Era el primero de enero de 1994 cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos, Canadá y México, justamente cuando irrumpió en Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, dos acontecimientos extremos que sacudieron al país y alteraron la agenda presidencial de Carlos Salinas de Gortari, y que lo marcaron porque se abrieron mejores condiciones de desarrollo social, económico, político y cultural, al tiempo que por el movimiento insurgente se cuestionaban la pobreza extrema y la desigualdad.
Hoy México y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, retoman esa reincorporación al T - MEC, ahora Tratado México-Estados Unidos-Canadá, que reafirma su vigencia de cara a los imperativos de competitividad y progreso al lado de dos potencias económicas y con la ventaja de ser el primer socio comercial de los Estados Unidos y en momentos en que el vecino del norte tiene la urgencia de consolidar sus mercados ante la vigorosa competencia de China y la Unión Europea, y oportunamente para México porque urge garantizar pronta estabilidad con acelerada reactivación de la economía, gravemente afectada por las crisis sanitaria y de inseguridad.
Paradójicamente y a pesar de los pesares, después de 26 años, este día se asume el relevo en el proyecto comercial y económico impulsado por Salinas de Gortari, a quien el Presidente López Obrador siempre ha considerado el líder de "la mafia del poder."
Como Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha tenido una semana muy compleja y hoy que se cumplen 2 años de su histórica victoria electoral. Se mantiene esa difícil tendencia por los desafíos que significan domar la pandemia, recuperar la estabilidad económica, superar las condiciones de violencia e inseguridad, y reafirmar la ruta de la Cuarta Transformación.
Lo que es conveniente observar ante la próxima visita que el Presidente Andrés Manuel hará al Presidente Donald Trump en la Casa Blanca, es que México es un poderoso socio comercial, más no un aliado electoral y menos militar; pero sí una relación de respeto a la soberanía, sobre todo en las batallas conjuntas en la política migratoria y la lucha contra el narcotráfico y el incontenible tráfico de armas hacia nuestro país, relación que tiene que ser transparente y como la gran oportunidad de explorar nuevos rumbos de cooperación; y por ese histórico encuentro en Washington, motivados por la entrada en vigor del T-MEC, nadie acusa de "vende patrias" al Presidente López Obrador y solo debe cuidar no caer en el juego electoral de TRUMP, que sin duda tratará de manipular para remontar hacia la reelección.
Dos años del histórico triunfo electoral
Cumple hoy el Presidente de México, ya enrachado con sus políticas sociales en favor de los jodidos, primero los pobres. Hace dos años 30 millones de ciudadanos mexicanos votaron para ungirle Jefe de la Nación, el Líder Máximo de todos los mexicanos en su pluralidad política e ideológica, una celebración que comparte con desbordado optimismo y con la sana esperanza de pronto sacar a México de las crisis del virus, la económica y de la descomunal violencia e inseguridad. De acuerdo, nadie nos intimida y no hay cobardía, pero hay que transitar ya de ésta situación tan endeble a una más dinámica, que además de priorizar a los pobres, en base a esa integración trilateral, derrumbar las fronteras que impiden la inversión productiva e impulsora de un más poderoso ritmo de crecimiento. La gente lo celebrará más y mejor.
