Nuestra economía estatal y las finanzas públicas son un “sistema adaptable complejo” por su dinamismo y con múltiples actores e intereses, así como por interaccionar con polos de desarrollo nacional, con el sistema financiero nacional e incluso por la globalización.
A. Contexto de política económica.
1) Coordinarse efectivamente con instancias de planeación para diseñar propuestas viables y pertinentes de crecimiento económico estatal y así orientar el presupuesto al desarrollo económico y social.
2) La gobernabilidad económica y financiera no debe depender de la partidocracia pues sus intereses son diferentes a los del ciudadano.
3) Invertir en empresas de capital meramente estatal o en cooperativas o asociarse a empresarios, con visión alejada del neoliberalismo económico, pues es prioritario incrementar y diversificar ingresos gubernamentales.
4) Del Plan Estatal de Desarrollo y dicha dinámica económica actualizar continuamente un diagnóstico estratégico para gobernanza diseñando instrumentos flexibles según tiempo y circunstancia.
5) No depender en demasía de la aportación del Gobierno Federal, pues cuando reduce su presupuesto afecta severamente nuestro crecimiento económico estatal.
B. Contexto financiero:
1) Administrar eficiente el recurso financiero con énfasis a condiciones de alto riesgo.
2) Crear un centro o unidad de investigación en la Secretaría de Finanzas. Fomentar en instituciones de educación superior quehacer investigativo sobre tópicos de ingeniería financiera.
3) Utilizar simuladores financieros para obtener pronósticos confiables con cientificidad y aplicar teorías de escenarios, de decisiones y de contingencias.
3) Diseñar estrategias alternas y pertinentes para obtener suficiente ingreso propio.
4) Coordinarse y consensar con demás dependencias de gobierno y Ayuntamientos gobernabilidad respecto ingresos y de los egresos.
5) Conjuntamente con áreas de fiscalización financiera diseñar procedimientos más sofisticados para abatir fraudes, pérdidas y discrecionalidad en decisiones financieras.
6) Elaborar un plan maestro para minimizar la pesada carga bancaria.
7) Revisar en su justa dimensión la ley estatal de disciplina financiera como instrumento legal para gobernanza y no sea camisa de fuerza para dependencias gubernamentales.
8) Establecer acuerdos con el Gobierno Federal pues la transferencia de recursos aunque suele estar a tiempo, es asimétrico respecto a otros gobiernos estatales y con decisiones centralizadas.
9) Es muy necesaria una convención o foro estatal hacendario con la cualidad de incluyente, deliberativo y propositivo para discutir sobre finanzas públicas.
Administrar eficientemente conlleva una gestión estratégica basada en resultados y una correcta política económica a partir de una visión del desarrollo humano desde las finanzas públicas.
Es menester consolidar la inteligencia institucional mediante visión y mayor capacidad de enfrentar problemas financieros gubernamentales y solvencia presupuestal pero estrechamente relacionada al bienestar ciudadano y rentabilidad empresarial deseable.
Gobierno y ciudadanos elucidemos estrategias de desarrollo económico, a una reestructuración del quehacer gubernamental y no solo interpretación pragmática de cargo-abono.
