/ viernes 22 de marzo de 2024

Crónica del poder / Zacatecas, escaparate de excelencia y a la vanguardia

Nos encontramos en momentos cruciales para el estado, donde los viejos conceptos de la promoción turística y difusión cultural ya debe ser suplantados por la creatividad contenida en las nuevas tecnologías, las añejas estrategias han perdido validez frente a una estructura social que se ha transformado, que está más informada y que asume posturas críticas de exigencia y razonables demandas de servicios óptimos y más eficaces por placenteros, agradables y hasta cautivadores, de manera que impacten profundamente en los afanes vacacionales de visitantes, turistas y emigrantes, los que al final de sus jornadas de asueto decidan regresar una y otra vez a estas tierras coloradas y trozos formidables y mágicos de la Suave Patria.

Ante la inminente efusividad que a partir de mañana vibrará por el Festival Cultural de la Paz de Zacatecas, la misticidad de la Semana Santa y luego la profana Feria de Primavera de Jerez, sin rupturas organizacionales, pero sí en sincronía y sintonía, los gobiernos estatal y municipales, los sectores económicos, sociales y culturales, la estructura toda, material, humana e institucional se tiene que mover con los más valiosos recursos, acendrada vocación de servicio y óptima capacidad de atenciones para efectivamente construir ese repunte turístico y económico que han previsto y que tienen que revestir para que toda la programación y jornadas sean excelentes y de vanguardia.

Después de 3 años difíciles, hasta turbulentos desde la pandemia, la violencia e inseguridad, una etapa de retrocesos que han de quedar atrás y superarse con mejores expectativas hasta consolidar los más extraordinarios avances de la cultura de masas, será oportuno que Zacatecas y todas sus fuerzas de la diversidad social y pluralidad política, con sus gobiernos e instituciones, demuestren el comportamiento progresista y colectivo, transformador, innovador y modernizador de sus más relevantes eventos tradicionales, actuales y renovadores de la imagen de enormidad histórica, turística y cultural del estado, desde la Bizarra Capital, los Pueblos Mágicos y los 58 municipios.

Los comerciantes, servidores públicos, empresarios turísticos, promotores culturales, los vecinos en cada casa del centro histórico y las colonias, por Guadalupe, Jerez, Fresnillo, Zacatecas Capital y todos los escenarios municipales y comunitarios, han de movilizarse con la más esmerada atención a los visitantes fin de hacer realidad la diferenciación con el atribulado pasado y establecer un verdadero proceso de transformación para desde ya, desterrar y cancelar esa maldita y negativa percepción de inseguridad que ha extendido el nombre de Zacatecas con mala fama y desprestigio, que los zacatecanos no aceptan y cotidianamente y contundentes, rechazan y reprueban.

Que los Palacios de Gobierno, Legislativo y Judicial permanezcan abiertos y sus anfitriones al frente; el aeropuerto y la central camionera, con puertas abiertas, limpias y con mensajes alentadores de paz y tranquilidad; los accesos han de resaltar pulcros, las calles y los puentes igual, las rinconadas, los jardines, museos, teatros, portales, kioscos, barrios, todo límpio también; los policías, guías, librerías, bibliotecas, los hoteles, restaurantes, cafés, antros, ambulantes, todos bien presentados, muy diligentes, prestos a servir al máximo; los taxistas, camioneros urbanos, orientadores e impecables; los escenarios limpios y ordenados. Hay pues, una estructura integral para atender y servir a los visitantes, pero hay que reconocerlo, todavía no se ejerce un servicio cálido y de calidad, y es la oportunidad para lograr consolidarlo.

Nos encontramos en momentos cruciales para el estado, donde los viejos conceptos de la promoción turística y difusión cultural ya debe ser suplantados por la creatividad contenida en las nuevas tecnologías, las añejas estrategias han perdido validez frente a una estructura social que se ha transformado, que está más informada y que asume posturas críticas de exigencia y razonables demandas de servicios óptimos y más eficaces por placenteros, agradables y hasta cautivadores, de manera que impacten profundamente en los afanes vacacionales de visitantes, turistas y emigrantes, los que al final de sus jornadas de asueto decidan regresar una y otra vez a estas tierras coloradas y trozos formidables y mágicos de la Suave Patria.

Ante la inminente efusividad que a partir de mañana vibrará por el Festival Cultural de la Paz de Zacatecas, la misticidad de la Semana Santa y luego la profana Feria de Primavera de Jerez, sin rupturas organizacionales, pero sí en sincronía y sintonía, los gobiernos estatal y municipales, los sectores económicos, sociales y culturales, la estructura toda, material, humana e institucional se tiene que mover con los más valiosos recursos, acendrada vocación de servicio y óptima capacidad de atenciones para efectivamente construir ese repunte turístico y económico que han previsto y que tienen que revestir para que toda la programación y jornadas sean excelentes y de vanguardia.

Después de 3 años difíciles, hasta turbulentos desde la pandemia, la violencia e inseguridad, una etapa de retrocesos que han de quedar atrás y superarse con mejores expectativas hasta consolidar los más extraordinarios avances de la cultura de masas, será oportuno que Zacatecas y todas sus fuerzas de la diversidad social y pluralidad política, con sus gobiernos e instituciones, demuestren el comportamiento progresista y colectivo, transformador, innovador y modernizador de sus más relevantes eventos tradicionales, actuales y renovadores de la imagen de enormidad histórica, turística y cultural del estado, desde la Bizarra Capital, los Pueblos Mágicos y los 58 municipios.

Los comerciantes, servidores públicos, empresarios turísticos, promotores culturales, los vecinos en cada casa del centro histórico y las colonias, por Guadalupe, Jerez, Fresnillo, Zacatecas Capital y todos los escenarios municipales y comunitarios, han de movilizarse con la más esmerada atención a los visitantes fin de hacer realidad la diferenciación con el atribulado pasado y establecer un verdadero proceso de transformación para desde ya, desterrar y cancelar esa maldita y negativa percepción de inseguridad que ha extendido el nombre de Zacatecas con mala fama y desprestigio, que los zacatecanos no aceptan y cotidianamente y contundentes, rechazan y reprueban.

Que los Palacios de Gobierno, Legislativo y Judicial permanezcan abiertos y sus anfitriones al frente; el aeropuerto y la central camionera, con puertas abiertas, limpias y con mensajes alentadores de paz y tranquilidad; los accesos han de resaltar pulcros, las calles y los puentes igual, las rinconadas, los jardines, museos, teatros, portales, kioscos, barrios, todo límpio también; los policías, guías, librerías, bibliotecas, los hoteles, restaurantes, cafés, antros, ambulantes, todos bien presentados, muy diligentes, prestos a servir al máximo; los taxistas, camioneros urbanos, orientadores e impecables; los escenarios limpios y ordenados. Hay pues, una estructura integral para atender y servir a los visitantes, pero hay que reconocerlo, todavía no se ejerce un servicio cálido y de calidad, y es la oportunidad para lograr consolidarlo.