/ domingo 14 de junio de 2020

Sin rumbo ante la Covid-19

A menos que sea una estrategia nacional que no se quiere reconocer para dejar morir a todos aquellos pacientes contagiados con otro tipo de comorbilidades, el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 evidencia la falta de rumbo y estrategias claras para contener el crecimiento exponencial que va teniendo en todo el territorio nacional.

Zacatecas no es la excepción, ya que esta semana se declaró alerta máxima por el número de contagios y el crecimiento numérico de fallecimientos, pero tampoco vemos una tendencia a ejercer medidas coercitivas que salvaguarden la salud de los zacatecanos, que cada día en mayor número siguen en las calles; mientras comercios no esenciales y restaurantes, han reabierto sus puertas no sólo a los clientes sino a la propagación del virus.

En ambos casos, las medidas gubernamentales se han relajado a tal grado, que muy pocos toman en serio lo que dicen las autoridades.

No se puede ser serio mientras el Presidente de la República dice por un lado “pierdan el miedo y salgan a la calle, vayan a la fonda, a la tienda del barrio”; el subsecretario Hugo López Gatell sostiene que vivimos el pico más intenso de contagios, cosa que viene diciendo prácticamente desde que comenzó la pandemia.

Con cierto cinismo habla de una estadística que podría llegar a los 35 mil muertos y que la crisis terminará en octubre.

Pero la estadística no miente, ya que al día de hoy se rebasaron los 140 mil contagios en el país, pero apenas se hacen 289 pruebas por cada cien mil habitantes, lo que cualquier modelo matemático, aun sin doctorado, probaría que la cifra negra de contagios podría ser hasta de ocho veces más. En México se han muerto en tres meses, de manera oficial, más de 17 mil mexicanos por Covid-19.

En Zacatecas la situación no es menor.

A pesar de la Alerta máxima decretada por el gobernador el pasado miércoles, la pandemia no cede y por el contrario, crece e infecta cada vez a más zacatecanos. Lo más grave es que cada vez son más jóvenes los enfermos y los fallecidos.

La proyección que hizo, apenas el jueves pasado, el secretario de salud de la entidad, dice que al último día de julio, habría unos 1200 contagiados y por el orden de cien defunciones. Pero la estadística nos revela que en los últimos cinco días fueron por el orden de cien contagios y diez muertes, por lo que a ese ritmo, las cifras oficiales por lo menos se duplicarán.

En ambos gobiernos no vemos rumbo, no vemos estrategias y tampoco firmeza. Ojalá la historia no se los cobre a ambos.

A menos que sea una estrategia nacional que no se quiere reconocer para dejar morir a todos aquellos pacientes contagiados con otro tipo de comorbilidades, el manejo de la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 evidencia la falta de rumbo y estrategias claras para contener el crecimiento exponencial que va teniendo en todo el territorio nacional.

Zacatecas no es la excepción, ya que esta semana se declaró alerta máxima por el número de contagios y el crecimiento numérico de fallecimientos, pero tampoco vemos una tendencia a ejercer medidas coercitivas que salvaguarden la salud de los zacatecanos, que cada día en mayor número siguen en las calles; mientras comercios no esenciales y restaurantes, han reabierto sus puertas no sólo a los clientes sino a la propagación del virus.

En ambos casos, las medidas gubernamentales se han relajado a tal grado, que muy pocos toman en serio lo que dicen las autoridades.

No se puede ser serio mientras el Presidente de la República dice por un lado “pierdan el miedo y salgan a la calle, vayan a la fonda, a la tienda del barrio”; el subsecretario Hugo López Gatell sostiene que vivimos el pico más intenso de contagios, cosa que viene diciendo prácticamente desde que comenzó la pandemia.

Con cierto cinismo habla de una estadística que podría llegar a los 35 mil muertos y que la crisis terminará en octubre.

Pero la estadística no miente, ya que al día de hoy se rebasaron los 140 mil contagios en el país, pero apenas se hacen 289 pruebas por cada cien mil habitantes, lo que cualquier modelo matemático, aun sin doctorado, probaría que la cifra negra de contagios podría ser hasta de ocho veces más. En México se han muerto en tres meses, de manera oficial, más de 17 mil mexicanos por Covid-19.

En Zacatecas la situación no es menor.

A pesar de la Alerta máxima decretada por el gobernador el pasado miércoles, la pandemia no cede y por el contrario, crece e infecta cada vez a más zacatecanos. Lo más grave es que cada vez son más jóvenes los enfermos y los fallecidos.

La proyección que hizo, apenas el jueves pasado, el secretario de salud de la entidad, dice que al último día de julio, habría unos 1200 contagiados y por el orden de cien defunciones. Pero la estadística nos revela que en los últimos cinco días fueron por el orden de cien contagios y diez muertes, por lo que a ese ritmo, las cifras oficiales por lo menos se duplicarán.

En ambos gobiernos no vemos rumbo, no vemos estrategias y tampoco firmeza. Ojalá la historia no se los cobre a ambos.