/ martes 4 de julio de 2023

Respaldo popular

Luego de poco más de 1825 días de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantiene firme y respaldado el movimiento que inicio la cuarta transformación en el país. Así quedó demostrado con los cerca de 250 mil asistentes que se dieron cita en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, el pasado sábado primero de julio del año que transcurre. Sin embargo, como en muchas situaciones, hay opiniones que contrastan el desempeño gubernamental de la actual administración, e incluso aseveran que los cambios hasta el momento han sido imperceptibles.

La pluralidad de opiniones es un ingrediente que en el escenario político siempre encuentra espacio para la contraposición de sentires y el cruce de argumentos; significa un equilibrio y, sobre todo, un alimento necesario para nuestro sistema democrático. No obstante, aún con la diversidad de ideologías y visiones, la aceptación y convicción que han manifestado las y los simpatizantes del movimiento de regeneración nacional, es un hecho sin precedentes en la historia moderna de nuestro país, que difícilmente volveremos a apreciar, bajo el liderazgo que representa la investidura presidencial.

Como es evidente, estamos ante un gobierno diferente que ha visibilizado a un sector de la población que anteriormente era poco atendido y, que, prácticamente estaba marginado y en el olvido. Sin hacer abuso de las cifras o logros alcanzados por el régimen vigente, es incuestionable que la popularidad del Presidente reside, justamente, en la población más vulnerable de México; muy probablemente producto de los programas sociales que desde el día 1 están puestos en marcha, pero, también, por los enfoques y las importantes divergencias entre los gobiernos anteriores e incluso con los actuales frentes opositores. Y es que, al día de hoy, no existe un liderazgo político que sea capaz de competir con la oleada que empuja el titular del Ejecutivo Federal, más cuando existe un “frente sin frente” que lleva años organizándose para el proceso electoral venidero, pero contrario a eso, han dado cuenta de que para ponerse el pie sólo requieren de ellos mismos. Tan es así que, al momento, ya dieron la desbandada sus mejores cuadros presidenciales.

Con todo y los avances que se han destacado, el gobierno del Presidente López Obrador deberá redoblar esfuerzos en torno a los distintos desafíos y críticas que persisten al interior del país: los temas prioritarios continúan siendo la seguridad pública, el crecimiento económico, el combate a la corrupción y el respeto a la separación de poderes. Al final, el impacto a largo plazo de las políticas y acciones implementadas durante su mandato, aún está por determinarse, y será la ciudadanía y la historia, quienes juzguen en última instancia el éxito y los resultados de este periodo presidencial.

Luego de poco más de 1825 días de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantiene firme y respaldado el movimiento que inicio la cuarta transformación en el país. Así quedó demostrado con los cerca de 250 mil asistentes que se dieron cita en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, el pasado sábado primero de julio del año que transcurre. Sin embargo, como en muchas situaciones, hay opiniones que contrastan el desempeño gubernamental de la actual administración, e incluso aseveran que los cambios hasta el momento han sido imperceptibles.

La pluralidad de opiniones es un ingrediente que en el escenario político siempre encuentra espacio para la contraposición de sentires y el cruce de argumentos; significa un equilibrio y, sobre todo, un alimento necesario para nuestro sistema democrático. No obstante, aún con la diversidad de ideologías y visiones, la aceptación y convicción que han manifestado las y los simpatizantes del movimiento de regeneración nacional, es un hecho sin precedentes en la historia moderna de nuestro país, que difícilmente volveremos a apreciar, bajo el liderazgo que representa la investidura presidencial.

Como es evidente, estamos ante un gobierno diferente que ha visibilizado a un sector de la población que anteriormente era poco atendido y, que, prácticamente estaba marginado y en el olvido. Sin hacer abuso de las cifras o logros alcanzados por el régimen vigente, es incuestionable que la popularidad del Presidente reside, justamente, en la población más vulnerable de México; muy probablemente producto de los programas sociales que desde el día 1 están puestos en marcha, pero, también, por los enfoques y las importantes divergencias entre los gobiernos anteriores e incluso con los actuales frentes opositores. Y es que, al día de hoy, no existe un liderazgo político que sea capaz de competir con la oleada que empuja el titular del Ejecutivo Federal, más cuando existe un “frente sin frente” que lleva años organizándose para el proceso electoral venidero, pero contrario a eso, han dado cuenta de que para ponerse el pie sólo requieren de ellos mismos. Tan es así que, al momento, ya dieron la desbandada sus mejores cuadros presidenciales.

Con todo y los avances que se han destacado, el gobierno del Presidente López Obrador deberá redoblar esfuerzos en torno a los distintos desafíos y críticas que persisten al interior del país: los temas prioritarios continúan siendo la seguridad pública, el crecimiento económico, el combate a la corrupción y el respeto a la separación de poderes. Al final, el impacto a largo plazo de las políticas y acciones implementadas durante su mandato, aún está por determinarse, y será la ciudadanía y la historia, quienes juzguen en última instancia el éxito y los resultados de este periodo presidencial.