, en estos momentos, porque en México está la máxima: “Sufragio Efectivo, No Reelección”.

Pero la pregunta es, además de lo descrito, ¿Quienes le ayudaron?, hasta donde se sabe fueron dos mujeres de nombres: Doña Paciencia y Doña Constancia, que en un momento de desesperación en plena lucha de lodo, vituperios, ataques, denostaciones, suciedad de todo tipo, denuncias y golpes bajos, declaró: “ si no gano la elección presidencial me voy a la Chingada” (así se llama su rancho en Palenque, Chiapas).

El caso de Oralia López Chávez, alcaldesa de San José de la Isla (Genaro Codina) su triunfo electoral tiene similitud en relación a la lucha en favor de los que menos tienen a través de gestiones ante instancias institucionales. Alguna ocasión la observé con un grupo de mujeres en la comunidad La Moradilla cargando piedras para empedrar un camino. Los “baños de rancho” (los de pueblo son más nais) cubrieron todas las comunidades con un arduo trabajo social sin reflectores o fotografías acartonadas, en ella se destaca la humildad, la sencillez y su espíritu colaborativo.

Apostilla: Lo último: Martí Batres (Buitre) en el senado “un novato”; Mario Delgado, arrogante, soberbio, irónico, prepotente y tartufo, que ni una coma quedará de la Reforma Educativa, es un payaso, con mi respeto a los payasos verdaderos profesionales de su oficio. El Canelo: un ídolo de barro, inflado y de papel. El gabinetazo formado por todos los que se colgaron de Obrador, por su mediocridad ni en su casa habrían votado por ellos… dicen que “están aprendiendo”, que poca… “México está en bancarrota”, “lapsus lingua” del Peje, porque no es tal, despotricó, sus emociones lo traicionaron …


Las pasadas elecciones históricas, para la renovación de los tres poderes del gobierno de la República, en las que se produjo un Tsunami atípico volcado en las urnas por los electores, continúa siendo objeto de analistas, del porqué del fenómeno, para lo cual se manejan diferentes hipótesis y variables, algunas muy obvias:

López Obrador realizó una precampaña durante 20 años, recorrió prácticamente todo el país haciendo la talacha conviviendo con gente de comunidades rurales, con líderes, con mafias sempiternas, con campesinos de la sierra, con indígenas, jóvenes, estudiantes, universitarios, empresarios, organizaciones políticas, religiosas, entre otras.

Zacatecas no fue privativo de los “baños de pueblo”, del Peje; por ejemplo degustó las clásicas gorditas de “Las Cazuelas”, en la colonia popular de Tres Cruces, en la zona conurbada con Guadalupe; se mezcló con la gente como un comensal más sin distingos protocolarios, la estrategia y la táctica, fue sumar votos y funcionó. Este fue el plan para llegar a Los Pinos.

Por otra parte, capitalizó los hartazgos del partido en el poder, “decía la mafia”, el cinismo de algunos gobernadores que vaciaron las arcas de sus entidades ante la pobreza de los de abajo; aquí caben todos los partidos políticos, o sea ellos le dieron parte del triunfo.

En ese lapso en busca de la presidencia en elecciones panistas consideró que le “robaron la elección”, por lo que se colocó “La Banda Presidencial” y nombró su gabinete itinerante. Como no fue legal, más bien un “show”, para darle color a los procesos electorales; de otro modo se cometería un delito, en estos momentos, porque en México está la máxima: “Sufragio Efectivo, No Reelección”.

Pero la pregunta es, además de lo descrito, ¿Quienes le ayudaron?, hasta donde se sabe fueron dos mujeres de nombres: Doña Paciencia y Doña Constancia, que en un momento de desesperación en plena lucha de lodo, vituperios, ataques, denostaciones, suciedad de todo tipo, denuncias y golpes bajos, declaró: “ si no gano la elección presidencial me voy a la Chingada” (así se llama su rancho en Palenque, Chiapas).

El caso de Oralia López Chávez, alcaldesa de San José de la Isla (Genaro Codina) su triunfo electoral tiene similitud en relación a la lucha en favor de los que menos tienen a través de gestiones ante instancias institucionales. Alguna ocasión la observé con un grupo de mujeres en la comunidad La Moradilla cargando piedras para empedrar un camino. Los “baños de rancho” (los de pueblo son más nais) cubrieron todas las comunidades con un arduo trabajo social sin reflectores o fotografías acartonadas, en ella se destaca la humildad, la sencillez y su espíritu colaborativo.

Apostilla: Lo último: Martí Batres (Buitre) en el senado “un novato”; Mario Delgado, arrogante, soberbio, irónico, prepotente y tartufo, que ni una coma quedará de la Reforma Educativa, es un payaso, con mi respeto a los payasos verdaderos profesionales de su oficio. El Canelo: un ídolo de barro, inflado y de papel. El gabinetazo formado por todos los que se colgaron de Obrador, por su mediocridad ni en su casa habrían votado por ellos… dicen que “están aprendiendo”, que poca… “México está en bancarrota”, “lapsus lingua” del Peje, porque no es tal, despotricó, sus emociones lo traicionaron …


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