/ miércoles 13 de octubre de 2021

Crónica del poder │ Aspiraciones presidenciales se consolidan

En la muy anticipada batalla por el 2024 desatada por el presidente López Obrador, la ascendente figura de Ricardo Monreal ya produce alteraciones estratégicas del poder presidencial y su partido, y más provoca intensa ebullición extendida hacia los partidos de oposición, entre la clase política, los medios de comunicación y en la sociedad. Se advierte una movilización del zacatecano que aumenta contundencia y exige claridad en un proceso que busca construir verdaderamente democrático.

El exgobernador, coordinador de la bancada morenista en el Senado de la República pide al partido Morena, transparentar la definición de candidatura presidencial 2024, que no sea por encuestas, que se reconocen amañadas y manipuladas por el marrullero dirigente Mario Delgado, como así procedió en la elección de las candidaturas a las gubernaturas, sino que sea por elecciones primarias, lo que significa la libre participación democrática de la militancia y con apertura a la ciudadanía, cuyos efectos serán la recuperación de la confianza ciudadana y la credibilidad en los procesos de selección democráticamente sustentados.

Al mismo tiempo y en los horizontes del país ya se acrecientan formaciones grupales de respaldo a la opción democratizadora, incluso, se advierte la conformación de grupos económicos, de organizaciones civiles y de fracciones partidistas que son motivados por la libre expresión en la selección del candidato presidencial, lo que ya tienen preocupados a los cuadros adocenados y promotores de la candidatura de la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la mujer favorecida por el trato preferencial del Presidente hacia la postulación de 2024.

Un proceso previo que tiene relevancia y que necesariamente impactará en la vida democrática del país, es la revocación de mandato que ya se promueve para el 27 de marzo del 2022, el próximo año, una medición que ya atiza el Presidente, cuando anunció el regreso de los eventos masivos y mítines y cuando ya rompe el cerco de la pandemia y decide contacto directo con la gente, como así ocurrió en la reciente jornada de trabajo por La Laguna. De hecho, López Obrador ya convocó a llenar el Zócalo de la Ciudad de México en una asamblea nacional informativa, en otras palabras, una primera movilización, manifestación y mitin de su campaña en el proceso de revocación de mandato y con repercusión al 2024. Para eso, el dirigente de Morena, Mario Delgado, ya adelantó que "no le faltará partido al Presidente para ser ratificado en 2022, en la revocación de mandato del próximo 27 de marzo."

En otra muy ventilada estrategia, el presidente López Obrador ya cautiva al Partido Revolucionario Institucional para lograr su apoyo a la reforma eléctrica y de paso dividirlo hasta fracturar la poderosa alianza con el PAN y el PRD. Zorruno como siempre, hasta se muestra añorante de su priismo y a sus ex correligionarios priistas les dice que deben definirse, o siguen por la ruta del salinismo o por el camino del cardenismo, una encrucijada y trampa en la que el PRI se resiste a caer. Así pues, todo indica se propicia una atmósfera política abierta a la imposición de la candidatura presidencial desde Palacio Nacional, a la que se contrapone con fuerza y cada día más contundente, una validación democrática de Ricardo Monreal y de Marcelo Ebrard.

En la muy anticipada batalla por el 2024 desatada por el presidente López Obrador, la ascendente figura de Ricardo Monreal ya produce alteraciones estratégicas del poder presidencial y su partido, y más provoca intensa ebullición extendida hacia los partidos de oposición, entre la clase política, los medios de comunicación y en la sociedad. Se advierte una movilización del zacatecano que aumenta contundencia y exige claridad en un proceso que busca construir verdaderamente democrático.

El exgobernador, coordinador de la bancada morenista en el Senado de la República pide al partido Morena, transparentar la definición de candidatura presidencial 2024, que no sea por encuestas, que se reconocen amañadas y manipuladas por el marrullero dirigente Mario Delgado, como así procedió en la elección de las candidaturas a las gubernaturas, sino que sea por elecciones primarias, lo que significa la libre participación democrática de la militancia y con apertura a la ciudadanía, cuyos efectos serán la recuperación de la confianza ciudadana y la credibilidad en los procesos de selección democráticamente sustentados.

Al mismo tiempo y en los horizontes del país ya se acrecientan formaciones grupales de respaldo a la opción democratizadora, incluso, se advierte la conformación de grupos económicos, de organizaciones civiles y de fracciones partidistas que son motivados por la libre expresión en la selección del candidato presidencial, lo que ya tienen preocupados a los cuadros adocenados y promotores de la candidatura de la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la mujer favorecida por el trato preferencial del Presidente hacia la postulación de 2024.

Un proceso previo que tiene relevancia y que necesariamente impactará en la vida democrática del país, es la revocación de mandato que ya se promueve para el 27 de marzo del 2022, el próximo año, una medición que ya atiza el Presidente, cuando anunció el regreso de los eventos masivos y mítines y cuando ya rompe el cerco de la pandemia y decide contacto directo con la gente, como así ocurrió en la reciente jornada de trabajo por La Laguna. De hecho, López Obrador ya convocó a llenar el Zócalo de la Ciudad de México en una asamblea nacional informativa, en otras palabras, una primera movilización, manifestación y mitin de su campaña en el proceso de revocación de mandato y con repercusión al 2024. Para eso, el dirigente de Morena, Mario Delgado, ya adelantó que "no le faltará partido al Presidente para ser ratificado en 2022, en la revocación de mandato del próximo 27 de marzo."

En otra muy ventilada estrategia, el presidente López Obrador ya cautiva al Partido Revolucionario Institucional para lograr su apoyo a la reforma eléctrica y de paso dividirlo hasta fracturar la poderosa alianza con el PAN y el PRD. Zorruno como siempre, hasta se muestra añorante de su priismo y a sus ex correligionarios priistas les dice que deben definirse, o siguen por la ruta del salinismo o por el camino del cardenismo, una encrucijada y trampa en la que el PRI se resiste a caer. Así pues, todo indica se propicia una atmósfera política abierta a la imposición de la candidatura presidencial desde Palacio Nacional, a la que se contrapone con fuerza y cada día más contundente, una validación democrática de Ricardo Monreal y de Marcelo Ebrard.