/ viernes 23 de octubre de 2020

Crónica del poder │ Zacatecas y Fresnillo, en clímax

El Fresnillo de hoy es una reivindicación del municipalismo zacatecano con vigorosas expectativas. Reconocido el más progresista de los 58 del estado, es motor del desarrollo estatal porque es clave en la producción minera, agropecuaria, industrial y con un dinamismo comercial que lo hacen distinguirse, incluso ante las regiones vecinas de Coahuila y Durango y es el más destacado escenario religioso y político.

Se necesita entender la magnitud de su importancia económica y cultural, para también comprender la profunda preocupación que para su laboriosa población, la autoridad municipal y el gobierno estatal, significa verlo colocado como la segunda ciudad del país con mayor percepción de inseguridad, según los otros datos que dio a conocer el INEGI, a través de la encuesta nacional de Seguridad Pública Urbana realizada el mes pasado y que señala que ciudadanos de 18 años y más consideran que viven en un municipio 91.8 por ciento inseguro. Como también exalta que el estado esté a la cabeza en delitos de alto impacto como extorsión, secuestros y homicidios. El clímax.

Fresnillo está precisamente en la encrucijada de las autopistas y caminos que estratégicamente son el paso para el trasiego de enervantes, drogas y estupefacientes, lo que explica la generación y extensión de una violencia que impacta en la sociedad con demoledores efectos al comercio, minería, industria, el turismo y la cultura, que en términos históricos se lesiona la identidad municipal y se alteran las condiciones de vida de las familias y comunidades, produciéndose un deterioro que gradualmente ha alejado a visitantes, inversionistas y empresarios.

Ciertamente y cotidianamente se observa que el Presidente Municipal, Saúl Monreal no está cruzado de brazos, su ejercicio de gobierno ha sido tan relevante que su programa de obras ya supera lo hecho por sus antecesores en 20 años; su decisión colaboracionista y de coordinación con el gobierno de Alejandro Tello, ha sido evidente; sus políticas sociales, como el programa "Es por Fresnillo" que lleva alimento a las familias vulnerables, porque están en situación de penuria, hasta de hambre; y acertadas acciones de prevención a través del deporte y cultura. El alcalde estuvo infectado por el virus maldito y desde su encierro no dio tregua, no abandonó las responsabilidades gubernamentales y a su regreso, con más energía y decisión encara la grave problemática que le ha tocado resolver o atenuar.

Ante la Conferencia del Consejo Nacional de Seguridad y ante la Coordinación Regional de Seguridad, Saúl Monreal advirtió con oportunidad y realismo, que el gobierno municipal estaba rebasado por la inseguridad, y demandó la presencia policial, de la Guardia Nacional y del Ejército, con una más acertada e inteligente estrategia para abatir la criminalidad. Así están Zacatecas y Guadalupe.

Hay una complejidad extraordinaria

Que los gobiernos federal y estatal deben atender con prontitud y más, hasta revertir esa e imagen de violencia e inseguridad en el Mineral, condiciones que se extienden por la zona metropolitana y hacia el noroeste. En atención a esa emergencia municipal que impacta en todo el estado, Saúl Monreal y el Secretario de Seguridad, Arturo López Bazán, se reunieron para analizar la situación y decidir estrategias más eficientes y de resultados, quedando establecida una mejor coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal, porque las dolencias en el corazón del estado, afectan a todos y han de ser aliviadas.

El Fresnillo de hoy es una reivindicación del municipalismo zacatecano con vigorosas expectativas. Reconocido el más progresista de los 58 del estado, es motor del desarrollo estatal porque es clave en la producción minera, agropecuaria, industrial y con un dinamismo comercial que lo hacen distinguirse, incluso ante las regiones vecinas de Coahuila y Durango y es el más destacado escenario religioso y político.

Se necesita entender la magnitud de su importancia económica y cultural, para también comprender la profunda preocupación que para su laboriosa población, la autoridad municipal y el gobierno estatal, significa verlo colocado como la segunda ciudad del país con mayor percepción de inseguridad, según los otros datos que dio a conocer el INEGI, a través de la encuesta nacional de Seguridad Pública Urbana realizada el mes pasado y que señala que ciudadanos de 18 años y más consideran que viven en un municipio 91.8 por ciento inseguro. Como también exalta que el estado esté a la cabeza en delitos de alto impacto como extorsión, secuestros y homicidios. El clímax.

Fresnillo está precisamente en la encrucijada de las autopistas y caminos que estratégicamente son el paso para el trasiego de enervantes, drogas y estupefacientes, lo que explica la generación y extensión de una violencia que impacta en la sociedad con demoledores efectos al comercio, minería, industria, el turismo y la cultura, que en términos históricos se lesiona la identidad municipal y se alteran las condiciones de vida de las familias y comunidades, produciéndose un deterioro que gradualmente ha alejado a visitantes, inversionistas y empresarios.

Ciertamente y cotidianamente se observa que el Presidente Municipal, Saúl Monreal no está cruzado de brazos, su ejercicio de gobierno ha sido tan relevante que su programa de obras ya supera lo hecho por sus antecesores en 20 años; su decisión colaboracionista y de coordinación con el gobierno de Alejandro Tello, ha sido evidente; sus políticas sociales, como el programa "Es por Fresnillo" que lleva alimento a las familias vulnerables, porque están en situación de penuria, hasta de hambre; y acertadas acciones de prevención a través del deporte y cultura. El alcalde estuvo infectado por el virus maldito y desde su encierro no dio tregua, no abandonó las responsabilidades gubernamentales y a su regreso, con más energía y decisión encara la grave problemática que le ha tocado resolver o atenuar.

Ante la Conferencia del Consejo Nacional de Seguridad y ante la Coordinación Regional de Seguridad, Saúl Monreal advirtió con oportunidad y realismo, que el gobierno municipal estaba rebasado por la inseguridad, y demandó la presencia policial, de la Guardia Nacional y del Ejército, con una más acertada e inteligente estrategia para abatir la criminalidad. Así están Zacatecas y Guadalupe.

Hay una complejidad extraordinaria

Que los gobiernos federal y estatal deben atender con prontitud y más, hasta revertir esa e imagen de violencia e inseguridad en el Mineral, condiciones que se extienden por la zona metropolitana y hacia el noroeste. En atención a esa emergencia municipal que impacta en todo el estado, Saúl Monreal y el Secretario de Seguridad, Arturo López Bazán, se reunieron para analizar la situación y decidir estrategias más eficientes y de resultados, quedando establecida una mejor coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal, porque las dolencias en el corazón del estado, afectan a todos y han de ser aliviadas.