Tal parece que en el escenario político, son las mujeres las que asumen las posturas más radicales y consideran que éstos son tiempos en busca de promesas reales y compromisos firmes, que se han de cumplir en materia de equidad, igualdad, derechos humanos, justicia social e incluso justicia electoral; ellas mantienen los más hondos sentimientos y se manifiestan con absoluta libertad de expresión y se lanzan contra lo que observan injusto, irracional, inmoral, hasta perverso y obsceno, como así se movilizan en el estado de Guerrero en contra de la imposición de un candidato a gobernador denunciado y acusado de graves delitos de violación y acoso sexual en contra de varias mujeres.
Con todo respeto pero, lo que hace el Partido Morena en Guerrero "es politiquería", la degradación del quehacer político, solo por sostener un capricho llamado Félix Salgado Macedonio, un comportamiento que las mujeres, allá y acá, lo van a cobrar en las urnas.
Ellas no están dispuestas a tolerar más vicios, torceduras y desviaciones que las desvirtúen en sus batallas por la reivindicación de sus derechos. La sociedad, la clase política, en los partidos y organizaciones ciudadanas, reconocen que las mujeres son inmenso potencial político y electoral, sus decisiones ante las urnas pueden ser determinantes, lo mismo para garantizar una victoria que para provocar una derrota. No en balde son casi el 52 por ciento de la población, son más que los hombres y en el padrón electoral son mayoría.
Ahora mismo, en todos los horizontes y rincones del país, ya promueven la movilización para celebrar el lunes 8 de marzo, el Día de la Mujer. Ya el Presidente Andrés Manuel López Obrador percibe una pasión excesiva y las convoca a marchar pacíficamente, intenta contener un posible libertinaje como así ha ocurrido en otros momentos, hay conciencia de que su lucha es por los derechos políticos y en contra de la exclusión e intolerancia, van por la equidad de género y el respeto a su dignidad humana.
La única arma que ellas utilizan es la movilización con unidad, sin fanatismos ni desenfrenos, y el único objetivo es alcanzar la plena comprensión de sus luchas y que sean respetados sus derechos por sus medias naranjas, los hombres que desde los bastiones de poder político y gubernamental, pretenden minimizar, contener y reducirlas a un papel irrelevante o intrascendente, casi casi en la sumisión, lo que a éstas alturas es inaceptable y condenable.
La escena electoral de Zacatecas
Hoy se abre más a la participación de la mujer, las instituciones electorales así lo reglamentan y así motivan a los partidos para que procedan a respetar equidad y paridad. Los efectos son una realidad política que ha cambiado fórmulas de imposición, la irrupción de las candidaturas al gobierno estatal, con protagonistas como Claudia Anaya, Ana María Romo Fonseca, Alma Rosa Oyervidez y Fernanda Salomé Morera, son testimonios de esa evolución de nuestra cultura democrática, porque son un verdadero torrente de creatividad, ideas y propuestas que van a dar un giro a las campañas electorales de gobernador, de diputados y ayuntamientos, y por consecuencia, van a elevar la calidad del debate político electoral. Ellas se convertirán en la esencia de la vida democrática en Zacatecas.
