/ domingo 9 de febrero de 2020

Un dinosaurio sin pandilla

Luego de que se autocalificó como un “Dinosaurio de la vida pública”, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia en Zacatecas, Arturo Nahle García, dijo que no va a participar como aspirante a candidato a gobernador en la elección del 2021 porque “no tiene una pandilla y las que conoce, ya tienen candidato”.

Palabras que van a resonar fuerte en la clase política de Zacatecas, que vive, en estos meses, un despertar electoral muy anticipado y que algunos adelantados ya lo colocaban como un seguro aspirante a suceder a Alejandro Tello el próximo año.

Arturo Nahle García hizo un alto en el camino, y tal como publican las paginas de nuestro diario “El Sol de Zacatecas”, no ocultó su emoción al expresar que le encantaría ser gobernador, pero reconoció no tener y no contar con el respaldo de un partido político, por lo que tranquilizó a todos los aspirantes al decir que “no es su aspiración por el momento”.

Entonces uno menos en la contienda electoral.

Hoy, después de lo controversial y polémica que fue su elección como presidente del Tribunal Superior de Justicia, Arturo Nahle García tiene varios retos en su nueva encomienda.

La principal, restituir la confianza y la credibilidad de un Poder Judicial, que a pesar del buen trabajo de sus antecesores, ha estado alejado de la confianza ciudadana y eso le abona a que exista una percepciòn de lejanía.

Tiene solo cuatro años, que pueden ser tan cortos como él quiera, para consolidar una gran reforma al Poder Judicial, que sobrevive con una Ley Orgánica del año 2000, lo que en ciertos rubros, lo vuelve obsoleto y carente de legitimidad para administrar la justicia de los zacatecanos.

Otro de sus retos, será lograr una auténtica independencia y consolidar la autonomía como un órgano del Estado, particularmente en lo que tiene que ver con la independencia de criterio de cada juzgador y la autonomía presupuestal que le otorgue certeza a sus decisiones. Menuda responsabilidad.

Sin duda, debe acercar el poder judicial a los ciudadanos. Debe acercar las decisiones de los juzgadores a las necesidades de la sociedad, y eso, sólo lo va a lograr en la medida que avance en la integración del Poder Judicial a la sociedad zacatecana.

Los tiempos de cambio se respiran en el Poder Judicial de Zacatecas y amenaza con ser más participativo, generando además de confianza, colaboración y coordinación con los demás poderes del Estado, también tendrá que generar respeto y corresponsabilidad; Buenos tiempos se avecinan para la justicia en Zacatecas. Ojalá y que no defraude.

Por lo pronto, al rendir protesta se autoeliminó de la sucesión gubernamental. Bien por la Justicia.

Luego de que se autocalificó como un “Dinosaurio de la vida pública”, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia en Zacatecas, Arturo Nahle García, dijo que no va a participar como aspirante a candidato a gobernador en la elección del 2021 porque “no tiene una pandilla y las que conoce, ya tienen candidato”.

Palabras que van a resonar fuerte en la clase política de Zacatecas, que vive, en estos meses, un despertar electoral muy anticipado y que algunos adelantados ya lo colocaban como un seguro aspirante a suceder a Alejandro Tello el próximo año.

Arturo Nahle García hizo un alto en el camino, y tal como publican las paginas de nuestro diario “El Sol de Zacatecas”, no ocultó su emoción al expresar que le encantaría ser gobernador, pero reconoció no tener y no contar con el respaldo de un partido político, por lo que tranquilizó a todos los aspirantes al decir que “no es su aspiración por el momento”.

Entonces uno menos en la contienda electoral.

Hoy, después de lo controversial y polémica que fue su elección como presidente del Tribunal Superior de Justicia, Arturo Nahle García tiene varios retos en su nueva encomienda.

La principal, restituir la confianza y la credibilidad de un Poder Judicial, que a pesar del buen trabajo de sus antecesores, ha estado alejado de la confianza ciudadana y eso le abona a que exista una percepciòn de lejanía.

Tiene solo cuatro años, que pueden ser tan cortos como él quiera, para consolidar una gran reforma al Poder Judicial, que sobrevive con una Ley Orgánica del año 2000, lo que en ciertos rubros, lo vuelve obsoleto y carente de legitimidad para administrar la justicia de los zacatecanos.

Otro de sus retos, será lograr una auténtica independencia y consolidar la autonomía como un órgano del Estado, particularmente en lo que tiene que ver con la independencia de criterio de cada juzgador y la autonomía presupuestal que le otorgue certeza a sus decisiones. Menuda responsabilidad.

Sin duda, debe acercar el poder judicial a los ciudadanos. Debe acercar las decisiones de los juzgadores a las necesidades de la sociedad, y eso, sólo lo va a lograr en la medida que avance en la integración del Poder Judicial a la sociedad zacatecana.

Los tiempos de cambio se respiran en el Poder Judicial de Zacatecas y amenaza con ser más participativo, generando además de confianza, colaboración y coordinación con los demás poderes del Estado, también tendrá que generar respeto y corresponsabilidad; Buenos tiempos se avecinan para la justicia en Zacatecas. Ojalá y que no defraude.

Por lo pronto, al rendir protesta se autoeliminó de la sucesión gubernamental. Bien por la Justicia.