/ miércoles 27 de marzo de 2024

Crónica del poder / Elecciones locales intermedias, riesgo latente para los gobernadores

Para los gobiernos estatal y municipales, las elecciones intermedias siempre han sido una prueba de riesgos, porque en la mayoría de los casos son anticipos de derrota para sus partidos y como consecuencia ruta abierta a otra alternancia. Así le ocurrió a la gobernadora Amalia García Medina en la elección local de 2007, cuando el mayor de los negativos resultados fue la derrota en la Capital del Estado, elección que ganó el panista panista Cuautémoc Calderón y que para él abrió ruta a la candidatura a gobernador y para ella, el sendero hacia la derrota en 2010 ante Miguel Alonso Reyes; otro testimonio es con Alejandro Tello Cristerna, que en la elección interna de 2018 perdió el municipio de Guadalupe que fue gobernado por Julio César Chávez, ahora prófugo de la justicia.

Ambos gobernantes perdieron posiciones claves en el Corredor Electoral y finalmente Amalia García Medina entregó el poder a Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna a David Monreal Ávila. Hoy el mandatario estatal morenista enfrenta una jornada electoral en condiciones difíciles y de mayor complejidad, aunque desde adentro y como siempre, el optimismo es desmesurado pero incierto, porque los errores de selección de los candidatos de la alianza Morena y Verde Ecologista, algunos y algunas se atisban como víctimas de la derrota electoral, posibles fracasos que pueden ser de malos augurios para el fin de sexenio.

Conforme se acercan los tiempos límite para la definición de las candidaturas a diputados y presidencias municipales, la inquietud entre los partidos se acrecienta, porque hay estudios de opinión que rompen las expectativas que se han trazado de victoria total. En el Mineral se hizo a un lado la opción más competitiva para insertar como candidata a la diputada federal Bennelly Hernández, que exhibe debilidades, aunque reafirma pasión para combatir con todas las fuerzas.

En Jerez, la complejidad derivó en un desbarajuste que pone en riesgo la alcaldía y la diputación local. Cuando ya se había decidido la postulación de la síndica Adriana Márquez por Morena, sobrevino la perversa intriga del candidato a diputado José Luis González que dió acceso a la inmoralidad política de la diputada María del Refugio Ávalos, que de ser severa crítica de la cuarta transformación y que continuamente fustigó al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al Gobernador David Monreal Ávila, renegó de su partido el PRI, lo traicionó y de pronto irrumpió en el escenario electoral con desmedidos halagos a Morena y a su candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, comportamiento desleal que ha generado malestar y repudio entre los jerezanos que difícilmente la respaldarían.

En otro escenario teatral de Jerez, el actual alcalde Humberto Salazar, cayó de la gracia de Morena, que le negaron la candidatura a la reelección y pasó a ser registrado por la coalición "La Esperanza nos Une" de los Partidos del Trabajo, Encuentro Solidario y Nueva Alianza y fueron los respectivos líderes los que lo presentaron, Alfredo Femat Bañuelos, Nicolás Castañeda Tejeda y Soralla Bañuelos de la Torre. Se concretó pues otro desprendimiento morenista, lo que pone en riesgo la victoria y abre cauce a las fuerzas opositoras.

Para los gobiernos estatal y municipales, las elecciones intermedias siempre han sido una prueba de riesgos, porque en la mayoría de los casos son anticipos de derrota para sus partidos y como consecuencia ruta abierta a otra alternancia. Así le ocurrió a la gobernadora Amalia García Medina en la elección local de 2007, cuando el mayor de los negativos resultados fue la derrota en la Capital del Estado, elección que ganó el panista panista Cuautémoc Calderón y que para él abrió ruta a la candidatura a gobernador y para ella, el sendero hacia la derrota en 2010 ante Miguel Alonso Reyes; otro testimonio es con Alejandro Tello Cristerna, que en la elección interna de 2018 perdió el municipio de Guadalupe que fue gobernado por Julio César Chávez, ahora prófugo de la justicia.

Ambos gobernantes perdieron posiciones claves en el Corredor Electoral y finalmente Amalia García Medina entregó el poder a Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna a David Monreal Ávila. Hoy el mandatario estatal morenista enfrenta una jornada electoral en condiciones difíciles y de mayor complejidad, aunque desde adentro y como siempre, el optimismo es desmesurado pero incierto, porque los errores de selección de los candidatos de la alianza Morena y Verde Ecologista, algunos y algunas se atisban como víctimas de la derrota electoral, posibles fracasos que pueden ser de malos augurios para el fin de sexenio.

Conforme se acercan los tiempos límite para la definición de las candidaturas a diputados y presidencias municipales, la inquietud entre los partidos se acrecienta, porque hay estudios de opinión que rompen las expectativas que se han trazado de victoria total. En el Mineral se hizo a un lado la opción más competitiva para insertar como candidata a la diputada federal Bennelly Hernández, que exhibe debilidades, aunque reafirma pasión para combatir con todas las fuerzas.

En Jerez, la complejidad derivó en un desbarajuste que pone en riesgo la alcaldía y la diputación local. Cuando ya se había decidido la postulación de la síndica Adriana Márquez por Morena, sobrevino la perversa intriga del candidato a diputado José Luis González que dió acceso a la inmoralidad política de la diputada María del Refugio Ávalos, que de ser severa crítica de la cuarta transformación y que continuamente fustigó al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al Gobernador David Monreal Ávila, renegó de su partido el PRI, lo traicionó y de pronto irrumpió en el escenario electoral con desmedidos halagos a Morena y a su candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, comportamiento desleal que ha generado malestar y repudio entre los jerezanos que difícilmente la respaldarían.

En otro escenario teatral de Jerez, el actual alcalde Humberto Salazar, cayó de la gracia de Morena, que le negaron la candidatura a la reelección y pasó a ser registrado por la coalición "La Esperanza nos Une" de los Partidos del Trabajo, Encuentro Solidario y Nueva Alianza y fueron los respectivos líderes los que lo presentaron, Alfredo Femat Bañuelos, Nicolás Castañeda Tejeda y Soralla Bañuelos de la Torre. Se concretó pues otro desprendimiento morenista, lo que pone en riesgo la victoria y abre cauce a las fuerzas opositoras.