Este martes (12 de mayo) se cumplen 30 años de la visita del Papa, San Juan Pablo II a la ciudad de Zacatecas.
En su homilía, dijo que “la valentía cristiana no acepta el pesimismo ni la desesperanza; impide refugiarse en el consuelo fácil de los placeres efímeros, como el alcohol, o la droga; no recurre a falsas soluciones, cuyo único efecto es destruir la dignidad humana como la prostitución, la delincuencia o la complicidad con la corrupción; rechaza cualquier ofrecimiento que implique colaborar en la difusión del mal para asegurarse una mejor posición económica”.
Como Pastor de la Iglesia universal vengo a visitaros, queridísimos hermanos y hermanas, para traeros un mensaje de esperanza, un llamado a construir una sociedad fundada en el amor, en la solidaridad, en la justicia.
- Fresnillo, la sede original -
Inicialmente, se contempló al municipio de Fresnillo como sede de la ceremonia religiosa. Sería el único punto que visitaría la gira papal.
Olga Estrada, madre del entonces gobernador, Genaro Borrego Estrada, fue una pieza fundamental para el cambio de sede.
Ella, junto con el gobernador, enviaron una carta invitación para que el evento central se diera en la capital del estado, ante lo cual se definió el cambio de sede.
Se conformó un Comité Organizador de la visita del Papa fue presidido por Juan Guillermo Zesati; la contabilidad corría a cargo de Enrique Dávila del Real; el encargado de seguridad Francisco Murillo Belmontes; las finanzas estaban a cargo de Juan Diego Chávez; la logística a cargo de Juan Enríquez Rivera; el párroco Humberto Salinas Castañeda era el representante de la iglesia.
Otra pieza importante para el logro de la visita fue el entonces obispo de la Diócesis de Zacatecas, Javier Lozano Barragán.
Todo Zacatecas esperaba la visita del Papa, y todos participaban de una u otra forma. Francisco Esparza, por ejemplo, vendía monedas con el rostro del Papa en todo el estado y en Estados Unidos.
- “El niño milagro” -
Se calcula que en la visita del Papa Juan Pablo II a Zacatecas, alrededor de un millón de personas tuvo participación.
En el aeropuerto internacional “Leobardo C. Ruiz”, a su arribo a Zacatecas, el Papa Juan Pablo II tuvo el encuentro con el “Niño Milagro”, José Herón Badillo Mireles.
Tenía cuatro años cuando el Papa Juan Pablo II lo curó de una leucemia por la que ya había sido desahuciado.
Yo creo que fue un milagro, su Santidad me tocó la cara y me besó en la frente y en la cabeza, yo tenía cuatro años y estaba muy enfermo, pero después de eso me curé.
Relata que después del encuentro "empecé a tener apetito, cosa que era muy raro, pues casi no probaba alimentos, fue así como se notó que me iba mejorando de la enfermedad".
Indicó que “de la enfermedad me acuerdo de un sufrimiento enorme, sobre todo cuando me hicieron la prueba de médula espinal que es muy dolorosa, es una experiencia inolvidable, pero mucho más lo es el haber estado con el Papa y haberme recuperado después".
El cardenal Javier Lozano Barragán fue de los primeros en promover la canonización del Papa Juan Pablo II después de su muerte en abril de 2005, diciendo que la recuperación del niño con leucemia terminal -a quien el Papa había bendecido en su visita a la ciudad de Zacatecas el 12 de mayo de 1990- era un milagro atribuible a Juan Pablo II.
- Bracho -
El lugar donde se eligió hacer la ceremonia religiosa fue en la capilla de Bracho, porque se consideraba la más antigua de Zacatecas.
Además, era el lugar más apropiado para recibir a una mayor cantidad de personas.
Bracho es un lugar santificado desde el siglo XVI, con una antigua capilla de hacienda de beneficio de metales, además de la Cañada de Bracho, un anfiteatro natural al aire libre, en la que podrían caber miles de personas.
- Lástima que no la escuche el Papa -
Y una Catedral, y una campana mayor que cuando suena, simultánea con el primer clarín del primer gallo, en las Avemarías, me da lástima que no la escuche el Papa.
Ramón López Velarde, “La Bizarra Capital de mi Estado”
Aunque era una posibilidad, no estaba contemplado en el itinerario que el Papa Juan Pablo II ingresara a Catedral.
El Papamóvil recorrió la avenida González Ortega, entró a la avenida Hidalgo, y a su paso por catedral las campanas empezaron a sonar. Y el Papa escuchó la campana mayor, San Buenaventura.
Entonces… el Papamóvil se detuvo.
El Papa bajó del vehículo e ingresó en Catedral, caminó sobre una alfombra de 75 metros y se arrodilló ante Nuestra Señora de los Zacatecas.
En la homilía, el Papa Juan Pablo II hizo referencia a ello: “Un poeta nacido en estas tierras deseaba que el Papa pudiera escuchar las campanas de la Catedral: ya las he oído con gozo, como he oído también vuestros cantos llenos de alegría”.