Si hemos de reconocer el optimismo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador irradia por sus dos años de gobierno, también hay que señalar que Zacatecas está en un verdadero marasmo provocado por las limitaciones y restricciones presupuestales, elementos que con severidad obstaculizan el desarrollo social y cultural, el crecimiento económico y no propician las mejores condiciones para combatir la pandemia ni reducir la violencia generadora de una creciente atmósfera de inseguridad, flagelos que cotidianamente castigan al estado.
De por sí, al iniciar este quinquenio de Alejandro Tello, se habían levantado factores de contención que afectaron desde la estructura gubernamental hasta el tejido social, como la deuda pública que impidió el fortalecimiento económico y financiero, pero que afortunadamente ha sido manejada con inteligencia y evitado su crecimiento, antes bien y aunque sea leve, ha decrecido. Por ésto, fue que Zacatecas ha vivido 4 años sin una vigorosa motivación a su proceso industrializador y hoy se puede decir, que el cuarto año y el quinto del cierre son una etapa desgraciada por el abandono del gobierno federal y los efectos de la crisis pandémica y de inseguridad que no cesan en su fatalidad.
No obstante y hay que reconocerlo, Tello ha tenido a su lado la creatividad, visión e inteligencia financiera de un equipo que él mismo ya compartió en la Secretaría de Finanzas y que ahora, bajo la conducción de Jorge Miranda, ha sido posible un poderoso blindaje, no se ha cedido ante las tentaciones de más deuda pública, se ha logrado la sanidad financiera y los recursos presupuestales se han administrado con transparencia y honestidad, y con el más prudente ejercicio de austeridad, que ha hecho posible la continuidad en obras pequeñas, modestas y grandes en todo los municipios, y los alcaldes han contado con la alianza eficaz y solidaria para cerrar ejercicios fiscales con normalidad.
Con este panorama de confianza y optimismo, los signos pueden tornarse alentadores sin que sean prodigiosos, pero sí precisos y realistas, por la presentación que Jorge Miranda hizo ante la Legislatura, del Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal 2021, que el Gobernador Tello Cristerna revisó a profundidad y dio prioridad en las asignaciones a la Salud, Educación y Seguridad Pública, y sin considerar nuevas contribuciones, no incrementos a las tarifas y tasas, haciendo un ajuste a la baja de más del 50 por ciento en impuestos ecológicos, lo que ha proyectado al 2021 como el año de la sustentabilidad fiscal, porque se alcanzarán los más positivos equilibrios, al no lesionar a los contribuyentes ni contratar deuda pública y continuar con los estímulos fiscales en materia de impuestos, que los zacatecanos reconocen.
30 mil 226 millones de pesos
Se leen bien y se escuchan mejor, pero el Secretario de Finanzas tiene razón al señalar que es el Presupuesto de Egresos más austero del gobierno de Alejandro Tello, dentro de los cuales y por las exitosas gestiones del primer mandatario, se han regularizado 1,240 millones de pesos para fortalecer el gasto en educación, es decir, se podrá garantizar la nómina educativa. Con esta ingeniería financiera, será posible la consolidación de la honestidad y transparencia de este gobierno tan severamente castigado por las desgracias que la crisis acarrea, pero que no habrá desánimo y en medio del proceso electoral por la elección de gobernador, renovación de la legislatura y los 58 ayuntamientos, aquí no habrá trincheras de intolerancia ni tampoco retroceso en la convivencia política ya caracterizada por el diálogo, prudencia y respeto.
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