/ lunes 12 de octubre de 2020

Crónica del poder │ Urgen mejores gobernantes y legisladores

Será inevitable e imposible ver transcurrir el proceso electoral en medio de las crisis pandémica, económica y de inseguridad, cuyos efectos pueden impedir una oleada democrática y sobrecargar peligrosos autoritarismos desde lo nacional a lo local. El desprestigio de los partidos y el deterioro del quehacer político que se refleja en la creciente polarización, van a imponer condiciones de emergencia a los ciudadanos, para que su voluntad y responsabilidad en la decisión ante las urnas, busque superar la calidad de los gobernantes y de la representación popular.

Si al seno de los partidos ya avanza un proceso de negociación para seleccionar a sus candidatos y distribuirlos en los espacios del poder a conquistar, los dirigentes allá y acá, Alejandro Moreno y Gustavo Uribe por el PRI; Jesús Zambrano y Arturo Ortiz Méndez, del PRD; Porfirio Muñoz Ledo o Mario Delgado y Fernando Arteaga, en el Morena; Marko Cortés y Noemí Berenice Luna, por el PAN; Carlos Puente y Susana Rodríguez, del Verde; Alberto Anaaya con Alfredo Femat en el PT; Dante Delgado Ranauro con Felipe Álvarez en Movimiento Ciudadano; Hugo Erick Flores y Nicolás Castañeda por el Encuentro Social, más los dirigentes de los partidos estatales, deben ignorar las inerciales reglas y prácticas tradicionales que llevan a colocar a los amigos, cuates, parientes o familiares, compadres y socios. Deben acabar los tiempos de que cualquier pendejo puede ser diputado o presidente municipal.

Las experiencias y lecciones están a la vista: ¿ qué han hecho diputados como Omar Carrera, Luis Esparza, Mónica Borrego, Perla Martínez, Susana Rodríguez, Felipe Delgado, Juan Mendoza, Eduardo Rodríguez, por mencionar algunos marcados por la medianía, qué han gestionado para superar el deterioro legislativo y fortalecer la representación popular ? Igual carecen de respaldo político y social diputados federales como Samuel Herrera, Alfredo Femat, Jacqueline Martínez, Carlos Puente, Oscar Novella, María de Jesús Guardado, Lyndiana Bugarín, Frida Esparza, total y como nunca, 19 legisladores federales registrados y los zacatecanos están todavía esperando ver resultados a favor del estado. Han sido nulidad, desempeño en la mediocridad.

Por ese desencanto y decepción es que los partidos ya deben reivindicar calidad de sus candidaturas, garantizar que sean votados y electos gobernantes y legisladores con calidad moral, preparación académica y profesional, con vocación de servicio y más pasión por impulsar a Zacatecas hacia un ritmo más acelerado de crecimiento económico y desarrollo integral, renovador y transformador. Ya basta de oscuras figuras que solo ven por su interés personal.

Legitimidad, liderazgo y compromiso

Son cualidades que han de ser conjunción en la nueva generación de gobernantes y legisladores; la urgente elevación de la cultura política y democrática lo reclaman; la gente, los ciudadanos y la sociedad lo exigen; han de ser nueva y vigorosa fuerza cambiar de promover y realizar cambios y transformaciones en serio y más responsables; tienen que revitalizar las instituciones y ser más sensibles ante las carencias y pobreza de los grupos más vulnerables. Las circunstancia de hoy que son de emergencia, requieren de más capacidad, mayor compromiso, clara honestidad, absoluta veracidad, eficacia gubernamental y calidad legislativa, todo en su conjunto para hacer realidad aquella expresión por alcanzar " libertad para el hombre, justicia para el pueblo e independencia para la Nación."

Será inevitable e imposible ver transcurrir el proceso electoral en medio de las crisis pandémica, económica y de inseguridad, cuyos efectos pueden impedir una oleada democrática y sobrecargar peligrosos autoritarismos desde lo nacional a lo local. El desprestigio de los partidos y el deterioro del quehacer político que se refleja en la creciente polarización, van a imponer condiciones de emergencia a los ciudadanos, para que su voluntad y responsabilidad en la decisión ante las urnas, busque superar la calidad de los gobernantes y de la representación popular.

Si al seno de los partidos ya avanza un proceso de negociación para seleccionar a sus candidatos y distribuirlos en los espacios del poder a conquistar, los dirigentes allá y acá, Alejandro Moreno y Gustavo Uribe por el PRI; Jesús Zambrano y Arturo Ortiz Méndez, del PRD; Porfirio Muñoz Ledo o Mario Delgado y Fernando Arteaga, en el Morena; Marko Cortés y Noemí Berenice Luna, por el PAN; Carlos Puente y Susana Rodríguez, del Verde; Alberto Anaaya con Alfredo Femat en el PT; Dante Delgado Ranauro con Felipe Álvarez en Movimiento Ciudadano; Hugo Erick Flores y Nicolás Castañeda por el Encuentro Social, más los dirigentes de los partidos estatales, deben ignorar las inerciales reglas y prácticas tradicionales que llevan a colocar a los amigos, cuates, parientes o familiares, compadres y socios. Deben acabar los tiempos de que cualquier pendejo puede ser diputado o presidente municipal.

Las experiencias y lecciones están a la vista: ¿ qué han hecho diputados como Omar Carrera, Luis Esparza, Mónica Borrego, Perla Martínez, Susana Rodríguez, Felipe Delgado, Juan Mendoza, Eduardo Rodríguez, por mencionar algunos marcados por la medianía, qué han gestionado para superar el deterioro legislativo y fortalecer la representación popular ? Igual carecen de respaldo político y social diputados federales como Samuel Herrera, Alfredo Femat, Jacqueline Martínez, Carlos Puente, Oscar Novella, María de Jesús Guardado, Lyndiana Bugarín, Frida Esparza, total y como nunca, 19 legisladores federales registrados y los zacatecanos están todavía esperando ver resultados a favor del estado. Han sido nulidad, desempeño en la mediocridad.

Por ese desencanto y decepción es que los partidos ya deben reivindicar calidad de sus candidaturas, garantizar que sean votados y electos gobernantes y legisladores con calidad moral, preparación académica y profesional, con vocación de servicio y más pasión por impulsar a Zacatecas hacia un ritmo más acelerado de crecimiento económico y desarrollo integral, renovador y transformador. Ya basta de oscuras figuras que solo ven por su interés personal.

Legitimidad, liderazgo y compromiso

Son cualidades que han de ser conjunción en la nueva generación de gobernantes y legisladores; la urgente elevación de la cultura política y democrática lo reclaman; la gente, los ciudadanos y la sociedad lo exigen; han de ser nueva y vigorosa fuerza cambiar de promover y realizar cambios y transformaciones en serio y más responsables; tienen que revitalizar las instituciones y ser más sensibles ante las carencias y pobreza de los grupos más vulnerables. Las circunstancia de hoy que son de emergencia, requieren de más capacidad, mayor compromiso, clara honestidad, absoluta veracidad, eficacia gubernamental y calidad legislativa, todo en su conjunto para hacer realidad aquella expresión por alcanzar " libertad para el hombre, justicia para el pueblo e independencia para la Nación."