Que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya aceptado revisar y analizar la forma de distribución de recursos desde la federación a los estados, que está definida en el convenio de coordinación fiscal, es una actitud federalista ya esperada por Zacatecas, porque víctima de la inequidad que se traduce en insuficiencia de presupuesto para impulsar su desarrollo, ha sido un reiterado planteamiento que con respeto institucional el Gobernador Alejandro Tello y el Secretario de Finanzas Jorge Miranda, le han hecho al Presidente y al Secretario de Hacienda, con razones y argumentos.
La crisis que el país padece por el virus maldito, ha impactado negativamente en las condiciones económicas y financieras de los estados, unos más otros menos, pero se estima que todos sufren carencias porque han tenido que reorientar gastos en la protección y atención de la salud de los gobernados, y en la actual situación crítica, Zacatecas ha reclamado esos justos y extraordinarios recursos económicos porque se encuentra al borde del colapso; y no se desconoce que los gobiernos de Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Colima, Michoacán, Durango y Coahuila, reabrieron el frente de batalla federalista que habrá de transcurrir con diálogo abierto y voluntad política para alcanzar acuerdos acerca de las participaciones a los estados, porque son producto de los impuestos y son dineros del pueblo.
El Presidente plantea que esa revisión se haga una vez superada la crisis sanitaria y a partir de que los estados y municipios apliquen medidas de austeridad. Al respecto y con acertada política de previsión, porque Tello y Miranda ya percibían o sentían señales o signos de severa crisis, procedieron a presentar ante la Legislatura modificaciones al Presupuesto de Egresos, con el fin de hacer ajustes con racionalidad y sustentados en austeridad, ahorros y transparencia, los que están por aprobarse y que significan recortes a los gastos generales, con trato excepcional a salud y educación, y sin dañar los derechos laborales de los trabajadores al servicio del estado, ni afectar los salarios y prestaciones de los maestros, sean federales o estatales, recursos que están garantizados y una decisión que es invariable y que han generado certidumbre y confianza en el gobierno estatal.
Bien opina nuestro Director Gerardo de Ávila, "es bueno que el Presidente de México esté dispuesto a debatir el pacto fiscal, a revisar la fórmula que se aplica para repartir los impuestos que se cobran en los estados, pero de una manera equitativa y con una visión federalista." Será pues la gran oportunidad para reafirmar o ratificar el federalismo mexicano, donde los estados como Zacatecas, tendrán derecho a escudriñar la situación de lo nacional, esgrimiendo argumentos razonables, sensatos y justos, porque ésta situación necesariamente impacta en la economía de los estados y municipios.
El respeto institucional
Entre la Federación y los estados, el respeto institucional debe prevalecer invariable. El diálogo ha de celebrarse sin presiones y mucho menos con descalificaciones desde lo político e ideológico. En eso, a través del Gobernador Tello y el Secretario Miranda, Zacatecas siempre ha establecido y sostenido que no se debe escalar ni llegar al rompimiento del pacto federalista, de manera que viene el momento en que el estado pondrá sus cartas sobre la mesa, y fuera de críticas, condenas y denuncias, se propiciarán los acuerdos más efectivos de coordinación y se alcance al fin una positiva atmósfera de justicia fiscal, que será un vigoroso instrumento para retomar el ritmo de crecimiento económico y desarrollo social.
