/ miércoles 16 de junio de 2021

Crónica del poder │ Recuperar acercamiento a los gobernados

Acertada la convergencia de voluntades políticas que se anuncia entre Alejandro Tello y David Monreal, cada uno sin perder la dimensión de la institucionalidad, porque no se trata de una competencia entre poderes para ostentar quien manda y decide en el estado, los tiempos constitucionales están muy precisos y bien marcados, de manera que solo demostrarán capacidad de convivencia a través de respetuosos acercamientos para lograr acuerdos para una tersa y suave transición gubernamental.

La sociedad y los ciudadanos aprecian que el Gobernador Constitucional y el Gobernador Electo pongan en práctica comunicación directa y con sana distancia y claro entendimiento, porque así se reúnan 3, 5 ó 10 ocasiones de aquí al 12 de septiembre, los grandes y urgentes problemas abiertos por las crisis económica, pandémica, de violencia e inseguridad, que constituyen la emergencia social, permanecerán sin solución y a la espera de que David Monreal asuma plena responsabilidad y haga efectivo el arranque de la cuarta transformación por Zacatecas con vigoroso impulso a los ideales colectivos que recogió en campaña y que no son otra cosa que la justicia social que en favor de los más pobres y de los jodidos promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador

Sin duda y con fundadas razones que han otorgado los votos, el nuevo gobernante a partir del 12 de septiembre tendrá que proponer solución a todos los problemas que reciba como herencia del régimen priista y de inmediato aprovechar la certeza de sus relaciones con el Presidente de la República, su líder máximo, a quien da puntual seguimiento de el discurso, utiliza sus expresiones e imita sus consignas contra la corrupción, contra el saqueo de recursos públicos, contra el año de Hidalgo y evitar burocratismo, aunque le resulte imposible evitar la intimidad religiosa que en su familia es tradición que se respeta, porque fue notable su lealtad al Santo Niño de Plateros, cuando el domingo anterior, tras recibir su constancia de mayoría en el IEEZ, acompañado de cientos de seguidores, hermanos y familiares, se lanzó en marcha hacia el santuario para agradecer los favores políticos al "chaparrito" y recibir las bendiciones y salpicado de aguas benditas de Monseñor Antonio Soto Guerrero. Los Monreal no niegan la cruz de su parroquia.

Actitudes de fidelidad como esas cautivan a la población y al gobernador electo le suman confianza y más credibilidad, lo que no debe alterar sus comportamientos, sino que debe asumir esquema y estilo propios en la conducción política que pronto será gubernamental, sus nuevas responsabilidades no deben cambiar compromisos ante los gobernados, porque tiene ante sí el enorme desafío de impulsar un conjunto de transformaciones con la fuerza de una efectiva comunión social.

Debe entender que la sociedad ya no tiene una actitud solo receptiva y pasiva, sino que urge con reclamos a que sea consolidada la realidad de la unidad en la pluralidad y que sin exclusiones ni estériles confrontaciones, David Monreal retome los valores y cualidades de un auténtico liderazgo, respetable, incluyente, solidario, emotivo, crítico ante los excesos políticos y de poder, y sobre todo, en defensa de los desposeídos, los que menos tienen y que ya son el 60 por ciento de la población estatal, pero sin olvidar el explícito compromiso de gobernar para todas y todos, sin distingos. Actitudes que constituyen auténticos liderazgos.

Acertada la convergencia de voluntades políticas que se anuncia entre Alejandro Tello y David Monreal, cada uno sin perder la dimensión de la institucionalidad, porque no se trata de una competencia entre poderes para ostentar quien manda y decide en el estado, los tiempos constitucionales están muy precisos y bien marcados, de manera que solo demostrarán capacidad de convivencia a través de respetuosos acercamientos para lograr acuerdos para una tersa y suave transición gubernamental.

La sociedad y los ciudadanos aprecian que el Gobernador Constitucional y el Gobernador Electo pongan en práctica comunicación directa y con sana distancia y claro entendimiento, porque así se reúnan 3, 5 ó 10 ocasiones de aquí al 12 de septiembre, los grandes y urgentes problemas abiertos por las crisis económica, pandémica, de violencia e inseguridad, que constituyen la emergencia social, permanecerán sin solución y a la espera de que David Monreal asuma plena responsabilidad y haga efectivo el arranque de la cuarta transformación por Zacatecas con vigoroso impulso a los ideales colectivos que recogió en campaña y que no son otra cosa que la justicia social que en favor de los más pobres y de los jodidos promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador

Sin duda y con fundadas razones que han otorgado los votos, el nuevo gobernante a partir del 12 de septiembre tendrá que proponer solución a todos los problemas que reciba como herencia del régimen priista y de inmediato aprovechar la certeza de sus relaciones con el Presidente de la República, su líder máximo, a quien da puntual seguimiento de el discurso, utiliza sus expresiones e imita sus consignas contra la corrupción, contra el saqueo de recursos públicos, contra el año de Hidalgo y evitar burocratismo, aunque le resulte imposible evitar la intimidad religiosa que en su familia es tradición que se respeta, porque fue notable su lealtad al Santo Niño de Plateros, cuando el domingo anterior, tras recibir su constancia de mayoría en el IEEZ, acompañado de cientos de seguidores, hermanos y familiares, se lanzó en marcha hacia el santuario para agradecer los favores políticos al "chaparrito" y recibir las bendiciones y salpicado de aguas benditas de Monseñor Antonio Soto Guerrero. Los Monreal no niegan la cruz de su parroquia.

Actitudes de fidelidad como esas cautivan a la población y al gobernador electo le suman confianza y más credibilidad, lo que no debe alterar sus comportamientos, sino que debe asumir esquema y estilo propios en la conducción política que pronto será gubernamental, sus nuevas responsabilidades no deben cambiar compromisos ante los gobernados, porque tiene ante sí el enorme desafío de impulsar un conjunto de transformaciones con la fuerza de una efectiva comunión social.

Debe entender que la sociedad ya no tiene una actitud solo receptiva y pasiva, sino que urge con reclamos a que sea consolidada la realidad de la unidad en la pluralidad y que sin exclusiones ni estériles confrontaciones, David Monreal retome los valores y cualidades de un auténtico liderazgo, respetable, incluyente, solidario, emotivo, crítico ante los excesos políticos y de poder, y sobre todo, en defensa de los desposeídos, los que menos tienen y que ya son el 60 por ciento de la población estatal, pero sin olvidar el explícito compromiso de gobernar para todas y todos, sin distingos. Actitudes que constituyen auténticos liderazgos.