/ lunes 21 de febrero de 2022

Unión de sociedad zacatecana

A víctimas por violencia irracional

En el estado de Zacatecas hay alarmante incrementado de violencia entre y por grupos delincuenciales organizados, presuntamente entre dichos grupos hay declaración de guerra a muerte (literal) como así lo muestran estadísticas de personas fallecidas cotidianamente. Este es un serio problema social y gubernamental (federación, estatal y municipales), pero el problema es mucho mayor cuando estos grupos delincuenciales ejercen violencia contra la población que no se involucra, en absoluto, con el crimen organizado ni realiza actividades ilícitas, es decir contra víctimas inocentes.

La inconformidad social cada vez es mayor, la ciudadanía zacatecana en general ya cuestiona la incapacidad en gobernabilidad de autoridades estatales y municipales, incluso a las federales pese a que el Presidente López Obrador estuvo en nuestra entidad y puso en marcha un programa de seguridad y combate al crimen organizado pero con resultados mostrando que estamos peor.

Más que números o estadísticas diarias o semanales, lo más grave y preocupante que cala muy hondo en la sociedad zacatecana es la pérdida de vidas humanas, como de jóvenes hace una semana, que vivimos en la inseguridad, que a cualquier hora se tienen asesinatos con premeditación, alevosía y ventaja en contra de personas involucradas o no, todo ello demuestra que en nuestro entorno prevalece la ley del más violento. Además se sabe que dichos delitos prácticamente quedan sin castigo a quien los comete pues vemos y percibimos impunidad e inmunidad, como es el caso de liberación de un delincuente de muy alta peligrosidad apodado “el fantasma” debido a criterios meramente técnicos según un juez pero no lo hizo con elementos humanísticos, ni lógicos, ni de un servicio judicial para proteger a la población.

Ante esta nueva realidad social, ya considerada uso y costumbre por efectos de violencia cotidiana, resulta correcto que sea la misma sociedad civil quien tome conciencia de la gravedad de esta situación y por ende ya se comienza a organizar. Es importante y loable que dicha organización no esté con fines electoreros, aunque conociendo a la clase política zacatecana no es de dudar que quieran “sacar agua para su molino” pues hasta el momento solo leemos sus declaraciones de ataque partidista, ningún partido ha formulado estratégicas viables y pertinentes, menos implementarlas, para que la sociedad zacatecana deje de sufrir violencia delincuencial.

Unamos nuestra mente y corazón en búsqueda de la armonía y paz perdidas.

A víctimas por violencia irracional

En el estado de Zacatecas hay alarmante incrementado de violencia entre y por grupos delincuenciales organizados, presuntamente entre dichos grupos hay declaración de guerra a muerte (literal) como así lo muestran estadísticas de personas fallecidas cotidianamente. Este es un serio problema social y gubernamental (federación, estatal y municipales), pero el problema es mucho mayor cuando estos grupos delincuenciales ejercen violencia contra la población que no se involucra, en absoluto, con el crimen organizado ni realiza actividades ilícitas, es decir contra víctimas inocentes.

La inconformidad social cada vez es mayor, la ciudadanía zacatecana en general ya cuestiona la incapacidad en gobernabilidad de autoridades estatales y municipales, incluso a las federales pese a que el Presidente López Obrador estuvo en nuestra entidad y puso en marcha un programa de seguridad y combate al crimen organizado pero con resultados mostrando que estamos peor.

Más que números o estadísticas diarias o semanales, lo más grave y preocupante que cala muy hondo en la sociedad zacatecana es la pérdida de vidas humanas, como de jóvenes hace una semana, que vivimos en la inseguridad, que a cualquier hora se tienen asesinatos con premeditación, alevosía y ventaja en contra de personas involucradas o no, todo ello demuestra que en nuestro entorno prevalece la ley del más violento. Además se sabe que dichos delitos prácticamente quedan sin castigo a quien los comete pues vemos y percibimos impunidad e inmunidad, como es el caso de liberación de un delincuente de muy alta peligrosidad apodado “el fantasma” debido a criterios meramente técnicos según un juez pero no lo hizo con elementos humanísticos, ni lógicos, ni de un servicio judicial para proteger a la población.

Ante esta nueva realidad social, ya considerada uso y costumbre por efectos de violencia cotidiana, resulta correcto que sea la misma sociedad civil quien tome conciencia de la gravedad de esta situación y por ende ya se comienza a organizar. Es importante y loable que dicha organización no esté con fines electoreros, aunque conociendo a la clase política zacatecana no es de dudar que quieran “sacar agua para su molino” pues hasta el momento solo leemos sus declaraciones de ataque partidista, ningún partido ha formulado estratégicas viables y pertinentes, menos implementarlas, para que la sociedad zacatecana deje de sufrir violencia delincuencial.

Unamos nuestra mente y corazón en búsqueda de la armonía y paz perdidas.