/ martes 11 de agosto de 2020

Crónica del poder │ Amenaza golpe antidemocrático al PRI

Sexenio a sexenio, incluido este quinquenio, el penúltimo y último años de gobierno transcurren con el poder hasta la cima y Zacatecas no es la excepción. Alejandro Tello puede sentir los efectos extendidos entre los ciudadanos con el reconocimiento y la confianza a un gobierno que se consolida en la honestidad, austeridad y transparencia, gracias a los óptimos e inteligentes esfuerzos para lograr sanidad financiera, eficiencia administrativa y cerrar ductos a la corrupción.

Los niveles de preferencia y prestigio trascienden al escenario nacional, y un testimonio de ello es la reciente publicación apenas hace 5 días, del sondeo de la Revista 32, que coloca al priista Tello Cristerna en el cuarto lugar nacional por su alta aprobación en desempeño gubernamental, solo después de Hidalgo, del priista Omar Fayad Meneses; Mauricio Villa Dosal, panista de Yucatán; y Francisco García Cabeza de Vaca, panista por Tamaulipas. Este nivel de reconocimiento se mantiene desde hace 4 meses, lo que significa un claro ascenso en el posicionamiento político del mandatario zacatecano.

El comportamiento prudente, conciliador y de permanente cercanía con la gente en los municipios y al mismo tiempo muy cotidiano con su gabinete, puede continuar consistente y, de ser así, llegará al 2021 con potencialidades políticas para ejercer pleno poder y registrar decisiones electorales que serían cruciales para que su partido refrende la victoria por la gubernatura y la sucesión le sea más confiable.

El cuarto informe de gobierno que será el 8 de septiembre, justamente el día del arranque del proceso electoral, se convertirá en fecha determinante para dar orientación y señales en la sucesión gubernamental, lo que también implica cambios, relevos o ajustes en el gabinete a fin de llenar los espacios electorales con las candidaturas a gobernador, diputados locales, presidentes municipales y 4 diputados federales, con la seguridad de que en la vía por la gubernatura han ascendido en preferencias los secretarios Adolfo Bonilla, Jorge Miranda, Roberto Luévano y la senadora Claudia Anaya, para que, tomada la decisión que ha de anticiparse a las manipulaciones del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, de inmediato se asuma el liderazgo para negociar la más poderosa alianza con los Partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, más otras organizaciones políticas en proceso de consolidación.

Al primer priista del estado no le pueden impedir emitir opinión y calificación de valor y menos cuando ya alcanzó niveles de liderazgo político que él ha de ejercer, extender y establecer como lineamiento político en el proceso interno de su partido y consecuentemente, en la batalla por el Palacio de Gobierno.

Urgente operación política

Procede ejecutar ante lo que se traduce como ofensiva del Comité Ejecutivo Nacional, que con careta democrática pero con evidente centralismo, pretende regatear hasta negar facultades electorales a los gobernadores y a los comités estatales e imponer un brutal dedazo que significa un retroceso y la pauta para la flagrante y descarada entrega del poder al Presidente de la República y a su partido Morena. Es de esperar que los dirigentes estatales adviertan la intriga por burda e indignante como antidemocrática y que sean capaces de movilizar a la militancia histórica y moderna, para que actúen con similar comportamiento en defensa de su partido y del gobernador como primer priista del estado. El golpe que amenaza al PRI estatal puede ser aniquilante y reproductor de impotencia política y electoral, que el suicidio.

Sexenio a sexenio, incluido este quinquenio, el penúltimo y último años de gobierno transcurren con el poder hasta la cima y Zacatecas no es la excepción. Alejandro Tello puede sentir los efectos extendidos entre los ciudadanos con el reconocimiento y la confianza a un gobierno que se consolida en la honestidad, austeridad y transparencia, gracias a los óptimos e inteligentes esfuerzos para lograr sanidad financiera, eficiencia administrativa y cerrar ductos a la corrupción.

Los niveles de preferencia y prestigio trascienden al escenario nacional, y un testimonio de ello es la reciente publicación apenas hace 5 días, del sondeo de la Revista 32, que coloca al priista Tello Cristerna en el cuarto lugar nacional por su alta aprobación en desempeño gubernamental, solo después de Hidalgo, del priista Omar Fayad Meneses; Mauricio Villa Dosal, panista de Yucatán; y Francisco García Cabeza de Vaca, panista por Tamaulipas. Este nivel de reconocimiento se mantiene desde hace 4 meses, lo que significa un claro ascenso en el posicionamiento político del mandatario zacatecano.

El comportamiento prudente, conciliador y de permanente cercanía con la gente en los municipios y al mismo tiempo muy cotidiano con su gabinete, puede continuar consistente y, de ser así, llegará al 2021 con potencialidades políticas para ejercer pleno poder y registrar decisiones electorales que serían cruciales para que su partido refrende la victoria por la gubernatura y la sucesión le sea más confiable.

El cuarto informe de gobierno que será el 8 de septiembre, justamente el día del arranque del proceso electoral, se convertirá en fecha determinante para dar orientación y señales en la sucesión gubernamental, lo que también implica cambios, relevos o ajustes en el gabinete a fin de llenar los espacios electorales con las candidaturas a gobernador, diputados locales, presidentes municipales y 4 diputados federales, con la seguridad de que en la vía por la gubernatura han ascendido en preferencias los secretarios Adolfo Bonilla, Jorge Miranda, Roberto Luévano y la senadora Claudia Anaya, para que, tomada la decisión que ha de anticiparse a las manipulaciones del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, de inmediato se asuma el liderazgo para negociar la más poderosa alianza con los Partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, más otras organizaciones políticas en proceso de consolidación.

Al primer priista del estado no le pueden impedir emitir opinión y calificación de valor y menos cuando ya alcanzó niveles de liderazgo político que él ha de ejercer, extender y establecer como lineamiento político en el proceso interno de su partido y consecuentemente, en la batalla por el Palacio de Gobierno.

Urgente operación política

Procede ejecutar ante lo que se traduce como ofensiva del Comité Ejecutivo Nacional, que con careta democrática pero con evidente centralismo, pretende regatear hasta negar facultades electorales a los gobernadores y a los comités estatales e imponer un brutal dedazo que significa un retroceso y la pauta para la flagrante y descarada entrega del poder al Presidente de la República y a su partido Morena. Es de esperar que los dirigentes estatales adviertan la intriga por burda e indignante como antidemocrática y que sean capaces de movilizar a la militancia histórica y moderna, para que actúen con similar comportamiento en defensa de su partido y del gobernador como primer priista del estado. El golpe que amenaza al PRI estatal puede ser aniquilante y reproductor de impotencia política y electoral, que el suicidio.