/ sábado 19 de junio de 2021

Crónica del poder │ De López Obrador a López Velarde

Ramón López Velarde es para estas y generaciones pasadas el gran orgullo literario que elevó a Zacatecas y al país por los confines universales, aún ahora en medio de la globalización y de la barbarie política que cotidianamente se vive, su poesía adquiere actualidad y continúa cautivante de la sensibilidad artística de quienes lo han estudiado y que por ello y al igual que los jerezanos, lo aman. En esta conmemoración del centenario de su muerte, precisamente hoy, su espíritu amoroso de la Patria campea por todos los horizontes y rincones del estado y de México, lo vemos alejado del pesimismo y como la más elevada expresión de los sentimientos, valores y principios nacionales.

Imposible, inconcebible que este día y en los mañanas que vengan abiertos a una vida democrática más comprometida con el país, Ramón López Velarde y su obra sean pretexto o argumento para sostener ese ingrato e injusto afán por dividir a México en dos. Esa convicción política aquí es cuestionada, aún en los momentos críticos, complejos y difíciles que se viven, prevalece un entrañable amor popular por el jerezano, porque como lo expone el gran maestro, escritor y poeta Juan Villoro, nos representa mejor un poeta que un político. Por eso, hoy nuestra gente del pueblo bueno y sabio, que siempre lo ha sido, se siente más representado por Ramón que por cualquier otro López, dicho con todo respeto, y con los más sublimes deseos para que de la imagen poética lopezvelardeana, no broten hoy ni desde su terruño, las expresiones ofensivas, de descalificación y de exclusión a los grandes mexicanos que cultivan las letras, que ejercen crítica, que sí hacen historia y aman a México.

Con López Velarde hoy los mexicanos y zacatecanos entendemos que los intelectuales, científicos, poetas, historiadores, escritores, periodístas y creadores de arte, encarnan las virtudes, cualidades, aptitudes, vocaciones y convicciones de un pueblo que no merece sea confrontado ni polarizado con el discurso de odio, porque esa barbarie política pertenece al pasado y no debe regresar para otra vez arraigarse dañina y corrupta. Cómo Ramón, "alzamos hoy la voz a la mitad del foro para cortar a la epopeya un gajo" y decirles o gritarles a los gobernantes que "la Patria es impecable y diamantina", es pluralidad política, es diversidad social, que "inaccesible al deshonor, florece". La novedad de la Patria, es que hoy no es suave, es áspera, llena de violencia, pobreza extrema, injusticia social, desigualdad, incertidumbre e inseguridad en medio de crisis pandémica y económica que no paran de lesionar a nuestras familias ni de deteriorar el tejido social.

Sin duda, hoy la sangre es devota de la mexicanidad, de la pluralidad, de la igualdad sin distingos, sin las diferencias que nos marcan odiosos y enconados desde los caprichos autoritarios del poder. Hay que gritarlo a todos los vientos, como lo hizo nuestro poeta hace 100 años, ¡Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario ! Y lograr con los gobiernos presidencial de Andrés Manuel López Obrador y gubernamental de David Monreal, ( Alejandro Tello ya no tendrá tiempo ), qué cómo lo hizo el gran maestro José Vasconcelos, la obra de López Velarde se vuelva a divulgar con extensión por todos los horizontes, porque los mexicanos requieren de ese cantar para reafirmar identidad, una identidad sin adjetivos, sin epítetos despectivos ni descalificaciones.

Bienvenido el Presidente de México a conmemorar a Ramón López Velarde en su terruño, hoy convertido en Santuario de la Poesía Mexicana e Iberoamericana, hasta hacer que esa luminosidad poética sea cada día más inmensa y que cubra con suavidad a la PATRIA.

Ramón López Velarde es para estas y generaciones pasadas el gran orgullo literario que elevó a Zacatecas y al país por los confines universales, aún ahora en medio de la globalización y de la barbarie política que cotidianamente se vive, su poesía adquiere actualidad y continúa cautivante de la sensibilidad artística de quienes lo han estudiado y que por ello y al igual que los jerezanos, lo aman. En esta conmemoración del centenario de su muerte, precisamente hoy, su espíritu amoroso de la Patria campea por todos los horizontes y rincones del estado y de México, lo vemos alejado del pesimismo y como la más elevada expresión de los sentimientos, valores y principios nacionales.

Imposible, inconcebible que este día y en los mañanas que vengan abiertos a una vida democrática más comprometida con el país, Ramón López Velarde y su obra sean pretexto o argumento para sostener ese ingrato e injusto afán por dividir a México en dos. Esa convicción política aquí es cuestionada, aún en los momentos críticos, complejos y difíciles que se viven, prevalece un entrañable amor popular por el jerezano, porque como lo expone el gran maestro, escritor y poeta Juan Villoro, nos representa mejor un poeta que un político. Por eso, hoy nuestra gente del pueblo bueno y sabio, que siempre lo ha sido, se siente más representado por Ramón que por cualquier otro López, dicho con todo respeto, y con los más sublimes deseos para que de la imagen poética lopezvelardeana, no broten hoy ni desde su terruño, las expresiones ofensivas, de descalificación y de exclusión a los grandes mexicanos que cultivan las letras, que ejercen crítica, que sí hacen historia y aman a México.

Con López Velarde hoy los mexicanos y zacatecanos entendemos que los intelectuales, científicos, poetas, historiadores, escritores, periodístas y creadores de arte, encarnan las virtudes, cualidades, aptitudes, vocaciones y convicciones de un pueblo que no merece sea confrontado ni polarizado con el discurso de odio, porque esa barbarie política pertenece al pasado y no debe regresar para otra vez arraigarse dañina y corrupta. Cómo Ramón, "alzamos hoy la voz a la mitad del foro para cortar a la epopeya un gajo" y decirles o gritarles a los gobernantes que "la Patria es impecable y diamantina", es pluralidad política, es diversidad social, que "inaccesible al deshonor, florece". La novedad de la Patria, es que hoy no es suave, es áspera, llena de violencia, pobreza extrema, injusticia social, desigualdad, incertidumbre e inseguridad en medio de crisis pandémica y económica que no paran de lesionar a nuestras familias ni de deteriorar el tejido social.

Sin duda, hoy la sangre es devota de la mexicanidad, de la pluralidad, de la igualdad sin distingos, sin las diferencias que nos marcan odiosos y enconados desde los caprichos autoritarios del poder. Hay que gritarlo a todos los vientos, como lo hizo nuestro poeta hace 100 años, ¡Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario ! Y lograr con los gobiernos presidencial de Andrés Manuel López Obrador y gubernamental de David Monreal, ( Alejandro Tello ya no tendrá tiempo ), qué cómo lo hizo el gran maestro José Vasconcelos, la obra de López Velarde se vuelva a divulgar con extensión por todos los horizontes, porque los mexicanos requieren de ese cantar para reafirmar identidad, una identidad sin adjetivos, sin epítetos despectivos ni descalificaciones.

Bienvenido el Presidente de México a conmemorar a Ramón López Velarde en su terruño, hoy convertido en Santuario de la Poesía Mexicana e Iberoamericana, hasta hacer que esa luminosidad poética sea cada día más inmensa y que cubra con suavidad a la PATRIA.