/ lunes 1 de junio de 2020

Crónica del poder | Incertidumbre, la nueva normalidad

Si hablamos de nueva realidad, ésta continúa, es la misma, porque la crisis sanitaria profundiza y se extiende amenazante, y los efectos de la lucha son todavía inciertos e insatisfactorios, aunque alguien diga que el virus maldito está domado. Frente a este escenario de peligrosidad y riesgos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reitera sus pronunciamientos cargados de un optimismo que busca contagiar a los mexicanos para que sientan la seguridad de que esa realidad hoy es la nueva normalidad.

Sin embargo, con la claridad de un desafío a esa dudosa normalidad, al tiempo que dicta políticas de protección ante el coronavirus, como el llamado semáforo encendido en rojo, de máximo contagio para todo el país, a excepción de Zacatecas, que se proyecta en color naranja, de alto contagio, con su decisión de emprender desde hoy y por toda la semana, gira de trabajo por 6 estados del sureste, difiere de sus políticas, atenta contra la normatividad y abre puertas a los riesgos para él como Presidente y para la gente que le acompañará en cada evento por Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco su tierra, y Veracruz.

El viernes López Obrador se comprometió a ser cuidadoso y a no comprometer las acciones de la autoridad de salud ante la pandemia; argumentó que respetará los protocolos de seguridad y que en sus encuentros en las comunidades solo asistirán 50 personas. ¿Por qué voy a ir a la gira y no me espero? Porque tenemos que ir a la nueva normalidad. Pero es innegable que no rompe con el semáforo rojo, pero si lo contradice y va a zonas de máximo riesgo como Cancún y Tabasco. Ciertamente, su pasión por la comunicación política y obsesión por el acercamiento al "pueblo bueno y sabio" que lo quiere, altera confinamientos y la sana distancia, que no es otra cosa que insana distancia, así lo ve la gente, porque así se deja ver.

El mensaje que proyecta a la Nación no es bueno ni alentador, porque, además, la doma del virus que tanto presume es incierta, y al contrario, el virus maldito anda trotando maligna y mortalmente por doquier. Haiga sido como haiga sido, él sigue montado en su macho.

Aquí en nuestra tierra, Alejandro Tello y su equipo, muy estimulados porque de la geografía nacional Zacatecas contrasta como el único estado en color naranja, de alto riesgo pero no máximo, hay elementos moderados que permiten un regreso gradual y parcial a la normalidad, que será cauteloso y ordenado, cuidando a los niños, a los adultos mayores, enfermos, que han de continuar en sus casas, porque se estima que entre el 13 y 20 de junio se elevarán los contagios y se entraría al círculo rojo y extremo. Desde hoy comienzan los lineamientos del regreso lento pero seguro, que en lo económico será en las actividades esenciales con estrictas medidas preventivas y de protección.

Fresnillo y la Zona Metropolitana

Son de la más alta preocupación y desde ya, es más, desde la semana anterior, allá en el Mineral, el alcalde Saúl Monreal ya advirtió que su municipio se coloca como el foco de mayor infección, pero el virus no los agarra fuera de base, los fresnillenses están preparados para el más trágico escenario; se endurecen las medidas de prevención y protección, en los hospitales los médicos y enfermeras actúan con más responsabilidad y profesionalismo a fin de evitar mayor complejidad; ya se reunió con los responsables del IMSS, ISSSTE y los Servicios de Salud y desde el gobernador Alejandro Tello, hasta el Secretario de Salud, Gilberto Breña, reorientan y enfatizan acciones para favorecer a Fresnillo y sus grandes comunidades urbanas y rurales, como así se hace en Zacatecas Capital y Guadalupe.

Si hablamos de nueva realidad, ésta continúa, es la misma, porque la crisis sanitaria profundiza y se extiende amenazante, y los efectos de la lucha son todavía inciertos e insatisfactorios, aunque alguien diga que el virus maldito está domado. Frente a este escenario de peligrosidad y riesgos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reitera sus pronunciamientos cargados de un optimismo que busca contagiar a los mexicanos para que sientan la seguridad de que esa realidad hoy es la nueva normalidad.

Sin embargo, con la claridad de un desafío a esa dudosa normalidad, al tiempo que dicta políticas de protección ante el coronavirus, como el llamado semáforo encendido en rojo, de máximo contagio para todo el país, a excepción de Zacatecas, que se proyecta en color naranja, de alto contagio, con su decisión de emprender desde hoy y por toda la semana, gira de trabajo por 6 estados del sureste, difiere de sus políticas, atenta contra la normatividad y abre puertas a los riesgos para él como Presidente y para la gente que le acompañará en cada evento por Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco su tierra, y Veracruz.

El viernes López Obrador se comprometió a ser cuidadoso y a no comprometer las acciones de la autoridad de salud ante la pandemia; argumentó que respetará los protocolos de seguridad y que en sus encuentros en las comunidades solo asistirán 50 personas. ¿Por qué voy a ir a la gira y no me espero? Porque tenemos que ir a la nueva normalidad. Pero es innegable que no rompe con el semáforo rojo, pero si lo contradice y va a zonas de máximo riesgo como Cancún y Tabasco. Ciertamente, su pasión por la comunicación política y obsesión por el acercamiento al "pueblo bueno y sabio" que lo quiere, altera confinamientos y la sana distancia, que no es otra cosa que insana distancia, así lo ve la gente, porque así se deja ver.

El mensaje que proyecta a la Nación no es bueno ni alentador, porque, además, la doma del virus que tanto presume es incierta, y al contrario, el virus maldito anda trotando maligna y mortalmente por doquier. Haiga sido como haiga sido, él sigue montado en su macho.

Aquí en nuestra tierra, Alejandro Tello y su equipo, muy estimulados porque de la geografía nacional Zacatecas contrasta como el único estado en color naranja, de alto riesgo pero no máximo, hay elementos moderados que permiten un regreso gradual y parcial a la normalidad, que será cauteloso y ordenado, cuidando a los niños, a los adultos mayores, enfermos, que han de continuar en sus casas, porque se estima que entre el 13 y 20 de junio se elevarán los contagios y se entraría al círculo rojo y extremo. Desde hoy comienzan los lineamientos del regreso lento pero seguro, que en lo económico será en las actividades esenciales con estrictas medidas preventivas y de protección.

Fresnillo y la Zona Metropolitana

Son de la más alta preocupación y desde ya, es más, desde la semana anterior, allá en el Mineral, el alcalde Saúl Monreal ya advirtió que su municipio se coloca como el foco de mayor infección, pero el virus no los agarra fuera de base, los fresnillenses están preparados para el más trágico escenario; se endurecen las medidas de prevención y protección, en los hospitales los médicos y enfermeras actúan con más responsabilidad y profesionalismo a fin de evitar mayor complejidad; ya se reunió con los responsables del IMSS, ISSSTE y los Servicios de Salud y desde el gobernador Alejandro Tello, hasta el Secretario de Salud, Gilberto Breña, reorientan y enfatizan acciones para favorecer a Fresnillo y sus grandes comunidades urbanas y rurales, como así se hace en Zacatecas Capital y Guadalupe.