/ domingo 4 de febrero de 2024

Escenarios |  A blindar las elecciones



A menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales, el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila debe garantizar que el territorio estatal esté blindado para que la ciudadanía pueda salir a votar el 2 de junio con toda calma y tranquilidad. Más de un millón de zacatecanos (as) tendrán la oportunidad de acudir a las urnas a hacerlo. Digamos que hasta ahora no hay “focos rojos” que pudieran poner en riesgo ese derecho de acudir a votar.

Hasta lo que conocemos, el Instituto Nacional Electoral (INE) delegación Zacatecas que encabeza Matías Chiquito Díaz de León y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) de Juan Manuel Frausto Ruedas parece que no tienen en su mapa electoral que la delincuencia organizada esté afectando algún lugar en específico. Sin embargo, hay que cuidar desde ahora que no ocurra. En todo caso, si se detectaran, dar cuenta a la autoridad superior, comenzando por el mandatario estatal, David Monreal Ávila.

Lo anterior lo comentamos, porque hace unos días, en cadena nacional, algunos integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) advirtieron que el crimen organizado podría afectar las elecciones, mostraron su preocupación pues. Dicho de otro modo, de blindar para no estar frente a una narco-elección, término que fue rechazado contundentemente por Claudia Sheinbaum Pardo, en su reciente visita a Zacatecas.

La candidata a la presidencia de la República y con altas posibilidades de ser la primera mujer en ser presidente de México, Sheinbaum Pardo lamentó que algunos magistrados de lo electoral quisieran sembrar miedo, pero no hay tal narco-elección, respondió a pregunta de El Sol de Zacatecas. “Veo atrás que son los adversarios políticos en un acto de desesperación, porque las encuestas nos ponen muy arriba de ellos”, argumentó. Hay tiempo, para que se blinde Zacatecas y los electores salgan a votar.

Tensa relación entre Poderes

Está visto que el régimen de la cuarta transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador experimenta la más elevada potencialidad del Poder Ejecutivo, la que se advierte avasallante e imponente en términos de una legitimidad que interpreta como la fuerza del pueblo en la toma de las decisiones, una cohesión que sustenta a través de la dominación política en todos los escenarios locales, nacionales, hasta en el extranjero, condición que alcanza óptima por el incondicional respaldo de su partido MORENA y los aliados PVEM y PT, aunque está muy claro que al no tener las mayorías calificadas, se registra un muro de contención que se demuestra con los resolutivos del Poder Judicial a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que echa atrás reformas como la Eléctrica, lo que ya tiene en la picota al ministro Alberto Pérez Dayán, quien emitió el voto de calidad que fue necesario para concretar ese impedimento que daba a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una situación de prevalencia y dominio en el manejo de la energía.

Por esa decisión del Poder Judicial, los partidos en el poder han iniciado un proceso de juicio popular en contra del ministro, amén de calificar a los magistrados como "traidorzuelos". Testimonios como éste se han sucedido para ilustrar que la constitucional distancia entre los poderes se ha transformado en verdadera y furiosa confrontación entre poderes, degradación en la relación institucional que tuvo su origen desde la elección de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que ha sido vilipendiada y vapuleada con rigor extremo, una lamentable y tensa situación que ha sido cuestionada y rechazada por la sociedad y la opinión pública y generado un deterioro e incesante ofensiva de desprestigio contra jueces, magistrados y ministros.

También en Zacatecas

Este fenómeno político ha derivado hacia los estados y en el caso particular de Zacatecas, no ha sido la excepción, aunque moderadamente, no han faltado las expresiones de descalificación en contra de jueces y magistrados, lo que se ilustra en la última etapa del introvertido Arturo Nahle García como titular del Poder Judicial, quien con todo valor y veracidad expuso el embate permanente del Poder Ejecutivo contra los poderes judiciales, al grado que hasta se han culpado a los jueces de ser responsables de la inseguridad por liberar delincuentes, ataque que obligó al riograndense a enfatizar que "los jueces no liberamos delincuentes, los jueces liberamos inocentes."

Apenas el jueves 1 de febrero el magistrado Carlos Villegas Márquez fue electo por unanimidad como Presidente del Poder Judicial del Estado, en relevo de Arturo Nahle García, decisión unánime de los magistrados, que ha sido interpretada como señal de fortaleza, cohesión y unidad interna, y al tomar posesión y rendir Protesta de Ley, precisó defensa de la autonomía del Poder Judicial y que el Estado y los zacatecanos quieren ver una coordinación cercana entre Poderes, un comportamiento que deduce fortalecimiento y la continuidad de gestiones en el tema presupuestal a fin de dignificar los salarios de jueces y trabajadores, además de insistir en la superación de situaciones de confrontación y antagonismos con los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Que no es el año de la paz…

En resumen, los poderes del Estado ya no deben ser cuestionados por la ciudadanía porque están confrontados y, que por esas diferencias se degraden el respeto entre ambos, la búsqueda de justicia y del bienestar social con progreso paz y tranquilidad. Justamente en esta etapa de la pacificación emprendida por la nueva gobernanza, es que todas las fuerzas institucionales, políticas y sociales, deber estar y actuar unidas y coordinadas, dejar de lado las diferencias y juntos asumir los liderazgos que la gente quiere observar con más confianza y credibilidad y en ese propósito, el Poder Legislativo, los 30 diputados de la pluralidad han de dejar atrás la morosidad, la dispersión de sus fuerzas, la falta de productividad, a fin de retomar la función legislativa, hasta reivindicar la representación popular, porque está más que demostrado y así lo exhiben, que no hay ensamble entre los Poderes, lo que exhibe la debilidad del Estado, la ausencia de auténtica comunión social y las crecientes decepción ciudadana y desconfianza social, obstáculos para lograr estar entre todos en sana paz. O que no estamos pues, en la ¿Agenda: “2024, el Año de la Paz”?

Nos leemos la próxima semana.



A menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales, el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila debe garantizar que el territorio estatal esté blindado para que la ciudadanía pueda salir a votar el 2 de junio con toda calma y tranquilidad. Más de un millón de zacatecanos (as) tendrán la oportunidad de acudir a las urnas a hacerlo. Digamos que hasta ahora no hay “focos rojos” que pudieran poner en riesgo ese derecho de acudir a votar.

Hasta lo que conocemos, el Instituto Nacional Electoral (INE) delegación Zacatecas que encabeza Matías Chiquito Díaz de León y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) de Juan Manuel Frausto Ruedas parece que no tienen en su mapa electoral que la delincuencia organizada esté afectando algún lugar en específico. Sin embargo, hay que cuidar desde ahora que no ocurra. En todo caso, si se detectaran, dar cuenta a la autoridad superior, comenzando por el mandatario estatal, David Monreal Ávila.

Lo anterior lo comentamos, porque hace unos días, en cadena nacional, algunos integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) advirtieron que el crimen organizado podría afectar las elecciones, mostraron su preocupación pues. Dicho de otro modo, de blindar para no estar frente a una narco-elección, término que fue rechazado contundentemente por Claudia Sheinbaum Pardo, en su reciente visita a Zacatecas.

La candidata a la presidencia de la República y con altas posibilidades de ser la primera mujer en ser presidente de México, Sheinbaum Pardo lamentó que algunos magistrados de lo electoral quisieran sembrar miedo, pero no hay tal narco-elección, respondió a pregunta de El Sol de Zacatecas. “Veo atrás que son los adversarios políticos en un acto de desesperación, porque las encuestas nos ponen muy arriba de ellos”, argumentó. Hay tiempo, para que se blinde Zacatecas y los electores salgan a votar.

Tensa relación entre Poderes

Está visto que el régimen de la cuarta transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador experimenta la más elevada potencialidad del Poder Ejecutivo, la que se advierte avasallante e imponente en términos de una legitimidad que interpreta como la fuerza del pueblo en la toma de las decisiones, una cohesión que sustenta a través de la dominación política en todos los escenarios locales, nacionales, hasta en el extranjero, condición que alcanza óptima por el incondicional respaldo de su partido MORENA y los aliados PVEM y PT, aunque está muy claro que al no tener las mayorías calificadas, se registra un muro de contención que se demuestra con los resolutivos del Poder Judicial a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que echa atrás reformas como la Eléctrica, lo que ya tiene en la picota al ministro Alberto Pérez Dayán, quien emitió el voto de calidad que fue necesario para concretar ese impedimento que daba a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una situación de prevalencia y dominio en el manejo de la energía.

Por esa decisión del Poder Judicial, los partidos en el poder han iniciado un proceso de juicio popular en contra del ministro, amén de calificar a los magistrados como "traidorzuelos". Testimonios como éste se han sucedido para ilustrar que la constitucional distancia entre los poderes se ha transformado en verdadera y furiosa confrontación entre poderes, degradación en la relación institucional que tuvo su origen desde la elección de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que ha sido vilipendiada y vapuleada con rigor extremo, una lamentable y tensa situación que ha sido cuestionada y rechazada por la sociedad y la opinión pública y generado un deterioro e incesante ofensiva de desprestigio contra jueces, magistrados y ministros.

También en Zacatecas

Este fenómeno político ha derivado hacia los estados y en el caso particular de Zacatecas, no ha sido la excepción, aunque moderadamente, no han faltado las expresiones de descalificación en contra de jueces y magistrados, lo que se ilustra en la última etapa del introvertido Arturo Nahle García como titular del Poder Judicial, quien con todo valor y veracidad expuso el embate permanente del Poder Ejecutivo contra los poderes judiciales, al grado que hasta se han culpado a los jueces de ser responsables de la inseguridad por liberar delincuentes, ataque que obligó al riograndense a enfatizar que "los jueces no liberamos delincuentes, los jueces liberamos inocentes."

Apenas el jueves 1 de febrero el magistrado Carlos Villegas Márquez fue electo por unanimidad como Presidente del Poder Judicial del Estado, en relevo de Arturo Nahle García, decisión unánime de los magistrados, que ha sido interpretada como señal de fortaleza, cohesión y unidad interna, y al tomar posesión y rendir Protesta de Ley, precisó defensa de la autonomía del Poder Judicial y que el Estado y los zacatecanos quieren ver una coordinación cercana entre Poderes, un comportamiento que deduce fortalecimiento y la continuidad de gestiones en el tema presupuestal a fin de dignificar los salarios de jueces y trabajadores, además de insistir en la superación de situaciones de confrontación y antagonismos con los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Que no es el año de la paz…

En resumen, los poderes del Estado ya no deben ser cuestionados por la ciudadanía porque están confrontados y, que por esas diferencias se degraden el respeto entre ambos, la búsqueda de justicia y del bienestar social con progreso paz y tranquilidad. Justamente en esta etapa de la pacificación emprendida por la nueva gobernanza, es que todas las fuerzas institucionales, políticas y sociales, deber estar y actuar unidas y coordinadas, dejar de lado las diferencias y juntos asumir los liderazgos que la gente quiere observar con más confianza y credibilidad y en ese propósito, el Poder Legislativo, los 30 diputados de la pluralidad han de dejar atrás la morosidad, la dispersión de sus fuerzas, la falta de productividad, a fin de retomar la función legislativa, hasta reivindicar la representación popular, porque está más que demostrado y así lo exhiben, que no hay ensamble entre los Poderes, lo que exhibe la debilidad del Estado, la ausencia de auténtica comunión social y las crecientes decepción ciudadana y desconfianza social, obstáculos para lograr estar entre todos en sana paz. O que no estamos pues, en la ¿Agenda: “2024, el Año de la Paz”?

Nos leemos la próxima semana.