/ jueves 25 de enero de 2024

Año de elecciones y esperanza

Este 2024 es año electoral muy importante, tanto por la histórica cantidad de puestos como por definir el rumbo socioeconómico y político-gubernamental de nuestro país.

Entre los diferentes factores que componen un escenario político-electoral se debe tomar en cuenta que hay hartazgo y decepción del ciudadano común hacia la clase política enclavada en la partidocracia. También que la ciudadanía es cada vez más analítica y emite opinión sobre temas que le impactan. El electorado está consciente que con su voto puede desplazar a un grupo político, a un partido o modificar el rumbo del desarrollo local y regional. Esta es la verdadera evolución derivada de las elecciones anteriores y el ciudadano común ya sabe que puede cambiar esquemas gubernamentales, la correlación de fuerzas y con ello la geopolítica nacional.

Pero gran cantidad de miembros de la clase política mexicana parece no entienden cualitativamente dicha evolución, siguen con la idea de preservar o imponer su poder bajo visión numérica basada en resultados electorales o encuestas de preferencia electoral, muy pocos piensan objetivamente o como estrategas sobre las causas estructurales y coyunturales que originan la nueva realidad política nacional.

Los dos factores: la madurez irreversible de la ciudadanía para ejercer un cambio cuando se lo propone y la parcial incompetencia analítica de políticos, son elementos fundamentales para comprender hacia dónde se dirigirá ideológicamente el pueblo mexicano y la naturaleza de peticiones, apoyos y reclamos a la partidocracia, parece no están del todo claros qué tipo de cambios se requieren en la mecánica y dinámica gubernamental, no comprenden cabalmente el sentir ciudadano. Agregar que los partidos políticos opositores están replegados o aún no tienen capacidad de respuesta pues no se les observa como contrapeso efectivo y respetuoso, pero si se percibe la actividad discreta y efectiva de una poderosa clase económica nacional e internacional que hace trabajo político basado en la mercadotécnica y presiona para rechazar parlamentariamente proyectos nacionales del desarrollo humano sustentable y mueven sentimientos antigubernamentales.

Si la clase gobernante en el poder concreta una gestión dando resultados prometidos entonces tendrían mayor credibilidad y gobernabilidad transexenal. Se debe cuidar en extremo evitar una crisis del sistema político mexicano o del Estado-Nación.

Será mucha la esperanza y expectativa puesta en dicha clase político-gubernamental a través de la emisión del voto en junio 2024 pues como cada elección se renovarán expectativas ciudadanas del desarrollo nacional.

Este 2024 es año electoral muy importante, tanto por la histórica cantidad de puestos como por definir el rumbo socioeconómico y político-gubernamental de nuestro país.

Entre los diferentes factores que componen un escenario político-electoral se debe tomar en cuenta que hay hartazgo y decepción del ciudadano común hacia la clase política enclavada en la partidocracia. También que la ciudadanía es cada vez más analítica y emite opinión sobre temas que le impactan. El electorado está consciente que con su voto puede desplazar a un grupo político, a un partido o modificar el rumbo del desarrollo local y regional. Esta es la verdadera evolución derivada de las elecciones anteriores y el ciudadano común ya sabe que puede cambiar esquemas gubernamentales, la correlación de fuerzas y con ello la geopolítica nacional.

Pero gran cantidad de miembros de la clase política mexicana parece no entienden cualitativamente dicha evolución, siguen con la idea de preservar o imponer su poder bajo visión numérica basada en resultados electorales o encuestas de preferencia electoral, muy pocos piensan objetivamente o como estrategas sobre las causas estructurales y coyunturales que originan la nueva realidad política nacional.

Los dos factores: la madurez irreversible de la ciudadanía para ejercer un cambio cuando se lo propone y la parcial incompetencia analítica de políticos, son elementos fundamentales para comprender hacia dónde se dirigirá ideológicamente el pueblo mexicano y la naturaleza de peticiones, apoyos y reclamos a la partidocracia, parece no están del todo claros qué tipo de cambios se requieren en la mecánica y dinámica gubernamental, no comprenden cabalmente el sentir ciudadano. Agregar que los partidos políticos opositores están replegados o aún no tienen capacidad de respuesta pues no se les observa como contrapeso efectivo y respetuoso, pero si se percibe la actividad discreta y efectiva de una poderosa clase económica nacional e internacional que hace trabajo político basado en la mercadotécnica y presiona para rechazar parlamentariamente proyectos nacionales del desarrollo humano sustentable y mueven sentimientos antigubernamentales.

Si la clase gobernante en el poder concreta una gestión dando resultados prometidos entonces tendrían mayor credibilidad y gobernabilidad transexenal. Se debe cuidar en extremo evitar una crisis del sistema político mexicano o del Estado-Nación.

Será mucha la esperanza y expectativa puesta en dicha clase político-gubernamental a través de la emisión del voto en junio 2024 pues como cada elección se renovarán expectativas ciudadanas del desarrollo nacional.