/ jueves 6 de mayo de 2021

Crónica del poder │ Un mes para la fecha electoral

En la competencia por conquistar adeptos para acrecentar los votos hacia el Domingo 6 de junio, justamente en un mes, resalta la capacidad de conciliación que David Monreal alcanza al convencer a personajes con auténtico liderazgo y reconocida trayectoria en el quehacer político caracterizado por la honestidad, transparencia y real vinculación con los grandes problemas del estado. Abrir los espacios de su proyecto político e integrar a Luis Contreras Serrano y Jorge Eduardo Hiriartt Estrada, es un acierto que caracteriza al candidato a gobernador, como inteligente articulador de fuerzas políticas y sociales que garantizan confianza en los cambios y transformaciones. Hay fuerzas que potencian y otras que debilitan.

La crisis de los partidos políticos más se ha acentuado por la cerrazón y obcecación a continuar aferrados a procesos internos de estancamiento, inmovilismo y conformismo motivados por añejos y voraces actores que ya no tienen expectativas reales de superación o crecimiento y han dejado de ser promotores de la democracia electoral y que son testimonios de la autoritaria imposición.

Ciertamente, ni Contreras como Hiriartt, no son figuras frescas pero sí rostros de dignidad política que van a encajar en la pluralidad que Monreal construye con ánimo renovador y esa decisión de apertura a los liderazgos perredistas, manda un mensaje a la clase política y a la sociedad zacatecana, de que es posible trabajar y avanzar en la conciliación con valiosos activistas y dirigentes surgidos de la oposición.

Luis Contreras Serrano es de hecho una leyenda política en el estado, se le recuerda por su templanza y fortaleza de convicciones, cuando en 1974 ya era ungido el candidato del PRI a gobernador y de pronto irrumpió la decisión del presidente Luis Echeverría Álvarez, de conceder al Ejército un reclamo y por ello imponer al general Fernando Pámanes Escobedo como el candidato, contundencia política presidencial que paralizó la estrategia electoral del gobernador Pedro Ruiz González y del dirigente del partido, Daniel Dávila García, que ya tenían movilizadas las estructuras priístas e incluso preparado el pronunciamiento por el ingeniero Contreras Serrano, que era diputado federal.

Jorge Hiriartt Estrada adquirió relevancia con firme liderazgo como rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, fue Secretario de la Contraloría en el gobierno de Ricardo Monreal, diputado local por Zacatecas Capital y Presidente Estatal del Partido de la Revolución Democrática. Un cuadro valioso, de reconocida experiencia, que puede refrescar la memoria política del monrealismo y elevar la calidad del quehacer político en una campaña que avanza incontenible y con más intensidad. Hablamos de dos notables zacatecanos que sin duda alguna, van a sumar y no a restar al movimiento restaurador que lidera David Monreal.

En este sentido, mientras el candidato morenista incrementa fortalezas con su estrategia de lograr la comunión social a través de la conciliación e integración de personajes marginados de las lides políticas, el resto de los candidatos y candidatas, a un mes de los comicios, todavía no muestran mayores potencialidades para trascender de una posición que mueven levemente. Claudia Anaya tiene el don concentrador de cualidades y mucha pasión de servicio al estado; Nany Romo, Lupita Medina, Javier Valadez y Flavio Campos, acumulan formidables capacidades académicas, pero les faltan recursos e instrumentos para consolidar una ruta de ascenso más confiable y certera hacia la victoria. Desigualdad e inequidad en la batalla por Zacatecas.

En la competencia por conquistar adeptos para acrecentar los votos hacia el Domingo 6 de junio, justamente en un mes, resalta la capacidad de conciliación que David Monreal alcanza al convencer a personajes con auténtico liderazgo y reconocida trayectoria en el quehacer político caracterizado por la honestidad, transparencia y real vinculación con los grandes problemas del estado. Abrir los espacios de su proyecto político e integrar a Luis Contreras Serrano y Jorge Eduardo Hiriartt Estrada, es un acierto que caracteriza al candidato a gobernador, como inteligente articulador de fuerzas políticas y sociales que garantizan confianza en los cambios y transformaciones. Hay fuerzas que potencian y otras que debilitan.

La crisis de los partidos políticos más se ha acentuado por la cerrazón y obcecación a continuar aferrados a procesos internos de estancamiento, inmovilismo y conformismo motivados por añejos y voraces actores que ya no tienen expectativas reales de superación o crecimiento y han dejado de ser promotores de la democracia electoral y que son testimonios de la autoritaria imposición.

Ciertamente, ni Contreras como Hiriartt, no son figuras frescas pero sí rostros de dignidad política que van a encajar en la pluralidad que Monreal construye con ánimo renovador y esa decisión de apertura a los liderazgos perredistas, manda un mensaje a la clase política y a la sociedad zacatecana, de que es posible trabajar y avanzar en la conciliación con valiosos activistas y dirigentes surgidos de la oposición.

Luis Contreras Serrano es de hecho una leyenda política en el estado, se le recuerda por su templanza y fortaleza de convicciones, cuando en 1974 ya era ungido el candidato del PRI a gobernador y de pronto irrumpió la decisión del presidente Luis Echeverría Álvarez, de conceder al Ejército un reclamo y por ello imponer al general Fernando Pámanes Escobedo como el candidato, contundencia política presidencial que paralizó la estrategia electoral del gobernador Pedro Ruiz González y del dirigente del partido, Daniel Dávila García, que ya tenían movilizadas las estructuras priístas e incluso preparado el pronunciamiento por el ingeniero Contreras Serrano, que era diputado federal.

Jorge Hiriartt Estrada adquirió relevancia con firme liderazgo como rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, fue Secretario de la Contraloría en el gobierno de Ricardo Monreal, diputado local por Zacatecas Capital y Presidente Estatal del Partido de la Revolución Democrática. Un cuadro valioso, de reconocida experiencia, que puede refrescar la memoria política del monrealismo y elevar la calidad del quehacer político en una campaña que avanza incontenible y con más intensidad. Hablamos de dos notables zacatecanos que sin duda alguna, van a sumar y no a restar al movimiento restaurador que lidera David Monreal.

En este sentido, mientras el candidato morenista incrementa fortalezas con su estrategia de lograr la comunión social a través de la conciliación e integración de personajes marginados de las lides políticas, el resto de los candidatos y candidatas, a un mes de los comicios, todavía no muestran mayores potencialidades para trascender de una posición que mueven levemente. Claudia Anaya tiene el don concentrador de cualidades y mucha pasión de servicio al estado; Nany Romo, Lupita Medina, Javier Valadez y Flavio Campos, acumulan formidables capacidades académicas, pero les faltan recursos e instrumentos para consolidar una ruta de ascenso más confiable y certera hacia la victoria. Desigualdad e inequidad en la batalla por Zacatecas.