En la Cuenta Regresiva del viernes, nuestro director Gerardo de Ávila razona y opina: la percepción no les gusta, pero no hacen nada, de nada pero de nada, por cambiarla. ¡Además, ni le saben! Cuestiona y agrega, "la mala fama que arrastra Zacatecas, es injusta. ¿Cómo revertir esa mala fama, a quien le corresponde? Primero al gobierno de Zacatecas y, en segunda, a la sociedad en su conjunto." El mensaje está bien claro, apunta a la corresponsabilidad, no todo lo debe resolver papá gobierno.
La crisis que los restauranteros sufrieron en Semana Santa y que denuncian como terrorífica porque sólo vendieron el 25 por ciento de lo que se vendía antes de la pandemia, como así lo señala el empresario español Álvaro Zaldívar Abreu, presidente de la Asociación de Comerciantes y Habitantes del Centro Histórico de Zacatecas Capital, y que adjudica a esa "mala fama" es, efectivamente, otro foco rojo que contiene el desarrollo, provoca reducción y hasta parálisis. Pero, ¿qué hacen los empresarios y hoteleros para revertir esa situación, qué esfuerzo aportan con creatividad e imaginación para abandonar la indiferencia colectiva y dejar hacer y dejar pasar las circunstancias sin previamente modificarlas con visión alentadora y proyección más agresiva y progresista? porque ni siquiera la responsabilidad del servicio puntual superan y continúan abriendo sus instalaciones o locales entre las 10 y las 11 de la mañana, y siguen estancados en la negligencia inercial.
Viven y resienten la experiencia de la huida o retiro de su potencial mercado regional y no asumen innovadoras estrategias para retenerlo y asegurarlo, lo que es un absurdo, porque ante las acciones programáticas del gobierno a través del Festival Cultural, cuando son los actores principales del dinamismo económico, comercial, gastronómico y turístico, tal parece que solo son espectadores que se sienten engañados por lo que no hacen. Les urge pues, fortalecer su identidad y apropiarse de iniciativas promotoras junto a las propuestas e ideas de los gobiernos estatal y municipal, que hicieron lo suyo y con resultados en favor de las masas ávidas de cultura y recreación artística, y si la gente no entró a los comercios, hoteles y restaurantes, es porque no generan atracción, no le ponen pasión creativa a su misión.
La negativa percepción que el INEGI lanza con sus datos, lamentablemente se sustenta con hechos sangrientos como los del fin de semana anterior y la suma de cinco policías más abatidos, un reto y desafío que la gente, la sociedad urge sea revertido con reacciones de efectiva coordinación y estratégica operación, porque resulta muy fácil declarar que "se responderá con toda la fuerza necesaria. No descansaremos hasta dar con los responsables de cada una de las agresiones. No están solos, cuentan con el Estado", como así lo afirma el general Adolfo Marín, el Secretario de Seguridad, que desde su escritorio se avienta a lograr la hazaña, a responder a la exigencia de la sociedad y a obedecer el mandato del gobernador David Monreal, para que más pronto sea alcanzada la tan anhelada paz y tranquilidad.
Por ello la insistencia de revertir esa "mala fama" de Zacatecas y sin hacer escándalo con expresiones y declaraciones, más bien utilizando herramientas liberadoras que permitan el florecimiento del turismo y la cultura, del comercio y la excelencia en el servicio, no solo en el Centro Histórico de la Capital de la Transformación, sino en los Pueblos Mágicos del estado, que son todos, cada uno en sus tradiciones, valores y propuestas, un todo que debe ser proyectado con más audacia y creatividad.
