/ viernes 26 de febrero de 2021

Crónica del poder │ Imploración de Tello al Presidente

Tal parece que la atmósfera democrática produce sanos acercamientos entre las expresiones presidencial y gubernamental del estado, siguen la ruta de la institucionalidad, la transparencia y el respeto entre diferentes. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es el máximo líder del partido Morena y el Gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, el primer priista del estado. Aún con esas abismales diferencias políticas e ideológicas, ambos son responsables de garantizar la paz y tranquilidad en los territorios, una obligación Constitucional que tienen que cumplir, porque es demanda popular y compromiso de gobierno.

Apartados de los intereses electorales, ambos gobernantes deben estar concentrados en la coordinación y optimización de estrategias para defender y proteger a la sociedad ante la violencia que a diario promueven y trágicamente perpetran grupos delincuenciales, bajo el pretexto de establecer hegemonía y control de vías y tránsito para movilizar tráfico de narcóticos, drogas y armas, a través del cruce estratégico de carreteras, autopistas y caminos rurales y comunales que permiten accesos y salidas a las zonas serranas donde se cosechan enervantes o ponen en práctica las modalidades de la extorsión y el secuestro.

Frente a este ya insoportable escenario de violencia con sumatoria diaria de enfrentamientos y consecuentes homicidios, datos que alarman, generan miedo entre la gente y paralizan las actividades productivas y laborales, por enésima ocasión, Alejandro Tello se dirige al presidente López Obrador, ahora en senda comunicación epistolar, contenida de dramático clamor convertido en verdadera imploración, donde le pinta un cuadro recargado no solo de pandemia, sino también gravemente afectado de una epidemia de violencia, por lo que procede a suplicar que "a Zacatecas no nos deje solos, necesitamos urgentemente de usted." Con dimensión de emergencia, el gobernador previsoramente grita una realidad de inseguridad provocada por la encarnizada batalla entre grupos antagónicos del crimen organizado.

Más que exponer impotencia con honestidad y responsabilidad, lo que refleja es insuficiencia de la reacción policial estatal ante la tremenda potencialidad de los grupos delincuenciales, que reproducen una espiral de violencia que ha lastimado a la sociedad zacatecana, sociedad que junto con el gobierno estatal, no desconocen el compromiso de la Secretaría de Seguridad Pública federal, y reconocen la vital presencia de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y de la Fiscalía General de la República, instituciones que han inspirado respeto y más confianza.

La extensión de focos de violencia

Ha motivado la urgente misiva del Gobernador al presidente, porque los reiterados mensajes y reclamos desde Zacatecas, no han logrado efectos de allá para acá y de aquí para allá se insiste con clamor. Las comisiones de ciudadanos, ni los diputados y senadores zacatecanos, ni los reclamos de los Presidentes Municipales han hecho mella en la dureza y frialdad presidencial. Por eso la carta de Tello al presidente López Obrador, con carácter de urgencia, con la esperanza de que no sea ignorada, ni se archive o sea lanzada a la basura, porque sea enviada por un priista "conservador y neoliberal", que en verdad hay que decirlo, se ha comportado respetuoso, institucional y colaborador con la Cuarta Transformación.

Tal parece que la atmósfera democrática produce sanos acercamientos entre las expresiones presidencial y gubernamental del estado, siguen la ruta de la institucionalidad, la transparencia y el respeto entre diferentes. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es el máximo líder del partido Morena y el Gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, el primer priista del estado. Aún con esas abismales diferencias políticas e ideológicas, ambos son responsables de garantizar la paz y tranquilidad en los territorios, una obligación Constitucional que tienen que cumplir, porque es demanda popular y compromiso de gobierno.

Apartados de los intereses electorales, ambos gobernantes deben estar concentrados en la coordinación y optimización de estrategias para defender y proteger a la sociedad ante la violencia que a diario promueven y trágicamente perpetran grupos delincuenciales, bajo el pretexto de establecer hegemonía y control de vías y tránsito para movilizar tráfico de narcóticos, drogas y armas, a través del cruce estratégico de carreteras, autopistas y caminos rurales y comunales que permiten accesos y salidas a las zonas serranas donde se cosechan enervantes o ponen en práctica las modalidades de la extorsión y el secuestro.

Frente a este ya insoportable escenario de violencia con sumatoria diaria de enfrentamientos y consecuentes homicidios, datos que alarman, generan miedo entre la gente y paralizan las actividades productivas y laborales, por enésima ocasión, Alejandro Tello se dirige al presidente López Obrador, ahora en senda comunicación epistolar, contenida de dramático clamor convertido en verdadera imploración, donde le pinta un cuadro recargado no solo de pandemia, sino también gravemente afectado de una epidemia de violencia, por lo que procede a suplicar que "a Zacatecas no nos deje solos, necesitamos urgentemente de usted." Con dimensión de emergencia, el gobernador previsoramente grita una realidad de inseguridad provocada por la encarnizada batalla entre grupos antagónicos del crimen organizado.

Más que exponer impotencia con honestidad y responsabilidad, lo que refleja es insuficiencia de la reacción policial estatal ante la tremenda potencialidad de los grupos delincuenciales, que reproducen una espiral de violencia que ha lastimado a la sociedad zacatecana, sociedad que junto con el gobierno estatal, no desconocen el compromiso de la Secretaría de Seguridad Pública federal, y reconocen la vital presencia de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y de la Fiscalía General de la República, instituciones que han inspirado respeto y más confianza.

La extensión de focos de violencia

Ha motivado la urgente misiva del Gobernador al presidente, porque los reiterados mensajes y reclamos desde Zacatecas, no han logrado efectos de allá para acá y de aquí para allá se insiste con clamor. Las comisiones de ciudadanos, ni los diputados y senadores zacatecanos, ni los reclamos de los Presidentes Municipales han hecho mella en la dureza y frialdad presidencial. Por eso la carta de Tello al presidente López Obrador, con carácter de urgencia, con la esperanza de que no sea ignorada, ni se archive o sea lanzada a la basura, porque sea enviada por un priista "conservador y neoliberal", que en verdad hay que decirlo, se ha comportado respetuoso, institucional y colaborador con la Cuarta Transformación.