Al que ya le dieron banderazo para que se mueva rumbo al Senado de la República para el 2024, es a Saúl Monreal Ávila quien, más se tardaron en autorizarle, que él (Saúl) en moverse. Y, el mismo viernes por la tarde, viajó a Monterrey, para atender una invitación del Cónsul de los Estados Unidos, en esa ciudad regia para asistir a un evento cultural.
Y por supuesto, el corcholatito -como ya se le conoce- no desaprovechó el momento para tomarse la foto con dos políticos de moda de MC: con el sui géneris gobernador de Nuevo León, Samuel García y con el presidente municipal, Luis Donaldo Colosio Riojas, lo que provocó la ira en Zacatecas, de Cuauhtémoc Calderón Galván y de Enrique Laviada Cicerol.
Y aunque sólo se trató de una coincidencia política, -por llamarlo así-, al conocerse la fotografía acá en Zacatecas y sus alrededores, los comentarios no faltaron. En resumen, Saúl Monreal Ávila, el Corcholatito ya trae permiso de moverse.
Ineficiencias en el gabinete
El “sueño americano” se ha convertido, en muchas comunidades, en la única alternativa de subsistencia. Como es del dominio público, el pasado lunes un tráiler con migrantes indocumentados en la caja fue encontrado en las inmediaciones de San Antonio, Texas, con 67 migrantes a bordo, de los que hoy ya son 53 fallecidos.
El Consulado de México en San Antonio confirmó la presencia de zacatecanos entre los fallecidos, y los titulares de migración de Guanajuato, Oaxaca, Morelos, Veracruz y de Guatemala, hace días señalaron la identidad de los fallecidos, su origen en cuanto a municipio y se habló con los familiares. Para varias, por parte de Zacatecas, apenas anunció el cónsul la existencia de zacatecanos, el gobernador David Morneal manifestó su pesar e instruyó al secretario del Zacatecano Migrante a prestar todo el apoyo a las familias, entre lo que se incluye la repatriación de los cuerpos. Resulta que, para el sábado, el secretario o el encargado de la Secretaría, desconocía el número de zacatecanos fallecidos en la tragedia en Texas, aunque se habla de que la cifra aumentó a tres, y señaló que como las cosas se están haciendo con mucho cuidado, se tardará varios días más la identificación.
El funcionario estatal está en el lugar de los hechos, pero desconoce los detalles, porque espera que la Cancillería, a través del Consulado, se le anuncie cuántos son los zacatecanos. Nada tendría de particular esto, pero otros estados ya tienen plenamente identificados a sus muertos, ubicaron a las familias y están en los trámites legales, Zacatecas no.
No hay una reactivación económica como tal, parece que en algunos casos ni sectetarios o secretarias hay. Habrá que ver si con miras al primer Informe de Gobierno es necesario hacer cambios que permitan hacer, no un extraordinario trabajo, pero sí el necesario para sacar a Zacatecas del atraso. Hoy, se puede decir que derivado de la tragedia de Texas murió otro zacatecano, el secretario del Zacatecano Migrante, de quien se ha visto que no dio resultados.
Debacle de los partidos
Nada de antes, del pasado o de los tiempos idos en los sexenios le entusiasma o le interesa al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero está plenamente concentrado en impulsar su estrategia electoral para asegurar a quien le suceda en la Presidencia de la República, cuando la distancia está justamente a dos años y ya mantiene pasos acelerados a través de sus “corcholatas”, como indigna y humillantemente llama a sus candidatos Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Ya se sabe que Ricardo Monreal Ávila no entra en ese paquete, pero de qué va, va y porque quiere y puede, estará en la boleta electoral 2024.
Entre la clase política queda claro que, más que las obras emblemáticas de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, la primera prioridad de AMLO, es garantizar el Palacio Nacional para uno de esos aspirantes, como dice el senador zacatecano. En la medición de las preferencias electorales, Andrés Manuel López Obrador está encima de todos y aunque no estará en la boleta, si estará como sombra, abajo, arriba, a los lados y muy encima de su “corcholata” preferida para esos momentos.
El histórico Cuauhtémoc Cárdenas argumenta con razones y lamenta, que, rumbo a la elección de 2024, ningún partido político tiene un proyecto o propuesta electoral para resolver los graves problemas que existen en el país. El enfoque crítico devela un escenario que, atizado desde Palacio Nacional, exhibe a los partidos políticos en precipitado hundimiento y carentes de confianza y credibilidad ante la sociedad y los ciudadanos. Mario Delgado, de Morena a diario demuestra ineptitud estratégica desde el poder; Marko Cortés se ve impotente e incapaz de conciliar la división en el PAN; Alejandro Moreno, del PRI exhibe el más tremendo deterioro y más desciende con la torpeza de proponer armar a los mexicanos ante la violencia e inseguridad; en el PRD, JESÚS ZAMBRANO ya ni se siente en el escenario político. Así andan, todos contra todos.
Nos leemos la próxima semana.
