/ lunes 20 de mayo de 2019

Presidente, empresarios y economía

El poder político y económico en México ahora están localizados en diferentes actores y organizaciones, el primero lo tiene el Presidente la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues con su partido MORENA y aliados tiene basto control gubernamental, partidista y electoral, mientras que el económico lo ostentan grandes empresas y consorcios nacionales e internacionales con presencia en nuestra patria.

Esta división y quizá separación entre ambos poderes generaría severas dificultades para alcanzar un desarrollo deseable en la economía y por ende en el bienestar, así como en la gobernanza y gobernabilidad, ello se ha observado históricamente en múltiples países y no es lo deseable para el nuestro.

Consultando medios informativos sobre la relación entre AMLO y empresarios tenemos en las últimas semanas que empresarios veracruzanos le exigen un “ya basta” ante la escalada de violencia (Política.mx, 26/abril/2019); que el Presidente se reunió con empresarios en palacio nacional para posiblemente generar acuerdos de inversión y desarrollo regional (El Sol de México, 15/mayo/2019) pero no se sabe de acuerdos; hay consensos y diferendos sobre la relación gobierno-empresas para la inversión privada y política pública en materia social entre el hombre más fuerte políticamente que es AMLO y el hombre más rico de México que es Carlos Slim (El Universal, 18/mayo/2019); es menester agregar que de ocho empresarios que fungen como consejeros de AMLO, cuatro ya amarraron contratos millonarios con el gobierno federal (Sin Embargo, 26/abril/2019); medios proclives a la ideología de derecha refieren que la economía mexicana está en retroceso y refieren a diez factores que disminuirán este año (El Financiero, 31/diciembre/2018); similarmente el español Centro de Estudios Latinoamericanos en su “Informe de la Economía de México” refiere que disminuye el producto interno bruto, sobre todo del sector de transformación o secundario y con ello el mercado laboral, aumentando la tasa de desempleo (https://www.cesla.com/noticias-economia-mexico.php, mayo/2019). Agreguemos la campaña antiamlo, organizada o espontánea, que se observa en redes sociales.

Por su parte, el Presidente AMLO ha mencionado en sus conferencias matutinas que la economía de México comienza a repuntar, que no son serios o creíbles los datos sobre desaceleración económica y expone sus propias cifras.

Para quien esto escribe, la diferente información y visión de desarrollo nacional tiene connotación política derivada de la pugna para concentrar y ejercer el poder tanto político como económico, ello implica que hay diferentes ideologías que sustentan el proyecto de nación entre el neoliberalismo económico y la socialdemocracia. Esta sería la causa real de diferendos.

El poder político y económico en México ahora están localizados en diferentes actores y organizaciones, el primero lo tiene el Presidente la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues con su partido MORENA y aliados tiene basto control gubernamental, partidista y electoral, mientras que el económico lo ostentan grandes empresas y consorcios nacionales e internacionales con presencia en nuestra patria.

Esta división y quizá separación entre ambos poderes generaría severas dificultades para alcanzar un desarrollo deseable en la economía y por ende en el bienestar, así como en la gobernanza y gobernabilidad, ello se ha observado históricamente en múltiples países y no es lo deseable para el nuestro.

Consultando medios informativos sobre la relación entre AMLO y empresarios tenemos en las últimas semanas que empresarios veracruzanos le exigen un “ya basta” ante la escalada de violencia (Política.mx, 26/abril/2019); que el Presidente se reunió con empresarios en palacio nacional para posiblemente generar acuerdos de inversión y desarrollo regional (El Sol de México, 15/mayo/2019) pero no se sabe de acuerdos; hay consensos y diferendos sobre la relación gobierno-empresas para la inversión privada y política pública en materia social entre el hombre más fuerte políticamente que es AMLO y el hombre más rico de México que es Carlos Slim (El Universal, 18/mayo/2019); es menester agregar que de ocho empresarios que fungen como consejeros de AMLO, cuatro ya amarraron contratos millonarios con el gobierno federal (Sin Embargo, 26/abril/2019); medios proclives a la ideología de derecha refieren que la economía mexicana está en retroceso y refieren a diez factores que disminuirán este año (El Financiero, 31/diciembre/2018); similarmente el español Centro de Estudios Latinoamericanos en su “Informe de la Economía de México” refiere que disminuye el producto interno bruto, sobre todo del sector de transformación o secundario y con ello el mercado laboral, aumentando la tasa de desempleo (https://www.cesla.com/noticias-economia-mexico.php, mayo/2019). Agreguemos la campaña antiamlo, organizada o espontánea, que se observa en redes sociales.

Por su parte, el Presidente AMLO ha mencionado en sus conferencias matutinas que la economía de México comienza a repuntar, que no son serios o creíbles los datos sobre desaceleración económica y expone sus propias cifras.

Para quien esto escribe, la diferente información y visión de desarrollo nacional tiene connotación política derivada de la pugna para concentrar y ejercer el poder tanto político como económico, ello implica que hay diferentes ideologías que sustentan el proyecto de nación entre el neoliberalismo económico y la socialdemocracia. Esta sería la causa real de diferendos.