/ jueves 12 de mayo de 2022

Sin los maestros no somos nada

No podemos imaginar a un país, a México, sin la presencia y aportación que dan los maestros a la sociedad, en nuestro país son poco más de dos millones de maestros de los diferentes niveles educativos, hay doscientas cincuenta mil escuelas distribuidas a lo largo y ancho del país, de los 2,471 municipios, no hay uno solo que no tenga algún plantel de educación, básica, media o superior.

Esto nos da un panorama real sobre el impacto social del magisterio, no solo en su labor principal de educar y orientar a los mexicanos, a los que hoy son niños y jóvenes y mañana conducirán al país; su presencia es más importante, en el aspecto formativo, en el económico por la derrama que representan en las cadenas productivas, en la formación de los valores en las nuevas generaciones.

Nuestro estado tiene más de cinco mil ciento dieciocho planteles educativos y hay más de Veintisiete mil trescientos cincuenta y siete docentes, la gran mayoría, en las escuelas públicas que solo por mencionar un dato, las de educación básica son el 95.9 por ciento y las privadas en el mismo nivel representan el 4.1 por ciento, lo que nos muestra que la educación popular está siempre vinculada a la presencia de los maestros, a su luchas y sus logros, la sociedad nada sería sin la entrega de cada maestro que llega a los más alejados rincones del estado.

En este texto me gustaría reconocerles a todas y todos quienes con su esfuerzo diario contribuyen a la construcción de un mejor tejido social, un ciudadano se forma en el hogar con los principios fundamentales, pero se esculpe y se concientiza en las aulas, por ello las y los felicito maestras y maestros de zacatecas.

En lo particular, nos han acompañado en nuestras luchas, un gran número de colectivos magisteriales a los que siempre reconoceré y a quienes les debo mi amistad y compromiso, les agradecemos su trabajo desde la manera más humilde que tengo que es acompañándolos a sus escuelas como lo hemos hecho en las 254 actos cívicos de honores a la bandera donde hemos podido convivir con más de 127 mil ciudadanos entre Maestras y maestros, alumnos y padres de familia, en el ámbito rural y urbano sea privadas o públicas como nunca lo había hecho ninguna autoridad municipal en el estado.

Siempre existirán pendientes de orden social o laboral, cuestiones inconclusas donde es necesario el acuerdo y el diálogo y en este sentido de manera permanente le he tendido mi mano al sector magisterial, para seguir generando políticas públicas y dinámicas de trabajo unido como factor de desarrollo.

También, saben que en la medida de nuestras posibilidades, siempre encontraran en Saúl Monreal a un aliado de los maestros y de la educación, y que la gestión y atención de nuestro gobierno está a sus órdenes por el bien de la niñez y la juventud.

No podemos imaginar a un país, a México, sin la presencia y aportación que dan los maestros a la sociedad, en nuestro país son poco más de dos millones de maestros de los diferentes niveles educativos, hay doscientas cincuenta mil escuelas distribuidas a lo largo y ancho del país, de los 2,471 municipios, no hay uno solo que no tenga algún plantel de educación, básica, media o superior.

Esto nos da un panorama real sobre el impacto social del magisterio, no solo en su labor principal de educar y orientar a los mexicanos, a los que hoy son niños y jóvenes y mañana conducirán al país; su presencia es más importante, en el aspecto formativo, en el económico por la derrama que representan en las cadenas productivas, en la formación de los valores en las nuevas generaciones.

Nuestro estado tiene más de cinco mil ciento dieciocho planteles educativos y hay más de Veintisiete mil trescientos cincuenta y siete docentes, la gran mayoría, en las escuelas públicas que solo por mencionar un dato, las de educación básica son el 95.9 por ciento y las privadas en el mismo nivel representan el 4.1 por ciento, lo que nos muestra que la educación popular está siempre vinculada a la presencia de los maestros, a su luchas y sus logros, la sociedad nada sería sin la entrega de cada maestro que llega a los más alejados rincones del estado.

En este texto me gustaría reconocerles a todas y todos quienes con su esfuerzo diario contribuyen a la construcción de un mejor tejido social, un ciudadano se forma en el hogar con los principios fundamentales, pero se esculpe y se concientiza en las aulas, por ello las y los felicito maestras y maestros de zacatecas.

En lo particular, nos han acompañado en nuestras luchas, un gran número de colectivos magisteriales a los que siempre reconoceré y a quienes les debo mi amistad y compromiso, les agradecemos su trabajo desde la manera más humilde que tengo que es acompañándolos a sus escuelas como lo hemos hecho en las 254 actos cívicos de honores a la bandera donde hemos podido convivir con más de 127 mil ciudadanos entre Maestras y maestros, alumnos y padres de familia, en el ámbito rural y urbano sea privadas o públicas como nunca lo había hecho ninguna autoridad municipal en el estado.

Siempre existirán pendientes de orden social o laboral, cuestiones inconclusas donde es necesario el acuerdo y el diálogo y en este sentido de manera permanente le he tendido mi mano al sector magisterial, para seguir generando políticas públicas y dinámicas de trabajo unido como factor de desarrollo.

También, saben que en la medida de nuestras posibilidades, siempre encontraran en Saúl Monreal a un aliado de los maestros y de la educación, y que la gestión y atención de nuestro gobierno está a sus órdenes por el bien de la niñez y la juventud.