/ miércoles 2 de diciembre de 2020

Crónica del poder │ Inician 4 años de cambios

Ciertamente, la pandemia ha sido un azote a la cuarta transformación, la gente desconfía del manejo que ya se traduce en 105 mil muertos y más de un millón de contagios en el país, con el inminente y gradual regreso de estados al semáforo, desde la Ciudad de México hasta Zacatecas, y a ésta situación indigna la indiferencia del vocero Hugo López Gatell, que ante el mensaje de la Organización Mundial de la Salud que pide a México tomarse en serio la epidemia, responde que el reclamo es a la población no para él; y claro, la crisis económica que se ha reflejado en pérdida de empleos, escasa inversión y caída del producto interno bruto; más la creciente inseguridad con arreciada violencia, son los tres elementos que han lesionado los dos años del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Situaciones críticas irrefutables.

En lo político y ayer aseguramos que el Presidente ya está en la lucha por conservar el poder, y hoy consideramos que ni los "conservadores y neoliberales" y mucho menos los medios de comunicación, han sido obstáculo a su ejercicio de gobierno, porque las posturas editoriales han sido analíticas y críticas, no ataques políticos. Sobre las llamadas fuerzas conservadoras, es creíble que le cause dicha enorme "tener la razón histórica" acerca de la alianza que pretenden el PAN y el PRI, antes el PRIAN, y ahora con el PRD irán en coalición, lo que ha calificado como alianza vergonzosa, que ya se interpreta como una opinión electoral en medio del proceso y le produce un efecto, ya no de inquietud sino de real preocupación, porque cuidado la suma de los opositores puede causar desasosiego y reducción de los espacios de poder.

Que la política no es ciencia exacta, indiscutible, pero que es imprevisible, sorprendente y más contundente por los cambios del voto ciudadano, son otra certeza con la que se debe tener cuidado y más sensibilidad. Hay que registrar que al inicio del nuevo régimen, el Presidente tenía el 82 por ciento de las preferencias, hoy la aprobación es del 64 por ciento, lo que significa que en 2 años ha perdido 22 puntos, de manera que de aquí al 6 de junio se pueden registrar otros datos para poner en riesgo la mayoría legislativa que hoy ostenta en las Cámaras de Diputados y Senadores, y más debe ocultar coraje y aunque sea malestar, por ver que en su partido internamente se hacen pedazos, una real advertencia de peligro hacia los comicios.

No es triste la situación y tampoco alarmante, está confirmado que en la Cuarta Transformación se avanza con transparencia y credibilidad entre las masas populares, como así lo confirman el formidable optimismo lanzado ayer por el presidente López Obrador, al dirigirse a la Nación y ratificar su confianza en el pueblo que le apoya y evaluar los 100 compromisos cumplidos para esta etapa y que los tiempos que vienen serán mejores.

Con todos los extravíos

Que cotidianamente se suscitan en su partido, sin lugar a dudas, como su máximo líder y Presidente de todos los mexicanos, ni se cansa ni se dobla, sus opositores los conservadores, no le hacen mella y sus críticos en los medios de comunicación, además de ilustrar plena vigencia de la libertad de expresión, porque ejerce la réplica y les cuestiona, tampoco le hacen daño, son el gran aderezo al sistema democrático que aún con la concentración de los recursos presupuestales y la extensión del dominio sobre los otros poderes, y la consigna contra el fraude electoral, prevalece la convivencia ideológica y política, aún en medio de tensiones, confrontaciones y polarización. Así es la Cuarta Transformación. Con claroscuros, altas y bajas, pero la lleva bien hacia la consolidación de su proyecto.

Ciertamente, la pandemia ha sido un azote a la cuarta transformación, la gente desconfía del manejo que ya se traduce en 105 mil muertos y más de un millón de contagios en el país, con el inminente y gradual regreso de estados al semáforo, desde la Ciudad de México hasta Zacatecas, y a ésta situación indigna la indiferencia del vocero Hugo López Gatell, que ante el mensaje de la Organización Mundial de la Salud que pide a México tomarse en serio la epidemia, responde que el reclamo es a la población no para él; y claro, la crisis económica que se ha reflejado en pérdida de empleos, escasa inversión y caída del producto interno bruto; más la creciente inseguridad con arreciada violencia, son los tres elementos que han lesionado los dos años del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Situaciones críticas irrefutables.

En lo político y ayer aseguramos que el Presidente ya está en la lucha por conservar el poder, y hoy consideramos que ni los "conservadores y neoliberales" y mucho menos los medios de comunicación, han sido obstáculo a su ejercicio de gobierno, porque las posturas editoriales han sido analíticas y críticas, no ataques políticos. Sobre las llamadas fuerzas conservadoras, es creíble que le cause dicha enorme "tener la razón histórica" acerca de la alianza que pretenden el PAN y el PRI, antes el PRIAN, y ahora con el PRD irán en coalición, lo que ha calificado como alianza vergonzosa, que ya se interpreta como una opinión electoral en medio del proceso y le produce un efecto, ya no de inquietud sino de real preocupación, porque cuidado la suma de los opositores puede causar desasosiego y reducción de los espacios de poder.

Que la política no es ciencia exacta, indiscutible, pero que es imprevisible, sorprendente y más contundente por los cambios del voto ciudadano, son otra certeza con la que se debe tener cuidado y más sensibilidad. Hay que registrar que al inicio del nuevo régimen, el Presidente tenía el 82 por ciento de las preferencias, hoy la aprobación es del 64 por ciento, lo que significa que en 2 años ha perdido 22 puntos, de manera que de aquí al 6 de junio se pueden registrar otros datos para poner en riesgo la mayoría legislativa que hoy ostenta en las Cámaras de Diputados y Senadores, y más debe ocultar coraje y aunque sea malestar, por ver que en su partido internamente se hacen pedazos, una real advertencia de peligro hacia los comicios.

No es triste la situación y tampoco alarmante, está confirmado que en la Cuarta Transformación se avanza con transparencia y credibilidad entre las masas populares, como así lo confirman el formidable optimismo lanzado ayer por el presidente López Obrador, al dirigirse a la Nación y ratificar su confianza en el pueblo que le apoya y evaluar los 100 compromisos cumplidos para esta etapa y que los tiempos que vienen serán mejores.

Con todos los extravíos

Que cotidianamente se suscitan en su partido, sin lugar a dudas, como su máximo líder y Presidente de todos los mexicanos, ni se cansa ni se dobla, sus opositores los conservadores, no le hacen mella y sus críticos en los medios de comunicación, además de ilustrar plena vigencia de la libertad de expresión, porque ejerce la réplica y les cuestiona, tampoco le hacen daño, son el gran aderezo al sistema democrático que aún con la concentración de los recursos presupuestales y la extensión del dominio sobre los otros poderes, y la consigna contra el fraude electoral, prevalece la convivencia ideológica y política, aún en medio de tensiones, confrontaciones y polarización. Así es la Cuarta Transformación. Con claroscuros, altas y bajas, pero la lleva bien hacia la consolidación de su proyecto.